«Antes de venir me puse malo, pero en los entrenos me estaba encontrando más o menos bien. Me encontraba malo, pero podía encarar los rallies largos. Tenía la esperanza que con los días iba a ir a mejor y hoy la barriga me ha limitado, no me ha permitido sentirme a gusto», comentó Carlos Alcaraz tras caer, holgadamente, frente Casper Ruud en el primer encuentro de las ATP Finals. Este miércoles, la imagen ha sido bien distinta. El español ha vencido con comodidad a Andrey Rublev y sigue vivo en el torneo.
Alcaraz, mucho más acertado
Más allá de su salud física, Carlos Alcaraz también incidió tras su primera derrota en el desgaste mental que atraviesan los tenistas en este tramo final de temporada, tras un calendario extenuante. No obstante, se le vio más suelto en este segundo encuentro. Afrontó un momento complicado al inicio con su servicio, pero logró mantener el saque. Con el paso de los puntos empezó a dominar con su derecha y, se sirvió de los errores de Rublev, que falló en exceso en su intento de ser agresivo. Con dos breaks a favor, cerró un cómodo primer set (6-3).
El cuidado de la salud mental durante las lesiones deportivas
La confianza de ganar su primera manga en estas Nitto ATP Finals impulsó a Alcaraz, que empezó a moverse con soltura y a golpear con mayor precisión. Recuperó la «sensación de bola» que le había faltado ante Ruud, y hasta sonrió tras perder un largo intercambio. El servicio predominó sobre el resto a lo largo del set, y ambos jugadores evitaron las oportunidades de quiebre, en parte por el buen servicio de Rublev y una leve pérdida de claridad en Alcaraz. Finalmente, la manga llegó al desempate, que Carlos comenzó dominando (4-1), aunque Rublev logró acercarse (6-5 y 8-7 al resto). Sin embargo, Alcaraz selló el partido en su segundo punto de encuentro con un impresionante resto.
Alcaraz, que debe esperar a ver qué sucede en el encuentro de esta noche, sigue con opciones de clasificarse a las semifinales de las Nitto ATP Finals. Todas sus opciones, eso sí, pasan por ganar el viernes a Zverev en un duelo que se antoja complicado.