Es difícil que ocurra algo así, pero esta España genera consenso. Ya sea por su estilo de juego o por cualquier otra cosa, todo el mundo asume que es la mejor selección de esta Eurocopa. Hay mil datos que confirman esta realidad: su inédita racha de victorias, sus goles anotados… Sin embargo, hay uno que se les ha escapado a los de Luis de la Fuente. Para encontrar esta mancha en su expediente toca rebuscar en la estadística avanzada. Allí, al fondo, aparece el elefante en la habitación. España, si se tienen en cuenta los expected goals, no fue mejor que Alemania y Francia. Desde la calidad de las oportunidades, perdió ambos encuentros. ¿Cómo ha podido pasar esto mientras las sensaciones están en el lado opuesto?
📊 La tiranía de los expected goals y la eficiencia
Los expected goals tuvieron su auge mediático durante las semifinales última Champions League. Luis Enrique, el entrenador del PSG, usó esta estadística para justificar la eliminación de su equipo ante el Borussia Dortmund. «Creo que, si hay un equipo que ha tenido mala suerte hoy, ese es el mío», dijo el asturiano. Si solo se analiza dicho parámetro, su punto de vista tiene lógica. Los números apuntaban a que sus jugadores deberían haber marcado más goles en función de la calidad de sus ocasiones, pero no lograron materializarlas. Lo achacó a la mala suerte, a los milímetros de diferencia que hay entre la victoria y la derrota. A semejante conclusión también han podido llegar Didier Deschamps y Julian Nagelsmann. Ganaron en la calidad de sus oportunidades, y ni con esas evitaron la derrota contra España.
Sin embargo, un partido de fútbol va más allá de sus ocasiones. En un deporte en el que todo se decide por medio de los goles, una oportunidad clara no implica marcar. Ayuda, claro está, pero no suma en la estadística más importante. De ahí sale la búsqueda constante de una mayor eficiencia en el remate. Porque no, no consiste en tener mejores situaciones de disparo, sino en sacar más beneficio de estas. Poco a poco, el fútbol ha ido evolucionando hacia un deporte en el que se minimizan los riesgos en pos de buscar el ansiado gol. Algo así ya sucedió en la NBA hace una década, cuando varios estudios llegaron a la conclusión de que los tiros de tres y los que se hacen bajo la canasta son los más eficientes. Con ello, aumentó el valor del triplista y cayó en desuso el tiro en suspensión de dos. Aunque ahora ha vuelto (especialmente en los playoffs), desecharon el arte del lanzamiento de media distancia. No lo consideraban eficiente, por lo que estuvo relegado a un incómodo segundo plano.
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⚽ El resurgir del tiro lejano tiene a España al frente
España, por su parte, es el país que más remata en esta Eurocopa. Su estilo de juego obliga a que los rivales replieguen, lo que les niega muchos de esos tiros eficientes que tanto suman en los expected goals. Para llegar al gol sin esas ocasiones, los de Luis de la Fuente se han visto obligados a buscar otras vías. El disparo desde fuera del área, el que ha sufrido un destierro similar al del lanzamiento de dos en el parqué, ha sido su gran arma. Gracias a la considerable cantidad de francotiradores que tienen en la plantilla, han logrado sacar beneficio a sus lanzamientos lejanos. Con esas llegó el tanto del empate ante Georgia, y así se igualó el partido ante Francia. España ha demostrado ser capaz de ir contra la estadística para ser eficiente con sus oportunidades. No les ha importado la distancia. Si además se le suma su finura en el chut (un 30% de sus remates van a puerta, y más del 10% acaban dentro), da lugar al festival ofensivo patrio en el torneo.
El resto de equipos de la Eurocopa no han sido ajenos a este bombardeo exterior que está llevando a cabo España. De media, las selecciones han rematado un metro más lejos de la portería que en la última edición del torneo. En el caso de ‘La Roja’, chutan desde un par de metros más atrás que en 2021. Los de Luis de la Fuente están dentro del top-10 de países que más rematan desde fuera, y son el segundo que tiene una distancia media en el remate más lejana de los semifinalistas. Solo Inglaterra les supera, y la diferencia es mínima.
Por tanto, y según lo que apunta la media, el disparo más representativo de España en esta Eurocopa se ejecuta desde fuera del área. Aproximadamente, este se realiza un metro y medio por detrás de la frontal. Allí han logrado encontrar su propia eficiencia para marcar los goles, desterrando el valor que puedan darles en los expected goals. Por mucho que la estadística asuma que no es un buen tiro, ellos han demostrado que se salen de la media. Son conscientes de que no es lo mismo que remate Rodri Hernández desde 18 metros a que lo haga cualquier otro.
🧱 La defensa, el otro gran pilar
Aclarado el tema del ataque, toca analizar la defensa. Los expected goals apuntan a que España ha tenido que recibir cuatro goles más de los que ha encajado. Y el partido de Alemania no fue el único en el que hubo la sensación de que deberían haber recibido más. ¿Cómo tardaron tanto en marcarles? ¿Cómo se les pudo escapar el partido? Aquí puede haber varias respuestas. La primera es la más evidente: los defensas y el guardameta están entonados a la hora de bloquear disparos. Entre los semifinalistas, la zaga de España es la segunda que más disparos repele (casi tres por encuentro), y Unai Simón también es el segundo en porcentaje de paradas. Al igual que en ataque, los de Luis de la Fuente también están inspirados en su área.
Otro punto que puede ayudar a engordar la estadística de expected goals en contra es el estilo de juego de España. ‘La Roja’ destaca por ser una selección muy ofensiva, con mucha preferencia a presionar en campo contrario. Irremediablemente, alguna vez se escapan los contrarios, lo que abre la puerta a un contraataque con muy pocos efectivos para repelerlo. La posibilidad de que llegue un remate franco es mayor. Por otra parte, es vox populi la fragilidad española para defender centros laterales. Cada balón que sobrevuela el área es un dolor de cabeza. No hay más que ver que así llegaron los tantos de Alemania y Francia, ambos en posiciones muy favorables.
Igualmente, es probable que todo esto sean suposiciones que tratan de complicarlo todo. Puede ser que esta España tenga la necesaria pizca de suerte que siempre se necesita para ganar un torneo, y nada más. No obstante, y tras semejante nivel de juego, es difícil minimizar el valor de este equipo a algo fortuito. Lo único que está claro es que, por mucho que diga la estadística avanzada, España ha ganado todos sus encuentros. Ni los expected goals han podido esconder el resultado y las sensaciones tan positivas que salen del equipo. Y eso, a expensas de lo que suceda en la gran final, es lo más importante.