LUKAKU BELGICA
⚽ EURO 2024

Bélgica, Romelu Lukaku y la caída de la generación dorada

El guion del partido ante Eslovaquia fue un déjà vu para los belgas. Otra vez más, así como en Qatar 2o22, los red devils presentaban su versión más gris. El repetido ‘cuidado con Bélgica‘ de los anteriores torneos ha pasado a ser un ‘cuidado, Bélgica. La dramática caída de su competitividad ha llegado para terminar con un sabor agridulce por lo que pudo ser y no fue. Y, entre los recuerdos que dejan los últimos años de su generación dorada, hay un villano. Romelu Lukaku, el que no hace demasiado era su héroe, se ha pasado al lado oscuro. ¿Sus fallos han acelerado la necesidad del relevo o hemos sido demasiado injustos con él?

Día 4 de la Eurocopa: la nariz de Mbappé, Rumanía noquea a Ucrania y Lukaku sigue gafado

📉​ Lukaku y la creación de un villano

Ya han pasado tres años desde que el Chelsea pagó una millonada por recuperar a Romelu Lukaku. El atacante llegaba al vigente campeón de Europa como la guinda del mastodóntico proyecto exprés de Thomas Tuchel. Como su admirado Didier Drogba, era el delantero para dominarlos a todos mediante su histórica capacidad para jugar de espaldas. No empezó mal con los blues, con un gol en su debut en la Premier, pero tampoco tardó mucho en torcerse su cuento de hadas. Algo se rompió en la relación entre el club londinense y el belga, y sus consecuencias llegan hasta nuestros días. Ni el Chelsea ha conseguido encontrar a un ariete como él ni Lukaku ha vuelto a ser el mismo.

Durante aquellos meses difíciles en Stamford Bridge, el atacante dijo que quería volver al Inter. Allí fue feliz, y allí quería recuperar su estatus. Su amor por los lombardos, al ser correspondido, hizo que la salida llegase a buen puerto. Parecía la decisión correcta, tal y como sucedió cuando se marchó al Chelsea, pero volvió a ser un error. En cosa de un año, había dejado de ser aquel delantero histórico en el juego de espaldas a un meme en internet. Ya no era el mismo. Su dantesco Mundial de 2022 reforzó esta creencia. Aunque Bélgica no rindió bien en los dos primeros partidos de la fase de grupos, llegaron con vida a la última jornada. Lukaku, en aquel partido ante Croacia, falló varios goles cantados. Ya no importaba nada: a ojos del mundo, él era el culpable de la eliminación de su selección.

LUKAKU BELGICA FALLO

Lukaku, tras el Mundial de Qatar, sumó otra actuación para olvidar en la final de la Champions.

En el Giuseppe Meazza le ayudaron a recuperarse. Lautaro Martínez fue de los que más hizo por conseguirle una segunda oportunidad, pero era una misión imposible. Tras aquel recuerdo amargo de Qatar, impidió que el Inter marcase gol en la final de la Champions. Era su segunda disasterclass en un día grande en cosa de medio año. Lukaku, torcido, se marchó del Inter sin despedirse de sus compañeros. Incluso se rumoreó que podía irse a la Juventus, el eterno rival. Que acabase en Roma no impidió su consagración como uno de los grandes villanos del fútbol actual.

🪞 Bélgica, el espejo de su miseria

Paralelamente, mientras que su máximo goleador se desmoronaba, Bélgica ha ido por el mismo camino. Y no, no toda la culpa la tiene Lukaku. Los fallos del delantero (seis grandes ocasiones falladas en sus últimos partidos en grandes torneos) han quedado como su gran problema, pero la crisis de los belgas va mucho más allá. Desde que salió Roberto Martínez, Domenico Tedesco no lo ha tenido fácil para llevar a cabo el relevo generacional. Los nuevos son demasiado nuevos, y los veteranos son demasiado veteranos. Apenas hay un nexo de unión entre su generación dorada y la que viene. Irónicamente, ante Eslovaquia se pudo apreciar en el campo. Mientras Onana y Mangala buscaban superar la presión rival, De Bruyne estaba demasiado lejos. No había forma de que conectasen. Bélgica vive entre lo que fue y lo que será. Y, con ello, hasta es normal que falle Lukaku.

Al menos, no todo está perdido en esta Eurocopa. Les quedan dos partidos por delante, lo que permite que haya espacio para los milagros. Tienen argumentos para creer, ya que su segunda parte de su debut no fue tan mala: solo el VAR impidió que Lukaku consiguiese ese gol catártico. Están a tiempo de frenar la caída de su generación dorada y de tender un puente hacia el futuro. Quién sabe si, con algo de suerte, su gran villano termina siendo el gran héroe. No es la primera vez que sucede algo así en la ficción, y esta nunca podrá igualar a la realidad. Y es que, a fin de cuentas, ni al mejor guionista se le hubiese ocurrido semejante viacrucis para Lukaku y Bélgica.

Ir al contenido