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Samu Omorodion pone contra las cuerdas a Xavi

El Barcelona se reencontró con la victoria ante el Alavés (2-1) gracias a los goles de Robert Lewandowski. Pese a ello, las buenas noticias terminan ahí, pues los de Xavi estuvieron contra las cuerdas por un tanto en el primer minuto de Samu Omorodion. Una vez más, el Barça se atascó en exceso, aunque esta vez tuvo el acierto del polaco. Y eso, a diferencia del resto de partidos, marca la diferencia.

🎯 Samu Omorodion casi le amarga la tarde al Barça

Sin ser tan imponente como el Camp Nou, Montjuïc da el mismo respeto. Pese a tener algunas calvas su grada, el ambiente de este barcelonismo más pasional en tiempos de crisis era excelente. Por mucho que el Barça hubiese cambiado de domicilio, visitar su casa era ir al matadero para equipos de la tabla baja. La lógica invitaba a que al Alavés se le haría largo el partido, apoderado por ese miedo escénico. Entonces, entró en juego la incógnita de toda esta gran ecuación. A Samu Omorodion, como a todo aquel novel que se mueve entre la inconsciencia y la inocencia, le daba igual el escenario. Tardó 20 segundos en adelantar a los suyos y enfriar los ánimos de los locales.

A partir de ahí, el Alavés tenía más claro el qué debía hacer para puntuar en su visita a la Ciudad Condal. Debían estar juntos en bloque bajo, con Samu amenazando al espacio. El Barça, que aún seguía en shock tras el tempranero tanto, oscilaba entre los nervios y el miedo a que se volviese a escapar el atacante babazorro. Su pavor estaba justificado, pues cada vez que salía el delantero babazorro no importaba la distancia que tenía que recorrer hasta la portería: iba a ser una ocasión de peligro. Tras el gol, tuvo otras dos ocasiones de valor gol en las que su potencia eclipsó todo. El Alavés, de haber estado un poco más acertado su delantero, podría haberse ido al descanso con un resultado más abultado que un 1-0. Xavi no salía de su incredulidad en el banquillo.

Samu Omorodion Barça

Samu Omorodion torturó a la defensa del Barça durante la primera parte.

🔙​ Lewandowski acude al rescate

Las permutas tácticas no se hicieron esperar después del paso por vestuarios. Koundé, muy exigido por Samu en el centro de la defensa, se movió al lateral derecho y le dejó su hueco a Araújo. Esto, sumado a que el Alavés salía peor por lo magullado que acabó su delantero en la primera mitad, hizo que los tambores de guerra comenzasen a sonar en lo alto de Montjuïc. Iban a por la remontada, y ahí es donde tenían que brillar sus mejores futbolistas. Todas las miradas caían sobre uno en concreto: Robert Lewandowski. Dentro de su anómala sequía goleadora y la pobre primera parte que cuajó, tocaba que diese la cara. Dicho y hecho. Se aprovechó de un centro de Koundé para firmar un excelso remate de cabeza con el que batió a Sivera para marcar el 1-1. Podrá estar de capa caída, pero el gol nunca se irá de su lado.

El partido entró en un intercambio de golpes. El control del balón era del Barça, pero el Alavés asustaba a Montjuïc cada vez que salía. Tocaba que Lewandowski volviese a dar la cara. Ferran, que había entrado para facilitarle la vida, le dio una nueva ocasión para reconciliarse con el gol gracias a un penalti que forzó. El polaco, para agradecerle su trabajo, no falló. Ahí estaba el partido que tanto se le había atascado en los últimos tiempos. Sin ser el más decisivo en el juego del equipo, sí lo era en el marcador. Al Barça no le hacía falta más. El Alavés, tocado de muerte, trató de volver a dar la sorpresa sin fortuna. Así, con algún que otro sobresalto que cuestiona la seguridad defensiva de los culés, el encuentro llegó al final. Quizás no era lo que soñaron, pero sí servía para que Lewandowski recuperase sensaciones. Si se activa él, el Barça acorta su camino hacia la victoria.

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