En las guerras a veces no gana el que tiene más efectivos o el que más armamento posee; muchas veces triunfa el más contundente y al que le sonríe la suerte. Las dos cosas se unieron en Pamplona para el triunfo del Atlético de Madrid (0-2). No fue un partido fácil, pero los discípulos del ‘Cholo’ Simeone son expertos en bajar al barro y encontrar oro. Resistieron contra viento y marea; tanto como el poste que aguantó el remate de Mojica en el primer tiempo.
Sin embargo, los rojiblancos tuvieron el acierto de convertir en gol dos de los tres disparos a portería que tuvieron. Con un Lino excelso, que participó directamente en las dos dianas colchoneras, y un letal Griezmann, el Atleti cimentó una victoria importante para su moral y que da continuidad al triunfo del derbi. Esto acaba de empezar, pero en dos jornadas el equipo madrileño ha recuperado el terreno perdido tras el hundimiento de Mestalla.
😎 La receta del derbi sigue valiendo
El Atlético de Madrid tiró de hemeroteca y recordó la ruta que debía seguir para asaltar El Sadar. La temporada pasada lo consiguió con lucha, defensa y un solitario gol de Saúl. La lección estaba aprendida. Aplicó el mismo método el Atleti para volver a imponerse en uno de los campos más complicados de la Liga. El conjunto del ‘Cholo’ atacó a cuentagotas y, sobre todo, por la banda izquierda, donde Lino está asumiendo los galones del añorado Carrasco.
El brasileño ya se salió en el derbi ante el Madrid y utilizó la misma receta que contra los blancos para abrir el marcador en Pamplona: balón colgado desde la izquierda al movimiento del delantero. Esa fórmula volvió a funcionar contra Osasuna. Morata no remató, pero sirvió para molestar a Aitor Fernández. El rebote de la acción le cayó a Griezmann, que en una posición escorada tuvo la habilidad de anotar.
160 goles de Griezmann con la camiseta del Atlético de Madrid en partidos oficiales. Ya solo está a 13 de superar a Luis Aragonés como máximo goleador colchonero de la historia y a solo 8 de igualar a Escudero.
⚡ Conexión entre Lino y Riquelme
Las dos jóvenes, cedidos por el Atlético la temporada pasada, en plantilla porque Simeone decidió quedarse con ellos, mostraron un gran nivel ante Osasuna y sumaron dinamismo y fuerza al equipo rojiblanco. Aunque empezó jugando Riquelme por el carril izquierdo en las primeras jornadas, Lino ha adelantado al español en esa posición que ocupaba hasta ahora Carrasco. Eso ha hecho que la participación de ‘Roro‘ haya quedado relegada al rol de revulsivo. Todavía parece no haber acabado la particular mili con Simeone.
Lino participó en el primer gol del Atleti y asistió a Riquelme en el segundo con un pase entre líneas sobre una defensa osasunista desajustada. Este gol del canterano colchonero fue un alivio, ya que los madrileños estaban pasando los peores minutos ante el asedio local. Riquelme controló el pase de Lino, amagó, se fue de Aitor y remató a placer. Calidad y desparpajo no le faltan.
🟥 La polémica y las expulsiones afearon el encuentro
El partido en El Sadar tomó aires épicos. Osasuna atacaba con todo y el Atlético se defendía. A todo esto, en el minuto 75, en una acción a balón parado, David García convirtió el tanto del empate rojillo de cabeza. Sin embargo, el colegiado Martínez Munuera anuló la acción por falta de Aimar Oroz sobre Axel Witsel. Un golpe del futbolista navarro en la cara del belga desató la polémica, ya que en las imágenes se aprecia como el canterano del Tajonar había sido previamente empujado por Giménez.
La acción enfadó enormemente a los miembros del banquillo rojillo. Tanto que le costó la expulsión a Jagoba Arrasate, que se fue hacia los vestuarios mientras exclamaba «siempre a nosotros, a ellos nunca» y señalaba el banquillo del Atleti. Por su parte, Oroz explicó la acción en DAZN: «Giménez me mete un empujón y al ir para atrás le toco un poco, pero nada del codo. Un poco con la mano».
Esa acción encendió los ánimos, ya que del posible empate se pasó al 0-2 de Riquelme. Los de Osasuna no daban crédito. Y para asegurarse el triunfo, el Atlético empezó a proteger balones. Aquí tuvieron sus más y sus menos Álvaro Morata y el ‘Chimy’ Ávila. Los dos atacantes se enzarzaron en dos acciones separadas por pocos minutos y el colegiado decidió expulsar con roja directa al jugador de Osasuna y también echó al del Atlético, aunque con segunda amarilla. Es la segunda expulsión del ‘Chimy’ esta temporada. Un final caliente que no dignifica lo visto en el terreno de juego.