Quizá en deportes como el fútbol es más normal que muchos que tienen talento a raudales para jugar en un equipo no sean tan amantes del mismo, pero es en el tenis con Alexander Bublik dónde esto es aún más llamativo. Un jugador que, aún de haber ganado el último torneo de Halle, no disfruta para nada de la pista salvo que haya un buen dinero de por medio participar.
El tenista de Kazajistán, sumido en una profunda crisis emocional y deportiva desde el año pasado, estuvo cerca de apartarse temporalmente del tenis. Sin embargo, ahora ha vivido su resurgimiento al conquistar el torneo de Halle venciendo a jugadores de la talla de Jannik Sinner y Daniil Medvedev.
Alexander Bublik, el tenista que “odia el tenis” pero gana a Sinner
Hablamos de un tenista que con más días oscuros que de luces, altamente criticado por su baja mentalidad y actitud más propia de un deportista amateur, Alexander Bublik llamó la atención de todos (esta vez para bien) al colarse primero en octavos de final de Roland Garros y, posteriormente, ganando un torneo como el ATP 500 de Halle, en Alemania. El número 30 del ránking se impuso en la final a Medvedev, número 9 del mundo.
Pero aún más llamativo es que este jugador no tenga ningún interés por la gloria deportiva y todo pase por lo económico, como ya lo dejó claro en más de una ocasión. De hecho, afirmó rotundamente “odiar el tenis”.
“Odio el tenis con todo mi corazón. Odio todos los días tener que jugar”, reveló Bublik en una reciente entrevista concedida a L’Èquipe. “Solo juego por dinero. Si no hubiera dinero en juego, me detendría de inmediato”, sentenció el kazajo, quién sorprendió a todos.
Un gran jugador que se sale de la norma
Bublik siempre ha sido un tenista diferente. En la actualidad, el deportista de nivel vive demasiado encorsetado para evitar errores. No hablamos de lo que sucede en la pista, sino especialmente de lo que ocurre fuera: declaraciones comedidas, no meterse en líos, evitar charcos innecesarios… la corrección se ha convertido en la norma, pues el deportista no solo tiene que ser un gran jugador, sino que debe de ser formal si no quiere que los patrocinadores se alejen de él.
Especialista en hierba, nadie quiere enfrentarse a Bublik en Wimbledon
Asimismo, y luego de su victoria en Halle, el tenista de 28 años participará en Wimbledon, si bien son pocos los que quieren verle las caras por él. No por nada, sino por la forma ‘marciana’ que tiene de jugar, como lo definió Kyrgios. Esto, porque suele jugar por abajo, pillando de sorpresa a sus rivales, como lo hizo con el propio Medvedev.
De hecho, el ruso, tras la final, le trasladó un mensaje con el fin de que Alexander sea capaz de ganar a Alcaraz o Sinner para que el resto de tenistas tengan más oportunidades de ganar títulos: “Ojalá caigas en el lado del cuadro de Carlos o Jannick en Wimbledon”.
Así, el temido número 30 del ranking y reciente campeón del torneo alemán, podrá verse las caras en Wimbledon o con Sinner o con Alcaraz antes que Medvedev. En concreto a partir de la tercera ronda hay opciones de que se crucen y, viendo que ya ganó al italiano en Halle, Daniil le pidió que hiciese lo propio en Wimbledon con alguno de los dos. Claramente eso abriría mucho el cuadro al resto.
Bublik es todo un especialista en hierba que a buen seguro será una piedra en el zapato para cualquier gran tenista. De ahí que sean muchos los que creen que, si llega a estar más centrado en el deporte, podría llegar a ser un jugador muy considerado y tenido en cuenta en el circuito.
Su comportamiento errático y polémico le condena
En el pasado, además de por sus polémicas declaraciones, se le recuerda por una actitud desafiante, pero sobre todo muy alejada de los principios del tenis. Tanto, que cada vez que perdía un punto o que el rival le llevara a propiciarle errores, era costumbre ver cómo Alexander Bublick se desquiciaba golpeando y rompiendo raquetas contra el suelo.
Entre ellos, se recuerda un incidente en el Open Sud de France en Montpellier, donde rompió tres raquetas, y todo después de perder un punto. Este tipo de comportamiento es el que ha generado todo tipo de controversia y críticas sobre el nacido en Kazajistán. En el caso concreto de Montpellier, Bublik defendía título, pero llegó a perder los papeles al perder un punto crucial y destrozó tres raquetas seguidas, generando los abucheos del público.
Sin embargo, todos concuerdan en que, más allá de su lado ‘más salvaje’ en la pista, Bublik tiene el talento para ser uno de los grandes. O al menos pelear por serlo. Un jugador que cuando está centrado busca el espectáculo, la pillería, la manera de complicar a su rival y, por qué no, de ponerse a la afición de lado.
El mejor ejemplo es lo que ocurrió tras ganar a Draper en Dubái 2021, donde rompió a llorar en la entrevista postpartido por la enorme ovación que el público le ofreció. “Chicos, aún me queda un partido más“, decía bromeando dando por hecho que Sinner le eliminaría en cuartos de final (como así sucedió). Contra el italiano, desde ese día, Alexander le ganó dos veces, en 2023 y la última de Halle en 2025. En Wimbledon podría volver a enfrentarse al Jannick, aunque Sinner preferiría tener a otro rival antes que a Bublik enfrente que buscará el todo o nada.