La Familia sigue contando sus partidos por victoria en el Mundial. Su camino en la primera fase en el este de Asia ha sido de matrícula, dando la sensación de que ha sido hasta demasiado fácil para los vigentes campeones. Para cerrar estos primeros pasos en el torneo con el pleno, España venció a Irán (65-85) en un partido con menos ritmo que los dos anteriores. Esta vez, más que una exhibición coral, brilló por encima del resto un atinado Juancho Hernángomez, que anotó 21 puntos y despertó a los suyos cuando se podía complicar el partido. Ahora, toca descansar. O, al menos, hacerlo por un día. La segunda fase espera, con Canadá y la sorprendente Letonia para incomodar la tranquilidad española.
💪 El partido más gris de España no mancha el pleno
Si bien en la época de Pau Gasol estaba claro quién era el jugador que podía decidir el partido, el tiempo ha dejado al baloncesto español obligado a reinventarse. Dentro de la fórmula que ya había funcionado, con ese baloncesto coral que se sublevaba al talento del legendario pívot, esta reinvención de Scariolo no funciona nada mal. Han ido pasando los jugadores, llegando otros nuevos, y da la sensación de que todo sigue igual. Ante Irán, así como sucedió ante Brasil y Costa de Marfil, el resultado fue el mismo. Con menos ritmo que los otros días (tampoco fue necesario), llegó el pleno de victorias antes de la segunda fase. Será más o menos gris el rendimiento de hoy, pero los hechos respaldan a España.
En el anterior Mundial fue Ricky Rubio el encargado de llevar el balón en los momentos difíciles, y en el Europeo fue el criticado (y aclamado más tarde) Lorenzo Brown. Sin ninguno de los dos en este torneo, son los Hernangómez los que han dado un paso adelante. En los momentos de menos ritmo del partido, los hermanos consiguieron levantar a los suyos. Sumaron entre los dos 37 puntos, destacando los 21 que anotó Juancho. De su acierto exterior pueden venir muchas alegrías para España, por lo que verle recuperar su forma es una gran noticia. No por nada ha sido el mejor del partido en el día menos lúcido de los nuestros, mostrando su importancia cuando falla el plan. Ahora, con un día de descanso mediante, solo queda coger fuerzas para lo que viene. Empiezan las curvas en el Mundial.
