Un auténtico partidazo brindaron el Atlético de Madrid y el Real Valladolid en Pucela. Qué manera de sufrir, como canta Sabina en el himno. Porque sí, si lo lees de primeras, igual ver la palabra sobrevivir junto a un resultado de 2-5 parece algo irreal, pero ni mucho menos. Solo hay que ver el gesto del ‘Cholo’ tras el quinto gol de su equipo: un suspiro profundo y con gotas de sudor por los nervios mientras daba un trago de agua revitalizador.
El Atlético de Madrid regresó al José Zorrilla entre recuerdos del último título liguero. El club del Manzanares sigue firme hacia el subcampeonato. Los colchoneros se mantienen a dos puntos del Real Madrid y prometen luchar la segunda plaza hasta el último suspiro. Un partido, siete goles y dos partes muy diferentes, la primera con un ‘Atleti’ en otra galaxia, arrollador; la segunda con el Valladolid a pecho descubierto, que tuvo a los rojiblancos contra las cuerdas.
🚂 Griezmann motoriza al Atlético
Antoine Griezmann es el mejor jugador de la segunda vuelta del campeonato liguero. Una vez que el Atlético resolvió la situación de la cesión del francés y este pudo disputar los partidos sin restricción de minutos, los pupilos del ‘Cholo’ juegan con una marcha más. Griezmann flotó por el terreno pucelano a su antojo. Desde la mediapunta, detrás de Morata y con sus caídas al centro del campo para participar en la cocción de la jugada fue indetectable para el Valladolid.
Precisamente en una de sus internadas hacia el medio desde de la banda para fijar al lateral, la aprovechó Nahuel Molina para hacer el primero. El carrilero argentino se proyectó a la espalda de Iván Fresneda, que sufrió a pierna cambiada, y recibió un balón medido por parte de José María Giménez que dejó un pase exquisito. Molina controló completamente solo en el pico del área y batió a Jordi Masip. Parece otro jugador el de Embalse, que tras proclamarse campeón del mundo con Argentina está mucho más suelto en ataque. Gran noticia para el Atlético.
El show de Griezmann no se quedó ahí, puesto que regaló el segundo y tercer gol a los suyos. Cuatro minutos después del primero, Antoine puso al servicio de los aficionados del Zorrilla su finura en el golpeo. Un centro perfecto para botar una falta frontal que remató José María Giménez, el segundo del Atlético. Y redondeó su primera parte con una combinación soberbia junto a Morata. Pared de muchos quilates entre ambos con la que el francés entregó el gol al delantero después de un sutil toque con el exterior de su pie izquierdo.
🔀 Segunda parte de locura
El Valladolid, que consiguió recortar distancias de penalti en la primera mitad (Cyle Larin), salió a por todas en la segunda. Sin miedo, como suele ser habitual desde la llegada de Paulo Pezzolano al banquillo. La primera media hora del segundo periodo fue completamente dominada por los blanquivioletas. El Atlético se parapetó sobre la portería de Ivo Grbic y aguantó el chaparrón. Aunque es cierto que el croata no tuvo influencia en los goles del Pucela, no aportó la misma seguridad que si da Oblak a los suyos.
Martin Hongla marcó tras el rechace de un córner, aunque se lo anularon correctamente debido a que estaba en fuera de juego. Apenas unos minutos después, de nuevo en un saque de esquina, Escudero cabeceaba al fondo de las mayas. La entrada del ex del Granada fue clave para el Valladolid que volcó el peligro por su banda y aprovechó su zurda para cambiar el partido. Sergio León con un cabezazo al larguero estuvo cerca de colocar el empate.
El Valladolid pidió penalti en una mano de Saúl que los colegiados no consideraron como punible. Al término del choque, Pezzolano se quejó insistentemente: «es penalti y desde el VAR no han querido pitárnoslo». En cualquier caso el Atlético sentenció el partido al contragolpe. Primero con un tanto en propia puerta de Joaquín tras un pase de Correa. Después, Memphis, que regresó tras su lesión, marcó un golazo espectacular solo a la altura de la calidad del neerlandés que hizo lo que quiso con los centrales vallisoletanos. Y tranquilizó a todos con el 2-5 definitivo.
🎭 Objetivos muy diferentes
El Atlético de Madrid tiene asegurada su presencia en la Champions League, el objetivo mínimo que se le exige a los del ‘Cholo’. Su mira sigue fijada en la segunda plaza del campeonato liguero. Los colchoneros recibirán las visitas de Cádiz, Osasuna y Real Sociedad y viajarán a Elche, Barcelona para medirse al Espanyol Villarreal. Seis partidos y la esperanza de sumar los dieciocho y que el Real Madrid, con la Liga de Campeones de por medio, pinche.
Por su parte, el Valladolid sigue irremediablemente ligado al descenso. Los pucelanos tienen cuatro puntos más que el Getafe y un calendario endiablado. Sus próximos dos choques, en cuestión de diez días les enfrentarán al Rayo Vallecano, que lucha por Europa, y al resucitado Sevilla de Mendilibar. Después tendrán tres duelos directos en sus últimos cuatro partidos. Visitarán Cádiz, y Almería, rivales por la quema, y recibirán al Barcelona, que llegará como campeón y al Getafe en lo que puede ser una última jornada de infarto.