CALAFIORI ARSENAL
⚽ Fútbol internacional

Calafiori, el heredero de Maldini que puede coronar al Arsenal

No hay aficionado al que no le guste Riccardo Calafiori. Ya sea por su parecido físico a Maldini o por su forma de entender el fútbol, el mundo ha caído rendido a sus pies. Por ello, tras hacer historia con el Bologna, estaba claro que los grandes europeos se iban a pelear por él. Se habló de la Juventus, del Real Madrid y del Chelsea, nada menos. No obstante, su destino será otro: el Arsenal de Mikel Arteta. ¿Qué le puede ofrecer el defensor a los gunners? ¿De dónde ha salido para emerger con tanta fuerza en la élite del fútbol europeo?

😍​ No hay central más moderno que Calafiori

Para los (pocos) que no hayan visto jugar a Calafiori, se le puede definir en muy pocas palabras. El italiano es todo lo que se le pide a un defensor moderno, tan capaz de defender como de aportar valor a las posesiones de su equipo. No obstante, esta definición está algo trillada. Hay muchos centrales similares que encajan en este molde, y luego no han sido para tanto. La cosa con Calafiori es que parece perfecto. Alguna falla tendrá, pero da la sensación de ser uno de los prospectos más sólidos que han salido de la prestigiosa escuela italiana de defensores. Pocos corrigen tan bien al espacio como él, y prácticamente nadie es capaz de conducir el balón con tanta solvencia. Para más pruebas, ahí queda el gol de Zaccagni contra Croacia. La jugada es la mejor muestra de sus virtudes.

Precisamente, esa conducción es la que le hace ser el más moderno de los centrales. En un fútbol en el que cada vez se busca más algo así para poder dividir la presión, Calafiori brilla. Armado con su prodigiosa zurda, es capaz de desmontar sistemas enteros. Y, luego, no le tiembla el pulso a la hora de filtrar un pase o terminar él la jugada. Puede hacerlo casi todo con el esférico, y posiblemente por eso mismo haya querido ficharle el Arsenal. A priori, encaja muy bien en la defensa de Arteta, ocupando el lugar de Zinchenko. Al ser lateral de formación, puede cerrar bien en banda sin perder ese plus que daba el ucraniano en la circulación de balón. Además, le daría al Arsenal una flexibilidad considerable en salida. Por condiciones, podría actuar hasta en la base o como interior, donde ya ha jugado algún partido en su carrera.

​📈​ Otro descarte de Mourinho que vuelve a la élite

Curiosamente, esto de volver a ser lateral izquierdo en un equipo grande es una ironía del destino. Un par de años antes de que Calafiori enamorase a Europa con su juego, Mourinho no le vio listo para el primer equipo giallorossi. Para el portugués, no era más que un canterano que necesitaba foguearse. Se marchó cedido al Genoa en busca de minutos, pero tampoco los tuvo. Por ello, no duró demasiado su regreso a la capital. La Roma, el equipo en el que había crecido, le vendió por debajo de su valor de mercado al Basilea. No vieron venir todo lo que iba a llegar después. Tras un año en el exilio, Thiago Motta le fichó para su Bologna. Dentro de su esquema, tener a un central con tanta movilidad era obligatorio, y el precio a pagar por Calafiori era irrisorio.

Su temporada de regreso a la Serie A fue difícilmente mejorable. Generó nueve goles como central, y fue uno de los pilares sobre los que se edificó la clasificación del Bologna a la Champions League. Evidentemente, no tardó en llegar la llamada de la azzurra. Spaletti le quería para ser la pareja de Bastoni en la Eurocopa, y con esas llegó a Alemania. Por desgracia para Calafiori, su torneo se vio empañado por el mal desempeño colectivo y su gol en propia ante España. Ahí se pudo ver su único defecto, la inexperiencia en la defensa del área. No obstante, el error en aquel despeje no manchó su actuación individual. Ha sido de los pocos futbolistas que se ha escapado de la crítica de los italianos, que no es poco.

Italia quiso hacer carbonara en la Eurocopa, pero no pudo

Después de esta tormenta veraniega, los rumores del mercado de traspasos se afrontan de otra manera. Sin embargo, no se libra de ese punto de drama tan necesario para equilibrar la balanza. Mucho antes de que el Arsenal entrase en la ecuación, se habló largo y tendido de su acuerdo con la Juventus. Se dijo que Calafiori lo tenía hecho con los bianconeri, equipo en el que se reuniría con Thiago Motta. Pese a ello, los de Turín no llegaron a un acuerdo económico con el Bologna. Desde el Renato Dell’Ara sabían que, por mucho que hubiese trato con el futbolista, no debían malvender a uno de sus mejores activos. En ese punto comenzaron a sonar el Real Madrid y demás gigantes europeos.

Finalmente, el club que se llevó el gato al agua fue el Arsenal. Llega a un equipo al que solo le vale ganar la Premier tras dos subcampeonatos consecutivos, por lo que está en el lugar ideal para demostrar que no es un ‘One Season Wonder’. Si sale bien el traspaso, pocas dudas hay de que es la guinda del pastel de una de las mejores plantillas de la historia del Arsenal. Más que un delantero (Havertz supo ocupar ese hueco), a Arteta le hacía falta alguien como Calafiori. Ya sea por parecerse a Maldini o por lo que ha demostrado en el campo, nunca sobra alguien así.

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