Roland Garros se vistió de pádel un año más, pero esta vez con sus mejores galas. 13.000 personas llenaron las gradas de la mítica Philippe Chatrier el domingo, recordando los incontables días de gloria de Don Rafael Nadal Parera. Francia se ha subido al tren del pádel y quiere correr para recuperar los 20 años de ventaja de España. Ya sabemos que engancha a quien lo practica, y ahora también acapara interés de inversores y clubes deportivos. Que Nasser la Khelaïfi, presidente del Paris Saint-Germain, sea también el propietario del circuito profesional Premier Padel, sin duda ayuda a crear F.O.M.O. (*)
Victorias hegemónicas
Las lentitud de la pista no impidió que volvieran a reinar las dos parejas que dominan el ranking desde hace casi dos años: Ariana Sánchez y Paula Josemaría en el cuadro femenino, y Arturo Coello y Agustín Tapia en el masculino.
Paula y Ari ganaron el torneo con altibajos, pero se mostraron superiores cuando las cosas se ponían serias. No es casualidad que éste sea el tercer major de la temporada, los que más puntos y premios reparten, y los tengan todos en sus vitrinas.
La dupla extremeño-catalana se vio beneficiada por la eliminación en cuartos de la única pareja que les viene plantando cara: Gemma Triay y Claudia Fernández. Alejandra Salazar, una de esas figuras inmarcesibles del deporte, que siempre vuelven, eliminó a su antigua compañera, bien acompañada por una Jessica Castelló que no parecía volver de una lesión. Fue un duelo heroico de tres horas y media que cayó del lado de Salazar y Castelló. Sus rivales tuvieron seis bolas de partido, por lo que pudo haber caído del otro lado.
Alejandra Salazar: «Después de 30 años es normal que juegue con dolor»
Coello y Tapia arrasaron. En los 5 envites que jugaron sólo perdieron 18 juegos (3,6 por partido) y en la final pasaron por encima de Ale Galán y Fede Chingotto con un 6-2 6-1 en menos de una hora.
Esta joven dupla hispano-argentina tiene un arsenal interminable de recursos, mentalidad de hierro y, además, capacidad de reinventarse cuando sus rivales les encuentran la vuelta. Desde el parón veraniego, que ellos dedicaron sólo a entrenar, no han perdido ningún partido. 5 torneos sin perder y 25 partidos consecutivos, en lo que empieza a tener tintes de reinado con los súbditos cada vez más lejos.
Kramer contra Kramer
El torneo deparó dos duelos con morbo o sentimentalismo. Uno más tierno y ligero fue el que cruzó a las inseparables ‘turquis’ Andrea Ustero y Alejandra Alonso, circunstancialmente separadas tras la lesión de la segunda y su recuperación antes de lo previsto. Fue emotivo y bonito. Ganó Ustero, que llegó a la final con Delfi Brea, pero casi era lo de menos.
El otro, mucho más hardcore, fue el primer enfrentamiento entre Lebrón y Galán, la pareja que dominó el pádel durante 5 años, cuya ruptura y sus secuelas sigue acaparando reels y dardos envenenados de un lado a otro. En la pista no hubo color pues Galán y Chingotto ganaron con facilidad por 6-2 6-2, ante la desesperación de un Lebrón que terminó peleado con el árbitro. Su talento es extraordinario, pero desde el lado izquierdo no parece que vaya a poder competir con los mejores. Se huele a leguas una vuelta al drive.
Pareja nueva, derrota segura
La mayoría de las parejas que debutaban en París perdieron en las primeras rondas. Se salvaron Lucas Bergamini y Javi Garrido, que llegaron a cuartos de final. La moraleja es evidente: si no tienes una oportunidad irrechazable, mantener el equipo da más dividendos. Duplas como Momo González y Edu Alonso, que cayeron haciendo un partidazo en cuartos, así lo demuestran.
La siguiente cita de Premier Pádel es en Egipto a partir del 19 de octubre, aunque flota en el ambiente la duda por el conflicto bélico en Oriente Medio. La semana anterior se celejuega brará un ‘FIP Platinum’ en el club Nueva Alcántara de Marbella, que tendrá una participación de los mejores nunca vista en este tipo de torneos.
(*) Fear of missing out en inglés, miedo a perderse algo importante.
Fotos: Premier Padel