Desde hace ya más de cuatro temporadas, el equipo Mercedes de Fórmula 1 e Ineos han ido estrechando lazos. Primero como un simple patrocinador, sobre todo en 2019 y 2020, pero entonces ya guardaban ambos una relación comercial sobre el equipo de Fórmula 1.
En aquel tiempo, la marca roja de productos químicos se encontraba tímidamente en los W11 y W12, los monoplazas de la estructura de Brackley. Lo hacía, primero, con una pequeña presencia en la chimenea del monoplaza (aún así una de las más representativas para los patrocinadores).
Ineos también se desvincula, poco a poco, de Mercedes y la Fórmula 1
Pero a medida que iba pasando el tiempo, Ineos abarcaba un sitio cada vez mayor. Hasta que lograron situarse tanto en la chimenea de la entrada de aire del Mercedes, sobresaliendo en rojo, como en el alerón trasero y, más tarde, haciéndose un lugar en el frontal, que es donde más buscan estar las empresas.
Fue ahí, en 2021, cuando Ineos y Mercedes, esta vez desde Toto Wolff como protagonista y jefe del equipo, obtuvieron una alianza aún mayor: la cuarta compañía química más grande del mundo, con una capitalización anual de 63.000 millones de euros anuales y con más de 25 000 empleados alrededor del planeta, había adquirido el 30% de participación (1.000 millones de euros) con el equipo de Fórmula 1.
O lo que es lo mismo; era dueña de una parte de la estructura, campeona ya de hasta ocho títulos de constructores en su haber. Fue esa notoriedad la que hizo sospechar al mundo del ‘Gran Circo’ que, quizás, los de Brackley estaban sopesando en vender el equipo a los de Jim Ratcliffe.
No hay casi rastro de Ineos en el Mercedes de 2025
El objetivo no era otro que compartir conocimientos en tecnología, ingeniería, desarrollo de negocio y diseño de vehículos. En este caso, el compromiso con la escudería británica era el último dentro del rally de patrocinios de Ineos con el deporte. Sólo en los últimos tres años se hizo con el hasta entonces denominado Sky Team de ciclismo, la embarcación del inglés Ben Ainslie para competir en la America’s Cup de vela por 110 millones de libras (130,2 millones de euros), el OGC Niza de la Ligue-1 por 100 millones de euros y el Manchester United, propietario de los ‘red devils’ desde el pasado 2024 por una suma de 1.500 millones de euros.
No obstante, en este 2025, y con la presentación del nuevo Mercedes F1 pilotado por George Russell y Kimi Antonelli, el logotipo de la compañía británica se ha reducido mayoritariamente en el coche respecto a lo que venía siendo habitual desde 2020 y 2021. Sobre una decoración con abundante plata, ya no hay apenas rastro de la empresa.
Es ahí que su su presencia ya no está extendida por todo el monoplaza, sino que se limita al interior de los aletines delanteros. Un cambio que los aficionados más atentos notaron ya durante la presentación en Londres, y que creó un gran revuelo.
Aquí, son muchos los que empiezan a creer que Ineos y Mercedes F1 podrían haber visto reducida su vinculación. Algo que no sería de extrañar sobre la química, pues ya ha venido haciendo lo propio, disminuyendo su espacio en la Copa de vela, así como ha dejado de tener relación con todo lo que les vinculaba al ciclismo.
La era post-Lewis Hamilton causa desconfianza a las marcas en Mercedes
Se entiende que Ineos está recortando su inversión en aquellas áreas donde no luce rentable inyectar grandes recursos y tras estos recientes movimientos es lógico pensar que Ratcliffe estaría dispuesto a vender su parte para salir de la Fórmula 1 en los próximos meses.
Una de las lecturas de la salida de Ineos tendría mucho que ver con la nueva era post Lewis Hamilton. Y es que esto enviar un mensaje negativo al resto de socios y patrocinadores que se puede leer como ausencia de confianza en el equipo tras la marcha del piloto inglés a Ferrari.
Además de comprometer la estabilidad comercial de la escudería, Mercedes estaría camino de ver afectada su imagen y su prestigio como fabricante porque uno de sus socios más confiables decidió abandonar el barco en un momento más que importante.
Cabe resaltar, por su parte, que si antes la imagen de la compañía de químicos tenia un gran lugar en el alerón trasero, ha sido ahora la de CrowdStrike, la empresa de ciberseguridad especializada en la protección de servidores, la que ha recogido el sitio que pertenecía, hasta entonces, a Ineos.