La dura derrota en el Bernabéu frente al Barcelona dejó al Real Madrid (muy) tocado. Sin rumbo en Laliga, en Champions y plagado de lesiones. La realidad, un mes después es otra. Sí, en Europa siguen sin dar la talla, y los contratiempos físicos no han frenado, pero el bajón del Barcelona y las victorias sin demasiado esfuerzo han situado al equipo de Ancelotti a un solo punto del liderato, y con un partido menos. LaLiga, de momento, con el Atlético tercero a un punto de su eterno rival, parece contar con tres aspirantes.
En los primeros 30 minutos de juego, hubo poco que destacar más allá de la sobreactuación de Nyom, quien se llevó una tarjeta amarilla en un córner a los 12 minutos, y que, pes a ello, Nyom reincidió con agarrón sobre Rüdiger a escasos metros del árbitro. Penalti indiscutible. Bellingham fue el encargado de lanzarlo, con una ejecución que combinó el estilo de Lewandowski y Jorginho, sumando el 1-0 y desbloqueando un partido que hasta entonces había estado trabado. El Getafe jugaba a lo suyo: presión intensa, faltas tácticas y un planteamiento defensivo sólido, con Alderete actuando en el medio junto a Milla. A pesar de ello, el Madrid supo imponerse, con Ceballos funcionando en el centro y Bellingham brillando como enganche. El inglés, que recibió un trato de estrella desde el inicio, demostró su calidad asistiendo a Mbappé para el 2-0 con un pase diagonal perfecto que el francés definió con potencia y precisión.
Tras el descanso, Bellingham no volvió al campo debido a un golpe recibido en un choque con Soria. Tampoco lo hicieron Arambarri, por razones similares, ni Nyom, quien corría el riesgo de ser expulsado. En su lugar ingresaron Coba y Uche, este último destacando por su físico imponente, aunque también frágil. Cubrió bien una jugada ante Rüdiger y estrelló un remate en el palo, pero terminó lesionado en la misma acción. Ese disparo al poste evidenció una mejora en el juego del Getafe, que se mostró más valiente en la segunda mitad. Sin embargo, Bordalás arriesgó con su planteamiento, exponiendo a su equipo a una contra letal que, por fortuna para ellos, no llegó.
El marcador pudo haber sido más abultado. Hernández Hernández llegó a señalar un penalti por mano que el VAR corrigió al demostrar que el balón había golpeado en la pierna. Mbappé, por su parte, desaprovechó dos oportunidades claras: en la primera, tras recibir un pase en profundidad, eludió al central y al portero pero cruzó demasiado su remate. En la segunda, un pase milimétrico de Modric lo dejó en posición de volea, pero el disparo facilitó una buena parada de Soria. El arquero del Getafe también frustró un gol de Valverde con una intervención espectacular.
Pese a la resistencia del Getafe, que incluso generó peligro con un disparo de Diego Rico al palo y una jugada de John Patrick que terminó con el balón golpeando larguero y poste, el Madrid mantuvo el control. Este Real Madrid, a pesar de las bajas y los problemas recientes en Champions, está a un punto del líder en la tabla. Y eso, incluso sin tener todavía la mejor versión de Mbappé.
