Max Verstappen tendrá como compañero en Red Bull desde el Gran Premio de Japón a Yuki Tsunoda. Haciendo un símil, Yuki Tsunoda se embarca en el segundo coche de Milton Keynes como un minero que se interna en una mina de carbón y cuyo canario se ha desvanecido dentro de la jaula por la falta de oxígeno.
En lugar de detenerse, el japonés desciende sin hacer caso a la alerta roja. La alerta es Liam Lawson, quien sucumbió muy pronto, casi fulminado, por la asfixia de no poder con el segundo asiento de Red Bull en el Gran Circo.
Red Bull, un arma de doble filo: Verstappen se cobra a Liam Lawson, su nueva víctima
Muy pronto, casi con seguridad en su gran premio de casa, en Suzuka, Tsunoda tomará el lugar de un Liam Lawson que apenas ha podido sucumbir dos carreras a las exigencias de Red Bull después de relevar a Sergio Pérez en este 2025.
Todo viene, claro, porque ese segundo asiento de Red Bull es, paradójicamente, una mina de eliminación de talentos jóvenes (y no tan jóvenes).
De hecho, todos los pilotos que han cogido ese volante en los últimos cinco años han salido despedidos por los altos cargos del equipo de las bebidas energéticas, o bien han optado por tomar un camino diferente sin la presión que ese rol conlleva: Ricciardo, Albon, Gasly, Sergio Pérez y ahora Liam Lawson, que parece decidido a regresar al equipo menor, a RB, de compañero del francés Isack Hadjar.
Y, como decimos, no solo se trata de pilotos jóvenes, sino también de otros más experimentados. Porque tampoco Pérez fue capaz de aguantarle el ritmo. El año pasado, la distancia entre ambos era de más de 200 puntos al término de la temporada. Una diferencia que precipitó su salida del equipo, incluso y a pesar de haber firmado ya la renovación.
Nadie logra rendir como Max Verstappen con el Red Bull
Lo cierto es que nadie logra rendir como Max Verstappen con el Red Bull. Y en esa línea va la explicación definitiva de lo que pasa con el Red Bull y con todos los pilotos que se miden al neerlandés con su mismo monoplaza.
La situación recuerda a las palabras de Alex Albon cuando el tailandés dio detalles de su paso como compañero de Max Verstappen en 2020. En ese curso, Alex logró dos podios en 17 carreras.
“Lo primero es que mucha gente dice que ese coche está construido a su alrededor, es algo así como el de Michael Schumacher en Ferrari. Ha creado este equipo a su alrededor. A decir verdad, el coche es lo que es, Max es muy rápido, así que lo que acaba pasando es… Tiene un estilo de conducción bastante particular, no es tan fácil adaptarse a él”, dijo Alex Albon en 2023 en el podcast de ‘High Performance’.
Una tarea difícil para Yuki Tsunoda
“Todo el mundo tiene un estilo de conducción, yo diría que mi estilo de pilotaje es un poco más suave, pero me gusta un coche que tiene un buen tren delantero (como Verstappen), por lo que me gusta que sea bastante agudo, bastante directo. A Max también le gusta, pero su nivel de brusquedad y dirección es totalmente distinto“, comentó el actual piloto de Williams.
Por su parte, la cúpula de Red Bull, que se reunió en Dubai, no puso en la balanza al RB21, monoplaza que está demostrando no estar a la misma altura que sus predecesores, y el mismo Verstappen aseguró en Australia que “es difícil” de conducir. No obstante, esto no fue una excusa para un equipo que no duda a la hora de dar un cimbronazo en medio de una temporada.
Todo esto es lo que se va a encontrar Yuki Tsunoda, quien dará el salto definitivo (y que tanto pedía desde la temporada pasada) desde el equipo Racing Bulls, el equipo filial de Red Bull, teniendo la oportunidad de competir con la estructura principal.
Por su parte, Liam Lawson deberá volver a demostrar las cualidades y el nivel que supo tener cuando llegó a impresionar a Helmut Marko, Christian Horner y compañía. Aunque la máxima suele ser que la Fórmula 1 es ambiente devorador que pocas veces da segundas oportunidades.
El 12º puesto en Shanghái tras las descalificaciones no permitió sumar méritos para defender su asiento. Lawson estuvo en la lucha con los Doohan, Hadjar y compañía, pilotos que teóricamente tenían monoplazas menos competitivos que el RB21 que pilotó Liam.
De nuevo el arma de doble filo que supone llevar un Red Bull en la era Max Verstappen; no sólo es imposible resistir la comparación, sino que además, la forma tan extrema de tener que llevar el coche hace que se vean incluso más las deficiencias, ya sea por falta de adaptación respecto a tu estilo de pilotaje o por contar con menos kilómetros de los necesarios.
La madurez de Tsunoda es un grado
De todos modos, la principal diferencia de Yuki Tsunoda frente al resto de pilotos que pasaron por ese coche es que, aún de su juventud (apenas 24 años), el nipón ya tiene la suficiente experiencia y madurez que le dan los galones necesarios para conducir ese maléfico volante.
De hecho, y haciendo su debut en 2021 con casi 90 carreras a sus espaldas, será uno de los pilotos que más tiempo ha esperado compitiendo en el equipo ‘B’ (Alpha Tauri, VisaCashApp RB, Racing Bulls) de los últimos siete pilotos que hicieron su incursión al equipo mayor. También, y a diferencia de Lawson, por ejemplo, Yuki ya pilotó este coche durante los días de post temporada de 2024, en Abu Dhabi. Un día en el que llegó a impresionar con su rapidez y comentarios técnicos a la plana mayor de Red Bull.
Visto lo visto, son muchas las voces que apuntan al miedo de que Red Bull lastre también la carrera y buena proyección de Tsunoda, pero también hay que decir que el japonés no lo ha hecho nada mal en sus últimos años, muy igualado en 2022 con Gasly como compañero, y bastante por delante de sus compañeros Ricciardo en 2023 y 2024, así como de Nick de Vries y el propio Lawson en 2024. Por tanto, y aunque la decisión de subir al japonés era la más obvia, eso no quiere decir que Yuki Tsunoda esté condenado, ni mucho menos.