La Carta Olímpica ha sufrido una serie de modificaciones a lo largo de su historia, pero quizá una de las que más atención suscitó fue la producida el 26 de junio de 2019, con respecto a la Regla 40 de la Carta, que limitaba de cierta forma el derecho a la libertad de expresión. A lo largo de este artículo analizamos cómo cambió esta norma y por qué se produjo esa variación.
📜 ¿Cómo ha cambiado la Regla 40?
— Regla 40 antes de junio de 2019.
“Salvo autorización de la comisión ejecutiva del COI, ningún competidor, entrenador, instructor o miembro del personal oficial que participa en los Juegos Olímpicos debe permitir que su persona, nombre, imagen o actuaciones deportivas sean explotados con fines publicitarios durante los Juegos Olímpicos”.
— Regla 40 después de junio de 2019.
“Los competidores, oficiales de equipo y miembros del personal de equipo que participan en los Juegos Olímpicos podrán permitir que su persona, nombre, imagen o actuaciones deportivas sean explotados con fines publicitarios durante los Juegos Olímpicos de conformidad con los principios adoptados por la Comisión Ejecutiva del COI”.
Los cambios son evidentes y, por ello, es importante explicar que la antigua Regla 40 era una norma establecida en la Carta Olímpica con la que se buscaba proteger la inversión de los patrocinadores oficiales de los Juegos Olímpicos y así evitar el ambush marketing. Esta norma, resumidamente, impedía a los atletas que su nombre fuera utilizado con fines publicitarios durante los Olímpicos —e incluso 9 días antes y 3 días después—. Es decir, los sponsors no podían hacer ninguna mención sobre su deportista, a no ser que tuvieran autorización expresa. De igual forma, los atletas no podían hacer ningún comentario, agradecimiento o gesto dirigido a su patrocinador.
Esta regla generó una serie de debates en los que los atletas y patrocinadores mostraron su descontento, no solo por el impacto comercial que esta limitación generaba, sino porque en sí era un límite a su libertad de expresión y más aún en uno de los momentos más importantes para el atleta.
🤔 ¿Qué produjo el cambio de esta regla?
Uno de motivos para esta modificación fue, sin duda, las denuncias presentadas por varios atletas alemanes ante el Bundeskartellamt —que en castellano se traduce como el servicio federal de defensa de la competencia— en las que afirmaron que el COI y su Comité Olímpico Alemán estaban abusando de su posición de dominio con esta regla. El Bundeskartellamt concluyó que efectivamente había una violación al artículo 102 del TCE, que prohíbe la explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado interior o en una parte sustancial del mismo. Por esto se decidió que se debían relajar estos lineamentos y permitir las actividades publicitarias durante los Juegos Olímpicos, con ciertas condiciones mucho más laxas.
Si bien es cierto que este pronunciamiento de inicios del 2019 solo cobijaba a los atletas alemanes, produjo una especie de presión en el COI que llevó a redactar el nuevo artículo —el ahora vigente—.
El panorama ahora es muy distinto y hay un cierto grado de libertad de expresión, pero con algunos límites —menos escritos que antes—. Por ejemplo, un atleta puede publicar mensajes de agradecimiento a sus patrocinadores, aunque sin promocionar productos o servicios. Un sponsor puede compartir videos de su atleta, pero sin imágenes o alguna mención expresa a los Juegos Olímpicos.
❌ Otros límites a la libertad de expresión durante los JJ. OO.
El COI ha informado de cinco escenarios en los que los atletas de los Juegos Olímpicos de París 2024 no podrán hablar abiertamente sobre cualquier tema: las ceremonias de inauguración y clausura, la entrega de medallas, durante la propia competición y mientras estén en la Villa Olímpica. En cambio, en las zonas mixtas —incluyendo cuando hablan con los medios de comunicación—, en los centros de medios, durante conferencias, entrevistas, reuniones de equipo, los medios tradicionales o digitales, las redes sociales y los momentos previos a la competición —call rooms…— serán los lugares adecuados para que los atletas defiendan sus puntos de vista; siempre respetando los principios del olimpismo, sin incitar a la violencia, vulnerar la dignidad de otros participantes, Comités o países.