Ni uno, ni dos, ni tres. Son cuatro los extremos izquierdos que han rechazado al Barça en este mercado de fichajes. Ya sea por su propia convicción, por la situación o porque las negociaciones ni empezaron, los de Flick se van a quedar sin reforzar una posición que parecía prioritaria al inicio del mercado. A la dirección deportiva culé no le ha funcionado ninguna de sus propuestas. ¿Qué ha pasado para que ninguno de los nombres en la lista haya accedido a jugar en uno de los clubes más grandes del fútbol?
❌ Nico Williams, el nombre del verano
Lejos de los focos que han arrastrado las llegadas de Julián Álvarez y Kylian Mbappé al fútbol español, ha habido otro gran nombre en este mercado de fichajes. Nico Williams, tras su grandísima Eurocopa, era el objetivo prioritario del Barça para reforzar la banda izquierda. El fichaje era perfecto por mil y un factores: la edad, el potencial, la sintonía con Lamine Yamal… Hasta el precio podía encajar en la delicada realidad económica del club. Por esa parte, se entiende la insistencia por el futbolista. Debía ser él, no otro.
Sin embargo, el Athletic se mantuvo firme en todo momento. Al tener contrato en vigor, se remitieron a su cláusula de 58 millones de euros que se debían pagar de una tacada. Este factor fue determinante en la continuidad de Nico Williams en Barcelona, pues los culés no podían afrontar el pago sin fraccionarlo. Por mucho que el jugador estuviese tentado de jugar con su amigo Lamine, fue inviable llevarle a la Ciudad Condal. Luego comenzó un juego de informaciones cruzadas que alimentaron la llama de los aficionados del Barça, pero no consiguieron cambiar un destino que ya estaba sellado.
👋🏿 Ongi etorri etxera, @willliamsssnico‼️
Nico Williams ya está en Lezama ❤️#AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/jkljokSq86
— Athletic Club (@AthleticClub) August 6, 2024
🇨🇴 Luis Díaz, aficionado del Barça y jugador del Liverpool
El nombre de Luis Díaz se relacionó a los colores blaugranas incluso antes que el de Nico Williams. Se decía que el colombiano estaba loco por enfundarse la elástica culé, pues siempre fue aficionado del Barça. No obstante, siempre se supieron las dificultades para afrontar su llegada. El Liverpool no estuvo nunca dispuesto a negociar por él, menos aún después de su excelsa Copa América. Si se lo querían llevar, tocaba sacar a pasear la billetera.
Pese a tener similitudes con el no fichaje de Nico Williams, hubo una diferencia clave en este traspaso fallido. Lejos de la guerra mediática que hubo por el español, por el colombiano se aparcó de inmediato. No hubo espacio ni para abrir un culebrón, muestra de la pérdida de poderío del Barça en el mercado. En otros tiempos, el club de la Ciudad Condal hubiese tensado la cuerda al máximo para conseguirlo. Para esta vez la realidad fue mucho más cruel. No pudieron ni intentarlo, solo resignarse.
😴 Rafael Leão, el sueño que no se materializó
Que el Barça no consiguiese fichar a Rafael Leão entraba dentro de las posibilidades. Sin embargo, así como Luis Díaz en el principio del mercado, la llegada del portugués estuvo ahí. Como el gran Míchel González cada vez que un banquillo queda libre, sonó. Se comenzó a hablar de que era el nombre tapado, de que el podría hacer olvidar a Nico Williams. Y, para qué mentir, hubiese sido tremendo. Sin embargo, no parece que ni se iniciasen los contactos formales con el Milan para materializar el fichaje.
El caso de Rafael Leão fue tan breve que, a falta de confirmación oficial, pareció más una columna de humo en la ventana de transferencias que algo real. No se sabe si el Barça usó su nombre para intentar forzar una rebaja en el precio de Nico Williams o para cualquier otro tipo de estrategia. Sea como fuere, no salió. Fue bonito mientras duró, como un amor de verano. A fin de cuentas, fue algo así. El sueño de reforzarse con uno de los mejores extremos del mundo se quedó en el mundo onírico, y no pasó nunca de ahí.
👎 Federico Chiesa para poner la guinda
Como plan desesperado para reforzar el extremo izquierdo del Barça, sonó Federico Chiesa. Hace dos años, el nombre del italiano hubiese despertado muchísima más ilusión en la parroquia culé. Por desgracia para ellos, vivimos en 2024 y el atacante no ha vuelto a ser el mismo desde su grave lesión de rodilla. Aquel jugador eléctrico, el que valía más de 1oo millones de euros, se perdió por el camino. De ahí que la Juventus accediese a venderle por una cifra irrisoria, y parecía que lo tenía hecho con el Barça. Parecía.
A última hora, apareció el Liverpool. Los ingleses, pese a su nutrida nómina de atacantes, vieron que era una oportunidad de mercado. Por mucho que no fuese el mismo, el precio merecía la pena por el riesgo. No tardaron en llegar a un acuerdo club y futbolista para llevarse el gato al agua. Por cuarta vez en el mercado, el Barça perdía a su objetivo para reforzar la plantilla. El shock fue tal que, a falta de sorpresa de última hora, no se van a mover. Flick tendrá que tirar con lo que tiene. Y, aunque no les ha ido mal en este arranque, parece que ese agujero va a hacer daño durante la temporada.