El Real Madrid empezó gripado, pero acabó a toda velocidad. Los blancos solventaron con contundencia su duelo ante el Sporting de Braga y, de rebote, fueron tachando objetivos extra en su inmediata hoja de ruta. El Madrid volvió a la senda del triunfo tras empatar ante el Rayo, selló su pase a los octavos de final de la Champions League, y cargó de confianza la mochila de jugadores como Vinícius, Rodrygo, Brahim o Valverde. Hasta Lunin se reivindicó tras tenerse que vestir y calentar a contrarreloj por una lesión en el calentamiento de Kepa.
El ucraniano puso el prólogo parando un penalti de un errático Lucas Vázquez en los primeros instantes con empate en el marcador, y firmó el epílogo salvando un tanto de Abel Ruiz en el descuento. El Madrid sesteó al inicio, pero tiró de calidad y experiencia para anular a un Braga voluntarioso y veloz por las bandas, pero que se quedó solo en la intención. Algo que ya se vio en la ida. Además, Nico Paz, una de las joyas de ‘La Fábrica’, debutó con el primer equipo y se unió a la fiesta, aunque el Bernabéu se quedó con las ganas de ver a Arda Güler, que tendrá que esperar un poco más.
🤩 Brahim quiere rescribir su historia en el Madrid
Ancelotti habló del centrocampista en la previa al encuentro y resumió que iba a ser protagonista esta temporada. Algo contradictorio echando un ojo a las estadísticas del malagueño, que solo había jugado antes de este duelo 119 minutos. Sin embargo, ante el Braga, ‘Carletto’ eligió a Brahim para descargar el maltrecho hombro de Bellingham. Y como si fuese pura magia de esa posición en la que tanto está destacando el inglés, el ’21’ blanco fue un torbellino y se destacó como clave para desequilibrar el partido.
Brahim actuó como cuarto centrocampista en defensa y, en ataque, hizo de mediapunta, pero con la libertad para caer en ambas bandas. Más o menos desempeñó el rol de Bellingham, aunque con otras características. El malagueño es un jugador de baldosa. De esos que la cámara lenta ensalza y embellece sus movimientos, ya que el ojo humano es incapaz de seguir con nitidez sus maniobras. También destaca su primer paso y conducción. La misma con la que fue quebrando el serio planteamiento del Braga en el Bernabéu.
Sus diagonales fueron siempre una bocanada de aire fresco para el Madrid y una oportunidad de oro para Vinícius y Rodrygo, que se aprovecharon de la inspiración de Brahim para caer en buenas posiciones de pase y de tiro. El centrocampista también fue listo sin balón. Vital para el primer tanto madridista. Mendy vio el movimiento de Rodrygo y el brasileño pasó atrás para la aparición del malagueño. Anteriormente, ya le habían anulado un tanto por falta de Vinícius en el transcurso de la acción. A la segunda fue la vencida. Brahim sonrió y se abrazó a Ancelotti cuando fue cambiado. Esa fue la unión perfecta de una promesa y de un resultado. El ’21’ quiere rescribir su historia en el Madrid.
😐 Se ha maltratado a Lunin
La carrera de Lunin en el Real Madrid solo se puede resumir con el papel de secundario. Siempre ha tenido la figura de un portero de talla mundial por delante de él. Pese a esto, la grave lesión al inicio de curso de Courtois parecía abrirle la puerta de la titularidad. Pero ni con esas. El Madrid incorporó a Kepa. El ucraniano calló y se dedicó a seguir trabajando en busca de tener alguna oportunidad. Y la ocasión llegó ante el Braga por las molestias de Kepa durante el calentamiento. Lunin entró en el equipo y habló. Los que callaron fueron los demás.
El guardameta tuvo una prueba de fuego muy pronto. Un agarrón dentro del área de Lucas Vázquez fue señalado como penalti y Lunin puso de pie al Bernabéu deteniendo la pena máxima. Salvó los muebles y evitó un giro de guion inesperado. Y la cosa no quedó en ese movimiento. El portero acumuló cuatro intervenciones y volvió a salvar otro gol cantado en un remate de Abel Ruiz en la última jugada del choque. Portería a cero y partido de reivindicación. La impotencia para el ucraniano es que si Kepa se recupera, ya sabe lo que le espera en la siguiente fecha…
⚡ Vinícius y Rodrygo intercambiaron la clave del wifi
Los dos acabaron desquiciados ante el Rayo, pero sin un delantero nato arriba y sin el poder de Bellingham, los dos brasileños saltaron al césped ante el Braga con el papel de comandar el ataque del Madrid. Aunque durante el camino, Brahim les robó sin preguntar ese papel. En ese momento, ambos se liberaron y empezaron a crecer. Rodrygo lo hizo antes de ‘Vini’, que se mostró ansioso y algo precipitado en la toma de decisiones. Sin embargo, al final acabaron con dos goles y dos asistencias.
Los dos compatriotas se entienden a las mil maravillas. Hablan el mismo idioma de desmarques, regates e imaginación. Un talento innato y que funciona como un imán para los que lo poseen. En la Champions, quizás el torneo que más ha hecho brillar tanto a Vinícius como a Rodrygo, sobre todo al segundo, los dos se sacaron lastre de encima con la esperanza de no perder velocidad a partir de ahora.
