«Hace dos años y medio falleció mi abuelo. Un día paseando por la Plaza Mayor donde estaba la pista montada le dije: abuelo, yo voy a ganar este torneo y te lo voy a dedicar. No ha podido ser en vida pero espero que desde donde esté ahí arriba, lo haya podido disfrutar.». El torneo de Valladolid que concluyó el domingo será recordado por estas palabras de Arturo Coello, después de ganar por fin en su ciudad natal.
Arturo había perdido las últimas dos finales de World Pádel Tour en Valladolid, por lo que esto lo tenía guardado muy dentro. De hecho, no fue su mejor día, a pesar de que incomprensiblemente le dieron el premio al MVP de la final, que merecía su compañero, Agustín Tapia.
El argentino, el más talentoso del circuito y número uno junto a Coello, peca a veces de cierta indolencia. Esta vez no, entró totalmente decidido a conseguir ese título para su amigo y compañero, con el que se sentía en deuda porque ellos ya habían triunfado en La Rioja (Argentina).
La final, como toda la semana, estuvo marcada por la pista más rápida de la temporada. 700 metros de altitud, bolas muy vivas y un caluroso Pabellón Pisuerga creaban la tormenta perfecta para que cualquier remate de la línea de saque en adelante fuera winner. No sólo de los grandes pegadores, muchos jugadores y jugadoras que normalmente no se animan parecían martillos pilones.
Esto convertía cada partido en una batalla táctica con una regla simple: quien tire el primer globo, pierde el punto. Pádel dinámico de puntos muy cortos, demasiado para que un amateur saque algo que llevarse a su pista.
Alejandro Galán y Fede Chingotto llevaron la estrategia de Jorge Martínez al límite y pusieron contra las cuerdas a los números uno, pero éstos, también bien dirigidos por Gustavo Pratto, estuvieron firmes y consiguieron el break en los momentos clave del primer y tercer set.
🏆 Gemma Triay y Claudia Fernández vuelven a reinar
En las últimas citas estamos asistiendo en el cuadro femenino a una bonita alternancia entre las parejas 1 y 2. Ariana Sánchez y Paula Josemaría volvieron a ceder el título, como en Madrid, a Claudia y Gemma, rocosa y definitiva, respectivamente.
Este duelo parece depender más de las números uno, Paula y Ari, y en especial de Paula, jugadora talentosa, impulsiva, alegre y desordenada. Si Paula tiene el día, que este año solía ser el caso, controla sus errores y acierta en el remate ganan ellas. Si como ocurrió en Valladolid comete 14 errores, gana 3/10 remates y sólo hace 10 winners, la balanza cae del otro lado. Paula no juega sola, pero su compañera Ari es mucho más lineal y constante: no gana los partidos, pero tampoco los pierde.
Gemma y Claudia están convirtiéndose en una pareja formidable, un perfecto fit: la jovencísima Claudia es un reloj suizo desde la derecha, todo lo decide y ejecuta bien y nunca se apura (aunque curiosamente dijo que no había tenido buenas sensaciones en este torneo). Gemma aguarda como un tigre de bengala el momento de saltar sobre la bola adecuada para dar un mordisco más.
😯 Decepciones y sorpresas en Valladolid
Lebrón y Di Nenno no funcionan. El lobo tiene prisa y ansiedad. Quiso demostrar algo a sí mismo y a los demás volviendo al revés, pero en ese lado está muy lejos de Tapia y Galán. Además va dejando un rastro de conflictos con su compañero, el entrenador, la grada, la prensa… que reflejan una sobreexcitación que no le hace ningún bien. Llegaron sufriendo a semifinales y allí se llevaron un durísimo 6/2 6/2 de los números uno. Son dos grandes jugadores con un techo claro y las semis no son suficiente para ninguno de los dos.
Paquito y Cardona hicieron un buen papel, pelearon duro contra Chingotto y Galán en uno de los mejores partidos del torneo, aunque la sensación de superioridad de ‘Chingalán’ era notoria: 11 bolas de break frente a ninguna de sus rivales. Pero a diferencia de Lebrón y Di Nenno transmiten alegría y disfrute: un chaval como Pablo Cardona creciendo día a día y uno de los grandes de la historia del pádel como Paquito sintiéndose competitivo. Salió avisando: «Puedo dar más».
En el cuadro femenino del Valladolid Premier Padel P2, sorprendió la notable actuación de la improvisada pareja formada por Delfi Brea y Andrea Ustero, derechas las dos. La argentina Delfi se reinventó como jugadora de revés con un rendimiento elevado. Tomaron nota los seleccionadores de cara al mundial, pues Argentina tiene una gran carencia de jugadoras en el lado izquierdo. Ustero y Brea jugaron sueltas, alegres y sin presión y se fueron en semis con la cabeza alta contra las campeonas, Claudia y Gemma.
El circuito femenino está muy claramente estructurado en escalones: nadie planta cara a las tres mejores parejas y también hay una ‘clase media’ que bloquea el paso de las jóvenes a cuartos de final. El tiempo, el trabajo y los bailes de pareja se ocuparán a la larga de deshacer ese bloqueo.
⏩ Rumbo a Roland Garros
Tras el torneo de Valladolid, esta semana el circuito Premier Pádel se toma un respiro antes de una de las citas de la temporada: el major de París que se disputa en Roland Garros. Los muy padeleros tienen una cita en Móstoles con el circuito A1 Pádel, donde el espectáculo también está asegurado por una mezcla veteranos ilustres, jóvenes promesas y un jugador diferente al resto: el rey de los highlights, Tolito Aguirre.
Estadísticas: Padel Intelligence. Fotos: Premier Padel.