Hablar de Rafa Nadal es hacerlo del trabajo y del éxito. De las victorias sufridas, de los logros perseguidos, de los trofeos luchados en cada punto. Pero todo ese éxito —y los malos momentos, claro— el español los vivió acompañado por los suyos. El primero su tío Toni Nadal, que durante buena parte de su carrera fue también su entrenador personal.
De hecho, fue precisamente Toni Nadal quien inició a su sobrino en el tenis cuando solo tenía cuatro años, por entonces entrenador en la escuela de tenis del Club Tenis Manacor.
Así, Rafa Nadal durante toda su infancia jugó también al fútbol, y verdaderamente podría haber llegado a ser profesional si sus éxitos en el tenis no le hubieran hecho decidirse por la raqueta en su temprana adolescencia, como alguna vez ha mencionado. Pero, ¿qué hay de su entrenador?
Toni Nadal no cobró un solo euro como entrenador de Rafa
Lo cierto es que el tío de Rafa Nadal fue tenista durante seis años, pero ese no era su destino. Era ser entrenador de élite: preparó a su sobrino Rafa desde entonces hasta el año 2017, convirtiendo así a su sobrino en cuádruple ganador de la Copa Davis, medalla de oro en Pekín 2008 y campeón de 17 Grand Slam.
Pero llegó un momento en el que decidió que ya había viajado suficiente por todo el mundo y se retiró de su papel como entrenador de Rafael. Aunque por las historias que se cuentan de él sería fácil presumir que Toni Nadal fue una figura tiránica, exigente e irascible en igual medida, esa no es una descripción del todo justa.
Tanto es así que ha sido el mismo Toni Nadal el que ha desvelado que durante su etapa como primera figura en las pistas con su sobrino, él no cobró ni un solo euro por desempeñar esa labor.
«Nunca me pagó, ni un centavo. Si hubiera dependido de su salario, habría tenido que aceptar cosas que no hubiera querido. Compré mi independencia y libertad de expresión al no recibir dinero. El padre de Rafael y yo heredamos una compañía de nuestro padre. Se encargó de esto y del otro negocio familiar, yo estaba preocupado por el tenis. Nos lo repartimos así», dijo.
«Le obligaba a entrenar con bolas malas en pistas adversas»
Exigente y perfeccionista, consiguió que su sobrino también lo fuera. No sin sacrificio. «Le hice la vida muy difícil a veces. Organizaba entrenamientos mucho más largos de lo habitual, le obligaba a entrenar con bolas malas en pistas muy adversas», ha mencionado en más de una ocasión Toni Nadal.
Pero todo eso hizo que durante todo este tiempo hayamos visto con Rafa Nadal a uno de los tenistas más sorprendentes de todos los tiempos. «La verdad es que él fue el mejor alumno que podría imaginar. Su predisposición a aprender fue brutal y siempre entendió la dureza y la exigencia como un medio para obtener un fin. Con el tiempo, hizo suyas las altas demandas que yo le imponía cuando era niño. Un jugador debe hacer las cosas porque está convencido de ellas, no porque se le obliga».
Claro que en muchas ocasiones se han contado muchas historias sobre su tipo de tutela, que aunque dura, todos concuerdan que fue con respeto. Sin ella, un joven descrito por su hermana Maribel como «un gato miedoso» nunca se habría transformado en el luchador que conocemos en las pistas, uno de los atletas más competitivos de su generación, como es Rafa Nadal.
Otra de las prioridades de Toni Nadal fue desarrollar el carácter de su pupilo porque sabía que esto tiene un profundo impacto en la motivación y en los resultados de un mundo altamente exigente, algo que se puede aplicar a todos los aspectos de la vida, no solo al deporte.