El fútbol femenino ha empezado este año su primera temporada como deporte profesional. Y eso supone un reto en todos los sentidos. La inversión que se ha hecho en la Liga F, aprobada por el CSD para la mejora de las instalaciones, asciende a 16 millones de euros. Otra medida para fomentar el interés general ha sido garantizar la retransmisión audiovisual de la competición íntegra. Así, junto a la audiencia, los ingresos por venta de entradas en los estadios son la verdadera muestra del crecimiento del fútbol femenino como industria y potencial producto de masas.
🤔 «No sabía que las chicas jugaban hoy»
Uno de los principales problemas que arrastra el fútbol femenino es la falta de información. Y no solo en cuanto al espectáculo, al análisis o al contenido derivado, sino también la escasez de información básica de servicio. Algunas de las quejas habituales están relacionadas con la opacidad para saber quién juega, dónde juegan y cómo comprar entradas. Los aficionados no están familiarizados con el calendario, ni tampoco con la forma de proceder de sus propios clubes. No en pocas ocasiones tienen que acudir a los perfiles oficiales de sus equipos en las redes sociales para encontrar información que aloje algo de luz.