Jannik Sinner
🎾 Tenis

El problema de Jannik Sinner en los Grand Slam

Tras la retirada de Roger Federer y el anunciado adiós de Rafael Nadal —previsto para final de 2024—, Novak Djokovic es el único integrante del big three que sigue arriba. El final de este trío de colosos está cada vez más cerca. Y su relevo parece estar escrito. El tiempo dictará sentencia, pero otros tres hombres emergen con fuerza: Carlos Alcaraz, más que consolidado, y Janick Sinner y Holger Rune, en una espiral de irregularidad que no ensombrece su talento.

Djokovic, los números del ‘GOAT’

El español suma dos Grand Slam con apenas 20 años. Su posición está fuera de toda duda. Es el único capaz de discutirle el número uno al serbio y, previsiblemente, dominará la próxima década. Los rivales de su generación siembran más dudas. Tan pronto aspiran a todo, como caen en un bache sin salida, como le ha sucedido al prometedor Aliassime. Rune tiene el potencial, ya lo ha exhibido, y parece que solo necesita tiempo para controlar su temperamento, si es que eso es posible.

El caso más extraño es el de Sinner. El italiano, el mayor de los tres (21), es el máximo exponente de un país del que no dejan de aflorar grandes rostros. Actualmente es el número seis del mundo, y sabe lo que es alcanzar las rondas finales. Este curso, sin ir más lejo ha alcanzado las semifinales en Wimbledon, donde no pudo batir a Novak Djokovic y ha añadido a su palmarés dos títulos —Montpellier y el Masters 1000 de Canadá— y presenta un balance que supera los 45 triunfos.

Sin embargo, le falta dar un salto. Consolidarse. Sobre todo en los majors. Y es precisamente en este escenario donde se encuentra con un problema recurrente: el físico. Sinner acostumbra a perder cada vez que afronta un partido que ronda (o supera) las cuatro horas. De hecho, no ha ganado ninguno de los cinco envites más largos que ha afrontado en su carrera. ¿Cuál puede ser la solución para el italiano?

La dieta, clave para Sinner

En el tenis se habla del talento, aunque dos aspectos son fundamentales a la hora de abordar este deporte: lo mental y lo físico. Sinner, al contrario que gran parte de su generación, no parece acusar las distracciones. Sin embargo, su juego, abonado al intercambio, carece de garantías cuando el encuentro se alarga. Por ello es importante que trabaje su cuerpo, para alcanzar (o intentarlo) asemejarse a un Alcaraz que ha demostrado estar capacitado para abordar las quintas mangas.

Pero no todo son horas de gimnasio. A veces, la clave está en la alimentación. Djokovic puede ser el mejor ejemplo para Sinner. El serbio empezó a dominar el circuito cuando cambió sus hábitos. Evita el agua fría y abusa de las frutas y verduras, en una dieta en la que no caben alimentos con gluten. También toma miel, avena, cereales…

Así es la dieta de Novak Djokovic para rendir al máximo nivel con 36 años

El de Belgrado trata de evitar la carne y el pescado, para no complicar a su organismo la digestión. Es su rutina desde hace años. Para convertirse en una leyenda se ha visto obligado a realizar innumerables sacrificios y este es uno de ellos. Sinner, en un momento crucial de su carrera, debe abordar este aspecto si quiere dar ese salto que esperan sus seguidores para tratar de sumar un Grand Slam a su palmarés.

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