Quizás sufrieron más de lo esperado y se quedaron sin vivir ese gol histórico que persigue Antoine Griezmann, pero no deja de ser una buena forma de cerrar un 2023 espléndido. El Atlético de Madrid venció por la mínima al Sevilla (1-0) gracias a un gol de Marcos Llorente. Ahora, a 7 puntos de los líderes, lo de buscar el récord goleador en 2024 no suena tan mal.
El legado de Simeone frente a las dinastías más grandes de la historia
❌ Griezmann se quedó sin récord para cerrar el año
El ambiente navideño del Metropolitano difería tremendamente con lo que tenía que haber sido este partido. Las fuertes lluvias a inicios de septiembre demoraron el choque, pero todo había merecido la pena por lo que podía ser este partido. Todo apuntaba a que sería el día en el que Antoine Griezmann superaría la cifra goleadora de Luis Aragonés como rojiblanco. Y, de paso, Simeone sumaba otro año más en el banquillo colchonero. El 2023 debía cerrarse haciendo historia. Por su parte, el Sevilla no estaba para tantos trotes. A ellos, con confirmar las buenas sensaciones del debut de Quique Sánchez Flores, les valía. Si le aguaban la fiesta a los madrileños, ya habrían cumplido su cometido.
No tardaron ambos equipos en hacer palpables sus intenciones. Con dos minutos de partido, Morata tuvo la más clara de la primera mitad y Rakitic había intentado marcar desde el centro del campo. El problema residió en que esa efervescencia inicial se quedó ahí. La primera mitad se debatía entre la zozobra y la ansiedad de Griezmann por poner su nombre con letras de oro en la historia del Atlético. Si a esto se le suma el bache de resultados por el que están pasando, el resultado fue un primer acto menos movido de lo esperado. El paso por vestuarios era más una necesidad que una obligación.
Desgranando el récord de Griezmann con el Atlético: los datos más curiosos
🟥 La expulsión de Soyüncü dio pie al resurgir atlético
Como si escuchar a Mariah Carey en el vestuario revitalizase a todos los presentes, la segunda parte trajo de vuelta ese ambiente electrizante del inicio. Tenía que ser el día. No había opción de que el 2023 acabase de otra manera en clave rojiblanca. En pos de cumplir esa profecía que se había creado en la grada, Marcos Llorente marcó en la primera jugada tras la reanudación. Aunque no fuese de Griezmann, valía para encarrilar el triunfo y calmar los ánimos. O eso es lo que se veía desde fuera. Simeone, al contrario de lo que ha mostrado en el último año, sintió vértigo. Retiró a Morata para dar entrada a Saúl Ñíguez, y el Atlético de Madrid perdió a su referencia. Sin el español, salir y asentarse arriba era mucho más complicado. Estaban perdiendo el dominio territorial que les dio el gol.

Griezmann tuvo un partido gris y no pudo conseguir el gol con el que superaba a Luis Aragonés.
El Sevilla ya había dado un paso adelante y se veía con fuerzas de lograr el empate. Poco a poco, el público Metropolitano se quitaba de la cabeza aquello de ver historia antes de acabar el año. Simeone, por segunda vez en el partido, volvió a sentir miedo. Sacó a Koke y metió a Soyüncü para ganar seguridad cerca del área de Oblak. «A falta de goles legendarios, victorias sufridas», tuvo que pensar el argentino. Todo estaba listo para una nueva sesión de unocerismo, ese viejo amigo que estaba desaparecido. Pero lo que no sabían es que les quedaba sufrir un nuevo revés. Tras un plantillazo a Ocampos del central turco en uno de sus primeros lances, acabó expulsado. Su vuelta a la senda del triunfo sería sufriendo o no sería de ninguna manera.
Simeone, con ese tercer susto de la tarde, apostó todo a su libreto clásico. Sacó a Griezmann, lo que impedía ver ese gol histórico y centraba toda la atención de la grada en el triunfo. El argentino, una vez más, hizo de director de orquesta de los ánimos del Metropolitano. Tenía que ser una caldera para aminorar los esfuerzos de Sevilla. El público aceptó el deseo del argentino. Aunque solo sea una vez al año, tampoco estaba tan mal lo de volver a las raíces del cholismo. Como en sus inicios, lograron cerrar la victoria. Sin brillo, sin historia y sin muchas otras cosas que fueron norma a lo largo de 2023… pero no dejaba de ser un triunfo para romper la mala racha y cerrar el año. Y esto, en los libros de Simeone y el Atlético, no deja de ser un éxito rotundo.