Pese a que apuntaba a ser un domingo de verano más, a media tarde hubo un terremoto inesperado. Thiago Alcántara, que estaba en la lista de agentes libres más codiciados, se retira a sus 33 años. Tras cuatro años marcados por la irregularidad en Anfield, ha decidido poner punto y final a su carrera. Se termina así el camino de un genio que, pese a su palmarés, nos dejó con ganas de más. Entre sus lesiones y demás contratiempos, se perdió un talento que pudo ser (aún) más grande de lo que ya fue.
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✨ Thiago Alcántara, único en su especie
A lo largo de casi 500 partidos, Thiago no dejó indiferente a nadie. Fue un centrocampista mandón, de los que manejaban los hilos de su equipo desde la base, pero con un punto de ‘jogo bonito‘ que lo hacía especial. Estaba destinado a coger el timón del juego del Barça cuando no estuviesen Xavi e Iniesta, pero decidió hacer las maletas antes. Él sabía que necesitaba minutos, y en la Ciudad Condal no los iba a tener en el corto plazo. Le fichó el Bayern de Múnich, equipo en el que mostró su mejor versión. Aun así, allí se comenzó a ganar la fama de ser un jugador de cristal.
Esta dualidad entre su calidad y sus problemas físicos marcó su carrera. Por muy bien que jugase, era incapaz de mantener el exigente ritmo de una temporada completa del fútbol de élite. La fragilidad de su cuerpo también le impedía volver de la mejor manera, lo que le obligaba a vivir entre algodones. De ahí sale el dramático total de partidos perdidos por lesión en toda su carrera: 364, que es un 74% de todos los encuentros que disputó. Este fue el elevado precio a pagar por su privilegiado talento.

Thiago, pese a las lesiones, ha sido importante en el Bayern de Múnich y en el Liverpool.
En Múnich consiguió ganar todo, y su gran papel en la Champions de 2020 invitaba a pensar en que estaba en el mejor momento de su carrera. Con esas llegó al Liverpool, donde maximizó sus virtudes y defectos. Para el recuerdo quedará su temporada 2021/2022, en la que fue el cerebro de los reds. Solo jugó 39 partidos, pero fue más que suficiente para ganarse el cariño de Anfield. Siempre quedará la duda de lo que pudo haber sido en Merseyside si las lesiones le hubiesen respetado.
🔜 El futuro de Thiago, ¿en los banquillos?
Se llegó a hablar de un futuro de Thiago en el Celta de Vigo, equipo del que fue leyenda Mazinho, su padre. También se escucharon rumores de unos últimos años en una liga menos exigente y más lucrativa. No obstante, el hispanobrasileño ha decidido parar. Si su cuerpo le había impedido jugar en los últimos años con regularidad, mejor era irse así. Thiago terminó aceptando su derrota ante las lesiones, pero ganó libertad. Ahora, a sus 33 años, le espera un futuro brillante.
Visto su historial con algunos de los mejores técnicos de este siglo (Pep Guardiola y Jürgen Klopp le tuvieron como su pupilo), no sería raro que su siguiente paso fuese en los banquillos. Thiago ha tenido una experiencia bestial, y podría ser otro producto más de la prolífica fábrica de entrenadores que hay en España. Allí, por lo menos, muy mal se tiene que dar para que acabe lesionado. Quizás, y solo quizás, este será el punto en el que podrá devolver los años de su fútbol que nos hemos perdido.