No estaba en sus planes marcharse ahora, pero Damián Suárez se va del club de su vida como el jugador más veterano de la plantilla, dando otro ejemplo de amor por unos colores y lejos de ser un problema. A sus 35 años, el capitán terminaba contrato el próximo 30 de junio y al no alcanzar un acuerdo para renovar, todas las partes acordaron que lo mejor era cerrar aquí su historia de amor. Porque sí, el considerado para algunos jugador más sucio de la liga española en el fondo es un romántico. «El Getafe significa todo para mí, me ha ayudado a crecer como persona», fueron sus últimas palabras como azulón. Al menos, como futbolista profesional, ahora que su futuro parece estar en Brasil. Este es el legado que deja.
🏟️ Damián Suárez hizo historia antes de irse
El lateral derecho desembarcó en la península ibérica en 2011, año en el que recaló en las filas del Sporting de Gijón, procedente del Defensor Sporting uruguayo. Sin embargo, el lugar en el que Damián Suárez se convirtió en una leyenda fue en el Coliseum de Getafe, después de curtirse en el Elche. Su etapa en el sur de Madrid comenzó en el verano de 2015, cuando nadie imaginaba que, casi una década después, se marcharía entre lágrimas, de esas que delatan dónde has sido feliz. No es para menos, porque durante estas ocho temporadas y media ha disputado 295 partidos oficiales, 240 en Primera, que le convierten en el jugador azulón con más encuentros en el fútbol profesional español.
Han sido campañas muy variadas, en las que Damián Suárez tuvo tiempo de vivir en sus propias carnes la amargura de un descenso, la dulzura del regreso a la élite y la posibilidad de disputar competiciones europeas, antes de rozar la clasificación a toda una Champions y de vivir el declive del proyecto. Estos últimos años ha capitaneado a un Getafe con el objetivo de mantener la categoría; qué mejor manera de despedirse que con una salvación, pensará uno de esos profesionales que si están en tu equipo los idolatras y que, de lo contrario, los declaras enemigo público número uno.
En todo caso, la despedida tiene más de hasta pronto que de adiós, tal y como ha declarado Damián Suárez en su última rueda de prensa como futbolista del club: «Algún día volveré, obviamente, aunque si estoy bien quiero seguir jugando y retirarme cuando quiera«. Su futuro parece encaminado a la secretaría deportiva y no se descarta que pueda ser la mano derecha dentro de unos años de Ángel Torres, actual presidente del Getafe, hacia el que el ’22’ se deshizo en elogios.
🇺🇾 Garra charrúa al servicio del Getafe
El principal culpable, en el buen sentido de la expresión, de que Damián Suárez haya hecho historia en el Getafe, corre a cargo de Fran Escribá, su mentor. El mismo que le apadrinó en Alicante y que, cuando cambió el Elche por el Getafe, pidió expresamente su fichaje. Aquello salió a pedir de boca, aunque fue José Bordalás quien más exprimió su talento defensivo, correoso hasta para desayunar; y ofensivo, con un guante para poner centros y un cañón cuando la cosa iba de probar al portero rival. Fueron 200 partidos compartidos entre el técnico precisamente alicantino y el nativo en Montevideo. En total, 37 asistencias y 9 goles, que para ser un lateral no están nada mal, pero que, sobre todo, resultan especialmente estéticos para el espectador. Ante todo, jugador de equipo, pero sin renunciar a algún que otro highlight.
Qué mejor manera de despedir el Coliseum este 2020 que con este jugadón y golazo marca de la casa de Damián Suárez 😵🦊
¡Pasen y vean! 😍 pic.twitter.com/gjEnZjQhcG
— Getafe C.F. (@GetafeCF) December 26, 2020
Se podría saber que es uruguayo sin necesidad de pedirle el pasaporte, vaya. Otra parte de su legado está en cómo ha implantado la garra charrúa en el Coliseum, ya que antes de su llegada el Getafe apenas había contado con cinco compatriotas suyos en lo que va de siglo, mientras que después de su primera firma llegaron otros seis: Leandro Cabrera, Mauro Arambarri, Mathías Olivera, Sebastián Cristóforo, Erick Cabaco y Gastón Álvarez. Tampoco es que Damián Suárez sea un mito de su país, apenas ha sido internacional en siete partidos y le costó Dios y ayuda llegar a la absoluta. De hecho, con Tabárez no sucedió, fue con Diego Alonso quien se fijó en él, a sus casi 34 años. Pero, aun así, desde tierras charrúas ubicaron Getafe en el mapa desde mucho antes.
¡Jugada de tiralíneas y golazo de Damián Suárez para alzarnos al tercer puesto en la clasificación de @laliga! ☄
🦊🇺🇾 ¡U-RU-GUA-YO! 🦊🇺🇾#VamosGeta pic.twitter.com/a8EjjQOzhm
— Getafe C.F. (@GetafeCF) February 4, 2020
😍 Sus mejores momentos en el Coliseum
«No puedo quedarme con solo un recuerdo, hay muchos. Vine con muchas ganas y me tocó descender. Fue un palo duro, pero por suerte al año siguiente se logró el ascenso. Eso fue lo mejor que pasó. Llevar este escudo a lo más alto», declaró Damián Suárez echando la vista atrás, al ser preguntado por su mejor momento en el equipo madrileño.
Aunque, si se trata de escoger algún partido en concreto, ahí aparecen los dos del Ajax, en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Europa League 2019/2020. Lógico si tenemos en cuenta que el equipo de Ámsterdam estuvo a punto de clasificarse para una final de Champions unos meses antes y que Getafe no era un equipo acostumbrado a pelear en esas lides. Por mucho que en 2008 se quedará muy cerca de eliminar al Bayern en cuartos de final de la Copa de la UEFA.
«Nadie apostaba por el Getafe, lo dimos todo y conseguimos pasar de fase gracias a un gol de mi amigo Jaime Mata. Recordaré toda la vida esos dos partidos», explicó Damián Suárez, además de poner en valor las figuras del técnico que más potenció sus virtudes y del resto de su staff técnico: «Quiero tener un recuerdo especial para José Bordalas y Javi Vidal por darme ese respeto, soy lo que soy gracias a ellos. Sé que no soy fácil de llevar a veces, pero es mi forma de ver el fútbol y nunca la voy a cambiar».