El Chelsea, cuando no está envuelto en varios traspasos, está envuelto en turbulencias institucionales. No falla. Según una exclusiva del diario británico The Telegraph, la relación entre Todd Boehly, presidente y copropietario del club, y Clearlake Capital, el fondo de inversión con mayor participación en el equipo, atraviesa un momento crítico. La situación es tan delicada que algunos temen una guerra civil en los despachos de Stamford Bridge si no se encuentra una solución con muchos ceros de por medio. Otra temporada, nuevos problemas para los blues.
El Chelsea y un modelo multipresidencial que aumenta las dudas sobre el club
👎🏻 Los problemas del Chelsea traspasan el verde
Boehly llegó al Chelsea en mayo de 2022, y ha sido una figura clave en la transición del club tras la venta forzada de Roman Abramovich debido a la guerra en Ucrania. Junto a Clearlake Capital, consiguieron desbloquear la situación con la compra. Y, en el inicio, tenía buena pinta el tándem entre la sociedad de inversión y el estadounidense. Se dejaron un buen dinero en su primera ventana estival, lo que hacía presagiar el inicio de un nuevo proyecto, A rey muerto, rey puesto. Sin embargo, el desembolso ha crecido tanto como ha disminuido el nivel de una plantilla que fue campeona de Europa en 2021. Las tensiones entre los accionistas han ido creciendo en consonancia, por lo que estaba al caer una información así.
Actualmente, Clearlake Capital posee un 61,5% del Chelsea y Boehly retiene, junto a otros inversores, un 38,5%. Estos porcentajes podrían cambiar en esta disputa en los despechos, ya que ambas partes están dispuestas a adquirir las acciones del otro. Todo sea por imponer la cultura en el club del bando vencedor. Y es que ahí es donde radica todo el problema: el fondo de inversión quiere resultados más inmediatos, y Boehly apuesta más por mantener el proyecto para crecer en el largo plazo. Por ello, parece que será él quien moverá la primera ficha de este ‘Juego de Tronos‘ particular. No le va a importar pagar por quedarse con el club, y a Clearlake Capital le puede interesar el acuerdo para no perder dinero. No obstante, será previo pago de muchos millones. Más de 3000 millones de euros, concretamente.
En medio de esta batalla empresarial, el Chelsea también atraviesa un momento complicado en el plano deportivo. Ni con Maresca, el quinto entrenador desde que llegaron al club, parece que haya solución en el corto plazo. Esto fuerza que ambas partes sean profesionales y eviten airear sus diferencias, pero es evidente que todo está a punto de estallar. Para los blues, aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor no es solamente un dicho.