Fútbol internacional

Mesut Özil: adiós al último visionario contemporáneo

Como si de una estrella fugaz se tratara, Mesut Özil, irrumpía, brillaba, le seguíamos con la mirada y se desvanecía. La única diferencia es que esta estrella brillaba sobre un tapete verde y rectangular y no sobre el firmamento.

Ya no lo hará más, tras anunciar su retirada a los 34 años, declive mediante en Turquía. El alemán siempre fue un jugador de fogonazos. Conseguía dejar con la boca abierta a todo el mundo con sus conducciones, regates en una baldosa y con sus pases inverosímiles. Si fuiste amante del fútbol en la última década, seguro que recordarás su nombre. Y su aspecto, siempre reconocible por sus ojos saltones.

Özil ha repartido en su carrera de clubes 221 asistencias. Son más de las que repartieron Xavi (212) o Iniesta (162), aunque el de Fuentalbilla aún está en activo en el Vissel Kobe.

🏆 Otro hijo de un Mundial

Corazón alemán y sangre turca. Özil dio sus primeros toques en diferentes equipos de Gelsenkirchen, su ciudad natal en Alemania. En 2005 se incorporó a las categorías inferiores del Schalke 04, con el que disputó al año siguiente su primer partido en la máxima categoría alemana. Özil era un mediapunta habilidoso con el balón, pero sin un físico destacado. Cambió en el mercado de invierno y se fue al Werder Bremen tras saber que no iba a renovar con los mineros de Gelsenkirchen.

En Bremen marcó su primer gol en la Bundesliga y jugó la final de la Copa de la UEFA de 2009 ante el Shakhtar Donetsk. Cayeron ante el poderío brasileño del equipo ucraniano, que contaba con Fernandinho, Willian o Luiz Adriano. Ese verano, se quitó la espina al salir campeón del Europeo sub-21 con Alemania frente a Inglaterra. Neuer, Boateng, Khedira o Hummels formaban parte de esa plantilla germana.

Empezó a llamar la atención y 2010 fue su año. Firmó una gran temporada en las filas del Werder Bremen, venganza incluida con un gol ante su exequipo, el Schalke 04, que confirmaba la joya en ciernes que venía. Joachim Löw, seleccionador alemán, se lo llevó al Mundial de Sudáfrica con 21 años. Fue su escaparate definitivo. Influyó en cuatro de los siete partidos de esa Alemania que cayó contra España en las semifinales gracias al cabezazo de Puyol. Un gol(azo) y tres asistencias le valieron su desembarco al Real Madrid por 18 millones de euros.

🤩 Özil, un rebelde a las órdenes de Mourinho

No en el sentido de agitador o desobediente, sino porque Mesut era uno de los pocos de ese Madrid que tenía el don de la generosidad. Era la pausa en la tempestad. En un equipo muy físico y que convirtió el contraataque en su mejor arma, Özil fue el mejor lanzador. Con sus centros, con el interior, con el exterior, de cabeza, al primer toque, después de una bicicleta… da igual la forma, pero siempre encontraba la manera de hacer llegar el balón a alguno de sus compañeros. Ante un Barça con Xavi, Iniesta y Busquets en el centro del campo, el alemán hizo de puente entre Khedira y Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo y Benzema para plantar cara al temible equipo de Pep Guardiola.

En tres temporadas de blanco, de 2010 a 2013, Özil, Cristiano y Benzema enhebraron 448 goles para el Real Madrid. Cristiano Ronaldo participó en 214 acciones decisivas, con goles y asistencias, Benzema en 127 y Özil en 107. Un tridente que hizo vibrar al más optimista en unos años de dominio culé. Ganó una liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España.

😫 Una decisión que lo cambió todo

El alemán salió en 2013 del Madrid rumbo al Arsenal por 47 millones de euros en un movimiento sorprendente y que orquestó Mustafa Özil, padre del futbolista y que, posteriormente, el futbolista llevó a los juzgados. En Londres, su puesta en escena fue de más a menos. Aunque de los títulos que conquistó en esa época, se llevó el más preciado: la Copa del Mundo. En 2014 se coronó con Alemania en Brasil al ganar la final ante Argentina. Dejó un gol y una asistencia en el torneo.

Sin embargo, su luz se fue apagando. Los temas extradeportivos se colaron en su vida, se hizo viral por un intento de atraco con cuchillo en plena calle que evitó su compañero Sead Kolašinac. Perdió la magia. Y salieron a la luz sus carencias de tipo llano; de poca sangre. Algo que no le gustó a Mikel Arteta a su llegada al Arsenal. Tuvo sus más y sus menos con el técnico español, que ahora tiene a los gunners líderes de la Premier League. No tuvo reparo en deshacerse del estandarte del equipo al poco de aterrizar. Ese día, se fue el Mesut Özil que los futboleros recuerdan. De su paso por el Arsenal, nos dejó un baile a la defensa del Ludogorets para firmar uno de los goles del año 2016.

📴 Su ocaso se confirmó en Turquía

En enero de 2021 llegó libre al Fenerbahçe turco. Fue recibido como una estrella, pero ya no era el mismo. Unos problemas en la espalda y una lesión de tobillo marcaron su paso por uno de los gigantes de Turquía. Incluso acabó apartado del equipo tras un enfrentamiento directo con Ismail Kartal, técnico del Fenerbahçe durante el pasado curso. Con un año más de contrato, las dos partes separaron sus caminos.

Este último verano fichó por el İstanbul Başakşehir, tercero en la Superliga turca. Pero otra vez la espalda le apartó de la pelota. Tras una operación, Özil volvió a estar apto para el fútbol, pero su último tren ya había pasado. Esa relación con la pelota se fue desgastando hasta acabar por romperse definitivamente.

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