El fútbol profesional en Ucrania ha estado profundamente afectado desde que comenzó la invasión rusa en febrero de 2022. En medio de un conflicto devastador que ha traído incertidumbre, destrucción y dolor al país, la continuación de la Liga Ucraniana de Fútbol y la participación de equipos como el Shakhtar Donetsk en competiciones internacionales como la Champions League representan no solo una hazaña logística, sino un símbolo de resistencia y unidad nacional. Un año más, desde un país que vive atemorizado, tendrán que dar la cara en el terreno de juego mientras sus paisanos se juegan la vida en las trincheras.
🇺🇦 El milagro del fútbol en Ucrania
Todo el belicismo que rodea al fútbol ucraniano no viene de nuevas. Especialmente, para el Shakhtar Donetsk. Desde 2014, con la anexión de Crimea y el estallido de la guerra en el Donbás, se vieron forzados a abandonar sus ciudades y a buscar nuevas sedes en otras partes del país. Ya llevan una década lejos de su casa, y creían que habían huido, que Rusia nunca daría un paso más. Por desgracia, en 2022, el conflicto estalló. Las tropas rusas pisaron suelo ucraniano para dar inicio a una guerra de desgaste que aún no ha terminado. Son dos años de conflicto ininterrumpido en los que el fútbol ha perdido importancia.
Los equipos tuvieron que dejar salir a sus extranjeros y hacer fuerza con sus futbolistas nacionales. Y es que, aunque todo estuviese parado en el este de Europa, el balón seguía rodando en el resto del mundo. La Premier League ucraniana se ha reanudado bajo circunstancias extraordinarias, con los partidos jugándose a puerta cerrada por razones de seguridad. Y, claro, con protocolos de evacuación por los bombardeos. Las sedes de los equipos, los entrenamientos, y hasta los desplazamientos se han visto completamente alterados, y en muchos casos los jugadores se encuentran lejos de sus hogares, con sus familiares refugiados o luchando en la guerra. Lo milagroso es que, aun con todo esto, el Shakhtar ha seguido compitiendo.

El fútbol se ha transformado en algo mucho más que un deporte para los ucranianos.
💪 El Shakhtar resiste desde Polonia
Desde que estalló el conflicto, el Shakhtar Donetsk tuvo que volver a abandonar su hogar. Polonia les acogió para disputar los partidos de Champions League. Varsovia se transformó en su altavoz para mandar un mensaje al mundo: por mucho que la invasión rusa les tenga contra las cuerdas, ellos siguen resistiendo. Es la fuerza de todo un país en torno a un evento de masas como el fútbol. Ahí ha entrado el esfuerzo titánico de sus ‘soldados’. Sin necesidad de irse al frente, viven separados de sus familias. Son nómadas que han perdido su casa, y que cada día luchan por recuperarlo. Así, van a encarar su tercera temporada consecutiva compitiendo en Europa. Nunca había tenido tanto mérito jugar la máxima competición de clubes en el Viejo Continente.
De los brasileños a los ucranianos: la reinvención del Shakhtar
¿Cómo son capaces de soportar algo así? Esta es la primera pregunta que surge. Pues, como todo dentro de la resistencia ucraniana, con un sentido del deber llevado al extremo. Todos quieren luchar por su patria, y saben que pueden contribuir a la guerra sin disparar una sola bala. Dentro del Shakhtar Donetsk, han apostado por formar un grupo muy cohesionado que, sin ser familia, puede funcionar como tal para los jugadores. Aunque estén solos, hacen todo lo posible por no sentirse así. Por tanto, la preparación mental cobra una mayor importancia que la física. Saben que su fortaleza está ahí, en aguantar los golpes y permanecer impasibles ante el enemigo. No pueden flaquear en el verde para no hacerlo en el campo de batalla. Va mucho más allá del fútbol. Nunca el «partido a partido» de Simeone había ganado tanta trascendencia.
Por desgracia para el Shakhtar, no han conseguido pasar de fase de grupos desde que estalló el conflicto. Es más: desde 2018 no pisan los octavos de final de la competición. Su increíble labor de resistencia no está teniendo todo el premio que les gustaría. Siempre se están quedando a las puertas de esa victoria que serviría para mandar el mensaje al mundo de que Ucrania no se rinde. Solo les falta eso en materia deportiva, porque el resto es absolutamente intachable. Al menos, para esta temporada y con el nuevo formato, van a tener dos partidos más para seguir usando el fútbol como altavoz. Algo es algo para un equipo que vive de la esperanza de encontrar un futuro mejor. A ello se aferra el Shakhtar para recuperar su hogar dentro de un conflicto que se está alargando demasiado en el tiempo.