La selección de Ecuador ha anunciado que Félix Sánchez será su próximo entrenador. Sustituye a Gustavo Alfaro y tendrá como primer reto importante la Copa América de 2024. Tras construir, a fuego lento, una Catar con bastante más identidad de lo que pareció en el Mundial de 2022, se encontrará con materia prima para replicarlo en Sudamérica. Eso sí, se ha ganado algunos detractores por sus primeras declaraciones allí.
Félix Sánchez en su presentación con Ecuador: «La decisión fue muy sencilla. Haberlos enfrentado en el Mundial facilitó que la decisión fuera inmediata».
🇪🇨 Ecuador: presente y futuro de Sudamérica
El Mundial de 2022 fue un tanto agridulce para el tricolor, que cayó en la fase de grupos tras un debut más que convincente frente a Catar y que, antes de llegar hasta ahí, fue una de las tres mejores selecciones de Sudamérica en el clasificatorio. Un combinado reconocible, sustentado en el talento joven incipiente en Ecuador, en una fortaleza física por encima de la media y modelo de juego capaz de empequeñecer rivales con su bloque defensivo compacto y sus ataques verticales. Gustavo Alfaro supo optimizar bien sus recursos para regresar a un Mundial ocho años después, el cuarto en su historia.
🇶🇦 Félix Sánchez: líder sin precedentes en Catar
Por mucho que la imagen que dio el país anfitrión en el Mundial de 2022 no fuese la esperada, el legado de Félix Sánchez está fuera de toda duda. Un técnico que dio sus primeros pasos como profesional en las inferiores del Barcelona y que, desde 2006, estuvo vinculado al fútbol catarí. Primero, en la ASPIRE Academy, hasta 2013, bajo la premisa de pulir el talento desde la base. Después, pasó a entrenar a las categorías juveniles del combinado nacional de Catar y, tras más de una década de trabajo, en 2017 se convirtió en el máximo mandatario técnico de la nación.
Una de las mayores críticas que recibió su selección fue el hecho de obtener un billete para el Mundial de 2022, sin disputar el clasificatorio. Aunque, lo lógico, era pensar que por nivel también habría superado esa fase preliminar, ya que se proclamó campeón de Asia en 2019. Algo insólito en la historia del fútbol catarí, cuyo palmarés apenas se resumía en los éxitos cosechados en la Copa de Naciones del Golfo, torneo menor que ni siquiera engloba a la mayoría de las selecciones continentales.
También logró un meritorio tercer puesto en la Copa América de 2021, a la que fue como invitado y de la que salió vestido de revelación. Lo consiguió con un fútbol vistoso para el espectador, aunque bastante diferente al que predomina en La Masía.
🤨 Modelo de juego en entredicho
El estilo que definió a la selección de Catar estos últimos años fue uno de naturaleza también vertical, especialmente dañina en transición ofensiva, sin rizar el rizo más de lo necesario con la pelota. Defensivamente compacta desde bloques medios-bajos y poco presionante en campo rival, mayoritariamente con tres centrales y carrileros. Pragmatismo cercano al que mostró Ecuador con Alfaro, aunque con bastante menos talento individual.
La sorpresa ahora ha llegado a raíz de las declaraciones del propio Félix Sánchez en su presentación con Ecuador: «Nos gustaría ser un equipo protagonista, con mentalidad ganadora desde el inicio ante cualquier rival, contexto y campeonato». Algo que sorprende si lo comparamos con lo que cimentó en Catar y, especialmente, con el fútbol recomendable en el país sudamericano. Voces autorizadas de la zona ponen en duda la sostenibilidad de esta idea por un tema que trasciende a lo técnico-táctico.
🌄 La altitud marca el camino
Porque una de las particularidades de CONMEBOL (Bolivia y Ecuador, sobre todo) reside en que la gran altitud geográfica condiciona la práctica del deporte. En primer lugar, porque el bote y vuelo de la pelota cambia en esas ciudades que se acercan a los 3.000 metros respecto al nivel del mar. Y, además, porque es indispensable medir mucho mejor los esfuerzos para no sufrir un agotamiento fuera de lo común. Una circunstancia que permite sacar mucha ventaja a las selecciones acostumbradas a lidiar con la altitud, y viceversa.
Eso no significa que no haya equipos que construyan en base a esa idea. Sin ir más lejos, Independiente del Valle, el equipo de moda en Ecuador y Sudamérica, lo hace. Pero, porque Sangolquí es una de las ciudades con menor altitud (2.500 m.) del país, por mucho que esté por encima de la media. La disyuntiva está en que, la actual selección ecuatoriana, cuenta con muchos jugadores que juegan en Europa y han perdido la costumbre de adaptarse al entorno para optimizar su rendimiento. Por ahora, Félix Sánchez deja algunas dudas en su discurso al llegar a un lugar un tanto particular en lo que al fútbol se refiere.