⚽ Real Madrid

El Madrid tira de pizarra y ‘centrocampismo’ para amargar la Navidad al Villarreal

El Real Madrid no tuvo piedad (4-1) con el ‘Submarino Amarillo’ en esta decimoséptima jornada liguera. Una que no olvidará fácilmente el Villarreal, al que todo le salió en contra el día de hoy. Mal síntoma haber gastado en Rennes toda su fortuna, en la semana previa a la lotería navideña. Tiene pinta de que en Castellón no tocará ni la pedrea. No como en la capital, a un Real Madrid al que (casi) todo le sale bien.

Lesiones a un lado, esta vez con David Alaba como cruel protagonista de la noche por su rotura del ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda, los locales se divirtieron sobre el rectángulo de juego y lucieron pegada pese a salir con cinco teóricos centrocampistas. Los mismos que decantaron la balanza. Jude Bellingham abrió la lata mediado el primer periodo, cuándo no; Rodrygo Goes puso tierra de por medio al filo del descanso y, aunque el tanto de Morales pudo reabrir la contienda, Luka Modrić y un inspirado Brahim Díaz se encargaron de terminar con el suspense.

🚑 Una primera parte accidentada

El duelo que cerraba la jornada dominical tuvo de todo. Ocasiones, detalles tácticos reseñables y una plaga de lesiones que amargarán la Navidad de ambos equipos. Del Real Madrid, que se echó a temblar por el cartel en la frente de ligamento cruzado con el que David Alaba abandonó el campo. Y del Villarreal, que forzó a su columna vertebral y ve como puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Kepa vs. Lunin: estadísticas y sensaciones reabren el debate

Primero cayó Álex Baena por un encontronazo fortuito con Lucas Vázquez y en el descanso se fueron con molestias Gerard Moreno y Raúl Albiol. En total, cinco cambios antes de comenzar el segundo acto, si sumamos el de Fran García por Ferland Mendy, quien sabe si por precaución, por repartir minutos o porque el partido quería que los servicios médicos de ambos conjuntos no pudieran regresar a sus casas ni en Nochebuena. El calendario hace estragos.

🧑‍🏫 El Real Madrid más asimétrico

En lo táctico, Ancelotti dio un giro de tuerca más, que podría marcar un punto de inflexión en la temporada. Tanto en la fase ofensiva como, especialmente, en la defensiva. Con el balón, Lucas Vázquez, teórico lateral derecho, jugó más de carrilero que de lateral, a una altura más comparable a la de Rodrygo, su homónimo en la izquierda, que a Ferland Mendy, el lateral izquierdo.

Al brasileño no se le vio especialmente lúcido al recibir abierto para encarar en uno contra uno, en un rol que suena coherente con sus características y que, sobre todo, ilusiona para que lo desempeñe Vinícius Júnior cuando vuelva de la lesión. Más aún, si el centro del campo, clonado por el ADN de Toni Kroos, imprime la velocidad de balón que se vio hoy en el Bernabéu. Fede Valverde y Luka Modrić también se hartaron de girar el bloque del Villarreal con sus cambios de orientación, sin que Brahim Díaz, Jude Bellingham o los centrales se quedasen con las ganas de aportar en esa faceta.

Tchouaméni Real Madrid

Aurélien Tchouaméni reapareció tras su lesión con el partido ya sentenciado.

Lucas Vázquez, más enfocado en llegar que a estar arriba, estuvo muy potenciado por la pizarra de ‘Carletto’. Con el físico para repetir esfuerzos, aparecer por sorpresa y dar profundidad; y la energía y compromiso táctico para presionar en campo contrario. Aquí reside la segunda y gran novedad del Real Madrid, lejos de defender con su 1-4-4-2 preponderante en bloque medio, en favor de asfixiar muy arriba a su rival con marcajes individuales. Lucas saltó a emparejarse con Alfonso Pedraza, el lateral rival; Modrić hizo lo propio con Mandi, central izquierdo; y los centrales acompasaron el plan al perseguir muy lejos a sus parejas de baile.

🤩 Brahim Díaz ha llegado para quedarse

En este escenario de partido, el Villarreal acabó desesperado, sin soluciones para superar la presión intensa y ordenada de los blancos. Algo que ha sido más una debilidad del segundo ciclo de Ancelotti, que una fortaleza. A Gerard Moreno le refrescaron el cogote los soplidos de Alaba y Parejo sufrió en sus propias carnes la misma circunstancia, cortesía del señor Díaz.

Tras el doblete de Joselu en Champions, la duda estaba en si Carlo alinearía al ex del Espanyol o al del Milan, y no se equivocó al apostar por el segundo. Brahim no solo brilló con sus conducciones verticales tan características, como la del 3-1, y con sus combinaciones de un Rodrygo que agradece su presencia. También dejó un despliegue encomiable para anular al metrónomo de Marcelino García Toral.

Brahim Díaz, un talento incomprendido en el Real Madrid

Anulados los dos centros neurálgicos del ‘Submarino Amarillo’, los visitantes vivieron muy lejos de la portería de Lunin y del gol, salvo en el 2-1 de un José Luis Morales que ha desbancado a Sørloth del once. No fue el mejor Real Madrid en términos de generación de ocasiones, pero sí en cuanto a dominio territorial y manejo de la posesión. El Villarreal estuvo a merced de los merengues, que hicieron largo y ancho el campo, sin abandonar su liquidez posicional por dentro y sin un ‘9’ al uso. Jude, Luka y Brahim fluyeron por dentro y mostraron colmillo de cara a puerta. Eso fue la gota que colmó el vaso y acabó con las opciones de puntuar para un equipo que, además, pagó el sobreesfuerzo del pasado jueves en Europa League.

Con esta victoria, la séptima del Real Madrid en los últimos ocho encuentros, los blancos duermen líderes, a la espera de comprobar mañana ante el Alavés si el Girona de Míchel sacará esta semana los polvorones como primer o como segundo clasificado. El cuadro groguet, por su parte, suma su cuarto pinchazo en los últimos cinco compromisos. Lo que cortan ellos no es el turrón, que hoy en día ya es de todo menos turrón, sino el efecto Marcelino García Toral.

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