RECORDANDO A MARCOS SENNA EUROCOPA ESPAÑA
🇪🇸​ Selección

Recordando a… Marcos Senna, el corazón de España en 2008

España es el país de los centrocampistas. Tenemos muchos, y muy buenos. Aquel fantástico triángulo que formaron Xavi, Iniesta y Busquets creó escuela, y no les podemos culpar. Fueron los mejores, los culpables de nuestra época más gloriosa. Pese a ello, semejante éxito tiene su parte negativa. A los ojos de la historia de nuestro fútbol, hay otro gran centrocampista olvidado. Su importancia se mantiene como un recuerdo de verano, nada más. Y es que, antes de la excelencia de Busquets, estuvo la energía de Marcos Senna. Él fue el motor de España en la Eurocopa de 2008. Todo empezó en sus botas.

​💛​ Las lesiones, el Villarreal y España

Marcos Senna nació en São Paulo, Brasil. Como todo paulista, creció con el balón pegado al pie. No tardó en despuntar y llegar al profesionalismo. Era un centrocampista tremendamente dinámico, con un físico y una pegada envidiables. Tocó el cielo con Corinthians, llegando a levantar un Mundial de Clubes con el time do povo. Tarde o temprano, iba a dar el salto a Europa. Los primeros en llamar a su puerta fueron los Roig. A sus 26 años, Senna llegó al Villarreal para establecerse en el centro del Submarino Amarillo. Estaba en el sitio ideal para crecer y echar raíces, pero su carrera se torció de la peor manera posible. La mala suerte de las lesiones se cebó con sus rodillas. Apenas jugó en dos primeros años en España.

MARCOS SENNA VILLARREAL ESPAÑA EUROCOPA

Marcos Senna, pese a su complicado inicio, se convirtió en la piedra angular del proyecto del Villarreal.

El futuro del centrocampista pintaba mal en el fútbol europeo. Todo apuntaba a un final anticlimático para su exuberante fútbol, lo que le debía mandar de vuelta a Sudamérica. Entonces, Manuel Pellegrini apareció en Villarreal. El chileno revolucionó todo para poner el pueblo de Castellón en el mapa. Para conseguirlo, vio en Marcos Senna al futbolista ideal para construir su equipo. Aunque las lesiones le hubiesen maltratado, seguía teniendo ese plus de energía y trabajo necesario. Quería darle una oportunidad. El paulista, consciente de que era su última bala, la aprovechó. No tardó en convertirse en el corazón de aquel gran Villarreal. Le robó el corazón a propios y extraños. Tanto fue así que empezaron a llegar informes a la RFEF. Al no haber sido internacional con Brasil, podían nacionalizar a Marcos Senna para jugar con España. Como el propio jugador tras sus lesiones, no podían dejar pasar este tren.

Luis Aragonés le llamó para jugar el Mundial de 2006. El hispanobrasileño se convirtió en el primer jugador nacido en Brasil en disputar una Copa del Mundo con la Roja. Ya había hecho historia antes de empezar, pero lo mejor estaba por venir. Igualmente, no fue en Alemania. No se cumplieron las altas expectativas que tenía la Selección. Otra vez más, España caía eliminada de un Mundial. Un Zinedine Zidane cerca de retirarse dio un golpe de realidad al fútbol nacional: no estaban listos para considerarse favoritos. Tocaba trabajar. Luis Aragonés aguantó el chaparrón y tomó la polémica decisión de prescindir de los veteranos de aquella plantilla. Y, puestos a trabajar, no pudo meter a Senna en el mismo saco. Es más: sobre él quería cimentar su centro del campo.

Recordando a… Luis Aragonés, el ‘Sabio de Hortaleza’

🇪🇸​ Senna, el escudero de Xavi en 2008

Entre el fracaso en 2006 y la Eurocopa del 2008, nació el cambio estilístico que definió el éxito de España. «Tocad, tocad», repetía Luis Aragonés desde la banda. Mientras que el mundo del fútbol corría, el ‘Sabio de Hortaleza’ vio que el balón iba más rápido. Para lograr que su velocidad en la circulación aumentase aún más, necesitaba a centrocampistas de buen pie y con buena lectura. Por suerte para él y la Selección, tenían al mejor para esa labor: Xavi Hernández. De sus botas saldría todo el juego ofensivo, y luego ya llegarían los jugones. El gran problema es que alguien debería ser el sostén. Faltaba una red de seguridad. No solo debía ser un especialista defensivo, sino tener sensibilidad para el juego asociativo. Si Xavi era perfecto para atacar, Senna era el indicado para acompañarle.

Luis Aragonés, tras decidir sus dos pilares en el medio, tuvo fácil el resto de la confección del equipo. Sabía por donde quería ir, y solo le faltaba hacerles creer en que podrían. Poco a poco, partido a partido, fue entrenado la nueva filosofía en la cabeza del futbolista español. Se lo comenzaron a creer. ¿Schweinsteiger era mejor que Marcos Senna? Por mucho que así lo dijese la prensa, en el verde se demostró que no. El brasileño arrasó en los campos de Austria y Suiza. Su sentido táctico y su capacidad de trabajo auparon a la Roja. A base de robar balones y sostener al equipo, dejó que la mejor generación española empezase a dar los primeros pasos de un ciclo irrepetible. Senna fue el corazón de España en aquella Eurocopa de 2008. Mientras que él se metía en el barro, hizo que un país entero tocase el cielo.

🌟​ Leyenda de España y del Villarreal

Por desgracia, Marcos Senna no estuvo en el Mundial de Sudáfrica. A sus 34 años, la irrupción de Sergio Busquets le dejó fuera de la lista de Vicente del Bosque. Ya sabemos como terminó esa Copa del Mundo, por lo que, a toro pasado, hubiese sido bonito llevarle por lo que ya había logrado. Hubiese sido el mejor homenaje posible a su carrera. Igualmente, no se puede decir que no haya llevado el cariño de la gente. Es una leyenda del Villarreal, y actualmente forma parte del organigrama del club. Ni los dos años que pasó en el New York Cosmos antes de retirarse le borraron su morriña. Porque sí, la casa de Senna ya no estaba en Brasil, sino en Vila-real.

Lejos del Estadio de la Cerámica, también se le tiene en gran estima al hispanobrasileño. No podía ser menos tras semejante despliegue en 2008. Aunque haya quedado opacado por lo que vino después, lo mínimo que merece es recordar lo que hizo y lo que significó al principio de todo. Aunque sea antes de una Eurocopa, es lo que toca. Él, junto a Luis Aragonés y otros tantos, puso la primera piedra del ciclo más glorioso de la historia del fútbol internacional, Ahí es nada. Larga vida a Marcos Senna, el corazón del éxito de la Roja.

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