Hubo remontada del Villarreal (2-3) en el Bernabéu, con un Samu Chukwueze en estado de gracia que ha dejado uno de los mejores partidos de su carrera. Doblete para enmarcar y participación directa en los tres goles del ‘Submarino Amarillo’, un suplicio para la defensa del Real Madrid en un duelo roto desde el primer tiempo. Poquísimo control por parte de los dos conjuntos, ritmo altísimo y transiciones como ya mostraron en el duelo copero o en el de la primera vuelta. Ocasiones a granel: 18 disparos para los locales y 17 para los visitantes.
🥵 Correcalles con más pegada del Villarreal
De inicio, parecía que este contexto de partido no beneficiaría a los de Quique Setién. Más aún, sin Albiol y Gerard Moreno. Pero, en las áreas, salió victorioso el equipo de Chukwueze y de Pepe Reina. El nigeriano le dio mucho trabajo a Nacho Fernández, de vuelta a la titularidad con Alaba como central; gracias a sus cambios de ritmo, conducciones atrevidas, recursos técnicos para driblar, pausa y colmillo. El portero, pese a no llegar en un buen momento, se hizo grande en los mano a mano y volvió a ser resolutivo ante el Madrid, con tras ocasiones valor gol que le negó, especialmente, a un Vinícius más activo que nadie.
Samu Chukwueze: «He marcado un golazo de locos. No estoy en el mejor momento de mi carrera, voy a mejorar para ser mejor».
El brasileño terminó desesperado por las faltas recibidas, aunque eso no le sacó del partido como ha sucedido en otras ocasiones. Esta vez, ‘Vini’ le ganó claramente el duelo a Juan Foyth, uno de los marcadores de la liga que mejor le tenían tomada la medida. No tanto a través del regate, sino del desmarque a su espalda y de la superioridad táctica o numérica que lograron los merengues en su flanco izquierdo ofensivo. Buenas sinergias con Nacho y caídas clave de Ceballos o Asensio, como en el gol en propia meta de Pau Torres. Se impusieron las delanteras a las defensas. Sensación de fragilidad visitante más allá de la victoria y de la racha de tres triunfos consecutivos.
🧑🏫 Plan B de Ancelotti: Real Madrid sin control
El Real Madrid salió con la fórmula que tan bien le funcionó contra el Valladolid hace una semana en términos de resultado. Sin embargo, se vio que sin Kroos, y sin Modrić y Valverde hasta la media hora final, pierde mucho control. A cambio, gana vértigo y generación de peligro. Sobre todo, si puede correr. Con cuatro atacantes, en un sistema en el que Asensio y Rodrygo permutan en el centro-derecha. Seis cambios respecto al once que derivó en la histórica remontada del Camp Nou (0-4). Alaba se marchó sustituido al descanso, en principio, por mera repartición de minutos.
Carlo Ancelotti:
«Nos ha costado estar motivados al 100%. El miércoles será otra historia».
👨👨👦👦 Setién se apunta a la moda de los cuatro medios
En la otra cara de la moneda, el estratega cántabro salió con un matiz respecto al 1-4-3-3 que lleva tatuado su equipo desde que él llegó. No apostó por Morales de inicio en punta, que fue quien marcó el gol definitivo, sino por Gio Lo Celso. El plan era claro: buscar la superioridad (4 vs. 3) por dentro, con el argentino y Baena entre líneas, mientras Parejo se quedaba en la base con los apoyos de Terrats. El mediocentro arriesgó y perdió más balones de los que acostumbra, otro de los grandes debes del Villarreal en el Bernabéu.
¿Mañana qué? #RealMadridVillarreal pic.twitter.com/E8VYLP6xA5
— Villarreal CF (@VillarrealCF) April 8, 2023
Álex Baena fue uno de los que más lo agradeció, muy activo para poner en aprietos a Courtois con sus golpeos de media distancia. Pero, sin duda, el que no olvidará este día será Manu Trigueros, que sustituyó a un Ramón Terrats renqueante de su gastroenteritis, para convertirse en el jugador con más partidos (310) en primera división con el Villarreal, superando a Mario Gaspar. Los castellonenses ya son quintos y miran a Champions, a cuatro unidades de una Real Sociedad que hizo los deberes (2-0) en casa frente al Getafe.