El que no haya echado pestes contra el VAR, que tire la primera piedra. Da igual su condición. Sea presidente de club, entrenador, jugador, utillero o, sobre todo, aficionado, habrá proferido epítetos casi irreproducibles contra un sistema que vino para acabar con las polémicas arbitrales y que, a la postre, no ha hecho más que avivarlas.
Quizá esto ocurra porque cualquier profesional o espectador está dispuesto, una vez que ha aullado cuando considera que un colegiado ha cometido un error intolerable al señalar un penalti o anular un gol por “off-side” —y si ha logrado posteriormente serenarse—, a dar como buenos todos los tópicos al respecto: los árbitros son humanos, es muy difícil arbitrar, tienen que tomar decisiones muy importantes en apenas segundos…
Pero que se equivoquen esos colegiados que pueden ver una y otra vez la grabación de la jugada, tanto a cámara lenta como a velocidad normal, desde varios ángulos y en la soledad de una sala aislada de la presión de los espectadores… vamos, eso ya clama al cielo.
¿Todos contra el VAR?
Este sentimiento, que oscila entre la indignación y la decepción, explica por qué parece claro que la mayoría de los aficionados preferiría que el invento jamás se hubiera inventado y aboga ahora por su abandono.
Parece claro…, pero es mentira. Porque, en realidad, a pesar de todas las polémicas, de todas las críticas y de todos los conflictos que se producen una semana sí y otra también, lo cierto es que la mayoría de los aficionados está a favor de que exista el VAR.
Así lo ponen de manifestó los resultados de un estudio de opinión incluido en el informe European Football Benchmark 2023 que elabora Statista y realizado muy recientemente, entre julio y agosto de este año.
De acuerdo con las respuestas de unos 2.000 aficionados al fútbol de cada uno de los cinco países que cuentan con las ligas más importantes del continente (Reino Unido, Alemania, España, Italia y Francia), el apoyo al VAR es francamente mayoritario.
Aunque hay diferencias entre los países, este apoyo es muy firme y evidente, pues oscila aproximadamente entre el 60% del Reino Unido y el 75% de Italia, con España en segundo lugar, detrás de los transalpinos, con un porcentaje superior al 70%.
Resultados consistentes
Verdad es que un observador malicioso podría pensar que, a lo peor, las preguntas de la encuesta incluyen alguna pequeña trampa oculta que sesga las respuestas en uno u otro sentido, como ocurre en muchos estudios de opinión.
Por ejemplo, la pregunta principal es si el VAR ha hecho que el fútbol sea más justo. Las respuestas afirmativas van de un mínimo del 62% en el Reino Unido a un máximo del 73% en Italia. En España y Francia, el resultado es de un 70%, muy poco por encima del 68% de Alemania.
No obstante, ese avieso observador podría objetar que la pregunta es equívoca, porque todos los aficionados son conscientes de que muchas de las decisiones arbitrales corregidas o ratificadas por el VAR —sin duda, la mayoría— son acertadas. Pero esto no evita que las que no lo son resulten extremadamente inaceptables, lo que podría conducir a que, en realidad, esos aficionados piensen que es preferible dejar que sea un comprensible error humano —y no la intolerable torpeza en el manejo de un tecnología que debiera ser infalible— lo que decida los avatares del juego.
Sin embargo, de ser formulada, esta maliciosa hipótesis del avieso observador se vería claramente desmentida por el resultado de la otra pregunta principal del estudio. Esta solicita a los encuestados que se pronuncien directamente sobre si el VAR debe o no ser mantenido.
Pues bien, el balance es contundente: no solo los porcentajes vuelven a oscilar entre un mínimo del 57% en el Reino Unido y un máximo del 76% en Italia (en España es del 72%), sino que se hallan muy cerca o son idénticos a los que registra la primera pregunta.
Esta práctica coincidencia entre los resultados de una y otra autoriza a afirmar con suficiente fiabilidad que, de acuerdo con los datos de la encuesta, los aficionados al fútbol de esos cinco países opinan que el VAR debe mantenerse porque hace que el fútbol sea más justo.
Y, para más disgusto de los escépticos, añadamos que en el país que hay menos apoyo al videoarbitraje (Reino Unido, con un 57%), solo un 12% de los encuestados desea que se suspenda el uso del VAR. El resto está indeciso o no tiene opinión al respecto.
