Christensen y Rüdiger - Chelsea
Primera división

Rüdiger o Christensen: ¿quién era el central ‘top’ del Chelsea?

El pasado verano, el Chelsea dio salida a nueve defensores del equipo que en la temporada 2021/2022 ganó la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes, llegó a las finales de la FA Cup y de la Carabao, a los cuartos de la Champions League y que quedó en la tercera posición de la Premier League. Entre todos los que hicieron las maletas destacaron nombres como los de Antonio Rüdiger, Marcos Alonso y Andreas Christensen. Futbolistas que quedaron libres y eligieron otros destinos. En este caso, el primero fue al Madrid; los dos siguientes, al Barcelona

Rüdiger fue el que más partidos disputó el curso pasado con los blues, a un altísimo nivel. Quería cambiar de aires y jugar de blanco. En cambio, Christensen, tras cinco campañas en el Chelsea, salió de forma amarga. El alemán, sobradamente contrastado, y el danés, siempre con la sombra de la duda, buscaron el sol español.

Un cambio de camisetas que, contra todo pronóstico, está sentando mejor a Christensen, al que se le ha puesto cara de indiscutible con Xavi tras levantar su primer título como azulgrana. Precisamente, frente a Rüdiger, su excompañero en el Chelsea, que no tuvo ni mucho menos una actuación acertada en la final de la Supercopa. Con más de media temporada disputada, nos preguntamos si el Madrid acertó con la incorporación del alemán en una temporada en la que debería haber reforzado su área y, en cambio, está sufriendo más problemas en defensa que nunca.

🤕  Rüdiger, un titular ante las bajas

El germano, de 29 años, entró al Madrid con el handicap de sumarse a un equipo ganador, campeón de liga y de Champions. Carlo Ancelotti no quiso tocar las piezas de inicio, con lo que Éder Militão y David Alaba comenzaron como titulares para el italiano. Rüdiger tuvo que conformarse con empezar su rodaje en el lateral o en la rotación de los titulares. El Mundial en diciembre le ha abierto las puertas a disputar más minutos dentro de los obligados ajustes que el cuerpo técnico de Ancelotti se ve obligado a realizar día sí y día también.

Rüdiger, en el partido de la Supercopa ante el Barça (Getty Images).

Lo cierto es que Rüdiger solo se ha perdido los partidos de Champions ante el Shakhtar y el Celtic en el Santiago Bernabéu y los de liga ante el Rayo Vallecano y el Cádiz, por dolencias físicas. Siempre ha sumado minutos en los choques restantes, aunque en la mayoría de casos supliendo la baja de Militão o cubriendo el sitio de Alaba cuando se le ha requerido de lateral. El caso es que no está del todo fino en sus primeros meses de merengue. Su pérdida construyendo desde atrás y la mala lectura en sus decisiones ante los culers en la Supercopa le costaron dos goles a los blancos.

😯 Christensen, una sorpresa incluso para el Barça

Xavi Hernández fue clave en la contratación de Christensen a coste cero. Habló con el danés personalmente y le sedujo en un momento en el que el Chelsea dudaba de su capacidad de desenvolverse en las situaciones cruciales de los partidos importantes. El Barça firmaba a un central joven, de 26 años, pero con experiencia en la élite. Fue titular en el primer partido ante el Rayo, que quedó en tablas y sin goles, y no jugó en dos de los tres partidos siguientes.

Xavi le dio la oportunidad en la Champions, ante el Viktoria Plzen y el Bayern, y también en liga contra el Mallorca y se lesionó de los ligamentos de su tobillo izquierdo. Su baja se juntó con la de Ronald Araújo. Regresó una semana antes del Mundial. A partir de ahí, su progresión ha sido notable. Con Piqué retirado, le ha ganado la partida a Éric García y se ha acomodado en el perfil izquierdo, formando pareja habitualmente con Araújo y con Koundé en el lateral derecho. Así conquistaron el Metropolitano y ganaron al Madrid en la Supercopa —solo que con Araújo tapando a Vinícius en el lateral—.

Andreas Christensen jugando el balón ante el Atlético de Madrid (Getty Images).

Este tridente permite al técnico catalán explotar las posibilidades del renovado fondo de armario de su plantilla y variar más allá del 1-4-3-3 habitual de los culés. Christensen ha pasado de ser la primera opción en el banquillo a destacarse como un titular indiscutible.

🔼🔽 Dos dinámicas opuestas

Centrándonos el rendimiento de los dos jugadores, podría decirse que ejemplifican el estado actual del ánimo de los equipos a los que defienden. El Barça parece estar con confianza y con la moral subida después de levantar su primer título de la era Xavi, mientras que el Madrid está experimentando un peligroso bajón. Rüdiger no ha mejorado a la defensa del Madrid. Los blancos solo han dejado la portería a cero en siete ocasiones en toda la temporada. En liga solo en tres ocasiones. El alemán ha dejado fallos en algunas acciones, ya sea por colocación, por falta de contundencia o por un ímpetu desmedido.

Por su parte, Christensen destaca por su pulcra salida de balón —completó el 98% de sus pases ante el Madrid y el 96% contra el Atlético, el jugador azulgrana que más tocó el balón—, además de su solidez defensiva. Ha exhibido concentración, velocidad para llegar al corte y corregir desbarajustes y ha emergido como un seguro en los balones aéreos. Por ejemplo, le dio una asistencia a Marcos Alonso en un saque de esquina en el derbi contra el Espanyol.

Si se comparan sus estadísticas en primera división, el alemán ha jugado el doble de partidos que el danés, 14 frente a 7. Eso le sitúa por delante estadísticamente en el face to face. Sin embargo, Christensen tiene mayor éxito en jugadas de uno contra uno, saliendo victorioso en un 67% de los duelos frente a un regate, por el 50% que muestra Rüdiger. Con la llegada de los dos centrales a España, la mayoría opinaron que el Madrid se quedaba al mejor central de la temporada pasada del Chelsea. Pese a esto, Christensen se está revelando y está dando la razón Xavi, para el que ya se ha vuelto imprescindible.

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