En el mundo del tenis, los focos apuntan a los que deben apuntar. Roger Federer, Rafa Nadal, Novak Djokovic, Carlos Alcaraz… Pero, de puertas para adentro, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Darren Cahill. Con una trayectoria impresionante que incluye haber llevado a la cima a tres número uno del mundo, Cahill se ha convertido en una pieza fundamental en el ascenso meteórico de Jannik Sinner, reciente campeón del Abierto de Australia y del US Open. El secreto mejor guardado de algunos de los tenistas más importantes de la historia no es un qué, es un quién —y su cómo—.
🤑 Los orígenes de la figura detrás del éxito
Nacido en Adelaida hace 58 años, Cahill tuvo una carrera modesta aunque respetable como jugador. Llegó a alcanzar el puesto 22 en individuales y el 10 en dobles. Como anécdota, cabe destacar que logró pisar los cuartos de final de Indian Wells en 1994 como número 1013 del mundo, el ránking más bajo de la historia en avanzar tanto de ronda.
Sin embargo, ha sido su trayectoria como entrenador la que le ha llevado a dejar una huella imborrable en el tenis mundial. Porque la realidad es que el historial de Cahill es impresionante. Primero llevó a Lleyton Hewitt a ganar Wimbledon y a convertirse en el número uno más joven de la historia en 2001.
Luego guio a Andre Agassi de vuelta a la cima del ranking en 2003. Esta vez, el jugador más veterano en alcanzar esa posición. De hecho, fue el propio Agassi quien entregó el título del US Open al último pupilo de Cahill. Con Simona Halep, conquistó Roland Garros en 2018 y, adivinen el final de la historia, la encumbró también al número uno mundial.
Ahora, una vez que posó sus ojos en él y advirtió un inacabable potencial, Cahill acompaña día a día a Jannik Sinner. Desde que se unió al equipo del italiano en 2022, junto con Simone Vagnozzi, el progreso del hoy número 1 ha sido impresionante. Sinner no solo ha mejorado técnicamente las sobresalientes habilidades innatas que ya traía de serie, sino que ha desarrollado una mentalidad de campeón que le ha llevado a conquistar sus dos primeros Grand Slam este año, en Australia y en Estados Unidos.
🧠 Cahill, constructor de una mentalidad de hierro
La clave del éxito de Cahill radica en su enfoque holístico. Mientras Vagnozzi se centra en los aspectos puramente técnicos y tácticos, Cahill aporta su vasta experiencia en la preparación mental y la gestión de la presión en los grandes escenarios. Es ahí, en la manera de afrontar los problemas y mantener la calma en la tormenta donde Sinner ha forjado una casta de campeón. «Los pequeños detalles marcan una gran diferencia en la carrera de un jugador», afirma Cahill, que siempre ha destacado la importancia del aspecto emocional y mental en el deporte de élite.
Lo que hace único a Cahill es su capacidad para adaptarse a diferentes personalidades y estilos de juego. Ha trabajado con éxito mano a mano con jugadores de distintas generaciones, edades, culturas y enfoques tenísticos. En Sinner, Cahill ve reminiscencias de la chispa y determinación que caracterizaban a un joven Lleyton Hewitt.
El impacto de Cahill en Sinner va más allá de la técnica. Ha ayudado al italiano a creer en sí mismo y a confiar en su capacidad para vencer a los mejores y para jamás sentirse inferior a su oponente, con independencia de la situación de partido. «Nos ayudó a todos en el equipo a creer en nosotros y a confiar en que tenemos herramientas de sobra para vencer a los mejores», comentó Sinner sobre el papel de Cahill en el cambio de visión de su equipo.
La victoria de Sinner en el Abierto de Australia 2024, que ahora se añade a su inapelable triunfo en Nueva York con la conquista del US Open, no solo fue transformadora para el joven italiano, sino que también añadió otro logro al palmarés de Cahill como entrenador: con los éxitos de Sinner, Cahill ha llevado a los cuatro jugadores con los que ha trabajado a ganar Grand Slams y a convertirse números 1 del mundo. El póker perfecto del entrenador australiano. No obstante, Cahill se mostraba optimista pero cauto. «Estoy seguro de que después de las victorias no se conformará. Nunca lo hará», afirmó respecto a la ética de trabajo y la ambición de Sinner.
Unione, orgoglio, onestà.
E le spalle di Cahill…La preziosa solidità del team che circonda Sinner nel renderlo un giocatore più forte ma anche nel proteggerlo, aiutandolo a crescere.
Darren Cahill definisce Simone Vagnozzi come "l'artefice dei miglioramenti di Jannik. È uno… pic.twitter.com/JFS5eqIk6r— Lia Capizzi (@LiaCapizzi) September 9, 2024
De hecho, en los últimos meses Cahill ha tenido que lidiar con una de las problemáticas más complejas de su extensa carrera, tras la polémica del reciente dopaje de Sinner. «No soy el entrenador principal de Jannik, el entrenador es Simone Vagnozzi. Pero yo soy el mayor, el que tiene más experiencia. Y en las últimas tres o cuatro semanas, o mejor dicho en los últimos cuatro meses, mucho de lo que pasó dentro del equipo ha recaído sobre mis hombros. Intenté mantener el sentido. Tenía que mantener la atención de Jannik en aquello por lo que estábamos trabajando, en los objetivos. Tenía que asegurarme de decirle continuamente que no había hecho nada malo. Pase lo que pase, Jannik mantendría la cabeza alta».
«Incluso antes de la final del US Open, le recordé cómo se ha comportado en las últimas tres o cuatro semanas y la demostración de honestidad que ha ofrecido al mundo. Jannik tiene una resiliencia innata y tiene mucho de lo que estar orgulloso. Ahora tiene que disfrutarlo, porque se merece absolutamente estar donde está«, concluyó.
Sinner, tras Roland Garros, meses atrás, también se sinceró sobre la importancia de Cahill en su equipo y en su crecimiento: “Empezamos a trabajar juntos hace casi dos años. Obviamente es un placer para mí tener a Cahill en mi equipo. Todavía recuerdo la primera semana que pasamos en Eastbourne sobre hierba. Inmediatamente tuve buenas sensaciones con él. Tiene mucha experiencia. Sé que ayudó tipos muy diferentes de jugadores a llegar al número uno del mundo. Sabe adaptarse a cada jugador; esa es una cualidad increíble. La pareja que hace con Simone es realmente buena. Son dos entrenadores diferentes, pero trabajan muy bien juntos. Son muy humildes y se respetan mucho. Creo que la combinación es inmejorable. Tengo suerte de tener a los dos conmigo».
En un deporte donde la diferencia entre el éxito y el fracaso a menudo se mide en milímetros, tener a alguien como Darren Cahill de tu lado puede ser un factor diferencial. Con su historial probado de crear campeones y su enfoque personalizado, Cahill continúa siendo uno de los activos más valiosos en el mundo del tenis. Y con Jannik Sinner parece haber encontrado el talento perfecto para, bajo su tutela, hacer de un gran proyecto uno de los mejores jugadores de la historia.