Federico Chiesa, uno de los talentos más brillantes del fútbol italiano, ha fichado recientemente por el Liverpool de Arne Slot. Y el traspaso, como no podía ser de otra manera, ha generado un gran revuelo. Posiblemente, nunca han tenido una delantera con tanto potencial y posibilidades. Tal es su nivel que los focos no dejan ver el fondo del asunto: ¿realmente Chiesa tiene hueco en un equipo con un ataque tan sumamente poblado?
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🔙 El Chiesa de la Eurocopa de 2021 no es el de la actualidad
Chiesa es un jugador que destaca por su versatilidad, velocidad y capacidad de desequilibrio. Sobre el papel, es el extremo ideal. O, al menos, lo era. La lesión de rodilla que sufrió hace un par de años cortó en seco su gran momento. Esa explosividad de la que hacía gala se vio reducida en gran manera, lo que ha lastrado sus últimos partidos en Turín. De ahí que haya salido por un precio tan reducido camino a Anfield. Aquel futbolista de hace unos años puede estar ahí, pero hay una probabilidad grande de que se haya quedado en el pasado.
Lo cierto es que el Chiesa de hace unos años podría encajar a la perfección con el Liverpool actual. Semejante dinamismo hubiese ido como anillo al dedo de un equipo que, en ataque, se mueve bajo la explosividad de Luis Díaz y la voracidad de Salah. Su versatilidad le hubiese permitido ser un refuerzo de élite para rotar en ambas bandas, e incluso pelear por la titularidad si alguno de los dos baja el rendimiento. El problema es que con Gakpo y el colombiano por delante, la cosa pinta mal. Va a tener que empezar en desventaja respecto a ellos, con su rendimiento irregular en la mochila y sin haber hecho la pretemporada con su equipo.
Para Arne Slot va a ser clave lo que haga Chiesa sin balón. A sabiendas de que está lejos de su mejor nivel con pelota, su compromiso en la presión se va a observar con mayor interés. Precisamente, este aspecto del juego es uno que le cuesta al italiano. Por esto mismo no le convenció a Thiago Motta, su último entrenador en la Juventus, así que no pinta demasiado bien. Ahí entra el compromiso del futbolista por volver a ser el que era. ¿Está dispuesto a hacer lo que antes no hacía por recuperar su estatus? En torno a esa pregunta gira todo el fichaje y el riesgo del mismo.
🔄 ¿Puede mejorar a Luis Díaz y a Cody Gakpo?
Tras dejar en el tintero la pregunta del millón, toca resolver otra: ¿Chiesa puede mejorar las prestaciones de Luis Díaz y Cody Gakpo? Porque sí, estos son sus competidores directos. Ambos, con sus más y con sus menos, han demostrado en los últimos años su nivel para competir por el puesto de extremos izquierdos del Liverpool. Chiesa, si vamos a sus últimos años, no. Aunque, claro está, el potencial está ahí. Posiblemente sea el que tiene el techo más alto, pero también suelo mucho más bajo. Sus últimas temporadas así lo dictan, con sus dos rivales brillando en el club (Luis Díaz) y con su selección (Gakpo). No parece un buen negocio que el italiano les vaya a quitar minutos.
¿Cómo puede afectar al Liverpool la explosión de Cody Gakpo en la Eurocopa?
La carta que puede jugar a favor de Chiesa es la de su estilo de juego. El ex de la Juventus podría ser un híbrido entre los dos futbolistas, capaz de agitar como el extremo colombiano y de sumar números como el neerlandés. De ahí que por potencial sea el mejor de los tres. Tiene un golpeo demoledor, puede agitar los partidos con su desborde y posee varios recursos que le colocan a la altura de los mejores jugadores en su posición. Además, esa versatilidad le permite ser peligroso por las dos bandas. Ya se vio en aquella Eurocopa de 2021, en los que se mostró que era un futbolista por el que merecía la pena pagar más de 100 millones de euros.
Todo depende de la resurrección futbolística del italiano, de lo que esté dispuesto a dar para volver a ser el Chiesa que maravilló al mundo del fútbol. Al menos, por ahora ha caído en un Liverpool al que le van las cosas bien. Con una dinámica positiva siempre es más fácil entrar. Si no, que se lo digan al ex de la Juventus cuando estaba en Turín como uno de los referentes de un proyecto a la deriva. En Anfield, a través de sus puertas, se puede volver a abrir el cielo para él. Puede volver a ser el jugador que maravilló al mundo, al que nombraban como el mejor de una generación dorada de la azzurra. Le va a tocar remar, sí, pero no le queda otra.