España es un país muy rico y diverso. Tanto, que muchos de sus lugares son todo un descubrimiento para visitar en cualquier momento. De hecho, algunos pueblos de playa parecen vivir en verano prácticamente todo el año, con un tiempo agradable para disfrutar del baño sin pasar frío. Uno de ellos se encuentra en Cantabria.
Una Cantabria que más allá de sus rincones verdes, de montaña, bosques y en lo profundo de lo rural, tiene uno de los pueblos de playa que ha sido elegido por la revista National Geographic como el bonito de todos los que se hallan en España. Este pueblo es el de San Vicente de la Barquera, con la playa de Oyambre, la cual comparte también con el municipio de Valdáliga.
San Vicente de la Barquera, en Cantabria, el pueblo con la mejor playa
Hablamos de San Vicente de la Barquera, probablemente el rincón más famoso de toda Cantabria, aunque la playa de Oyambre tiene casi más presencia en el municipio de Valdáliga. Y no solo por ser un hermoso pueblo de playa, sino sobre todo por ser un lugar paradisíaco para perderse unos días fuera del bullicio de cualquier ciudad.
Situado a apenas 10 minutos de la ciudad de Santander, se muestra como un antiguo refugio de pescadores a través de las más pintorescas estampas de la cornisa cantábrica. Con sus playas, su puebla vieja y el excepcional fondo de las cumbres nevadas de los Picos de Europa.
Aunque existen indicios de asentamientos anteriores, fue durante la Edad Media cuando esta villa de San Vicente de la Barquera en Cantabria toma realmente forma y proyección de futuro durante la campaña repobladora de Alfonso I durante el siglo VIII. El Castillo, todavía en pie, del Rey, fue el centro de la localidad alrededor del cual se fue desarrollando la vida.
Enclavado majestuosamente en lo alto de una colina a la entrada a la ría, este castillo medieval tiene sus raíces firmemente plantadas en el año 1210. Es considerado como uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva de Cantabria por sus robustas murallas y las torres defensivas.
Considerada la villa marinera por excelencia, dentro y fuera de Cantabria, posee un magnífico elenco de privilegiadas playas. Estas son la de Oyambre (entre Comillas y San Vicente), El Rosal, El Tostadero, Merón y Gerra, y una hermosa ría salpicada de intensos colores gracias a los innumerables botes y barcas que siempre se encuentran en ella.
Su playa de Oyambre, un lugar privilegiado
Aquí es donde se ve su entorno natural. Marcado por extensos arenales y aguas cristalinas, crea el escenario perfecto para una escapada de relax y aventura. Porque la playa de Oyambre, considerada por National Geographic entre las mejores de toda España, forma parte del Parque Natural de Oyambre,. Está configurado por un precioso conjunto de rías, playas, acantilados, dunas y masa forestal.
La misma se recorre desde una extensión de más de dos kilómetros de arena blanca y agua color esmeralda. Su estado de conservación es magnífico, es una playa perfecta para toda la familia porque es una playa casi virgen y casi aislada.
Y en conjunto con ella, este pueblo de costa de Cantabria en San Vicente de la Barquera permite que nos quedemos para ver auténticos tesoros como el convento de San Luis, en el centro del pueblo y un lugar imprescindible. En este convento franciscano estuvo el rey Carlos I con su séquito en su paso por España en 1517. Los puentes son otro de los signos de identidad de esta villa. Por ejemplo, el de la Maza, con 28 ojos, que fue construido por mandato de los Reyes Católicos en el siglo XVI, o el del Parral que data del siglo XVIII.
Deporte y gastronomía
Para los amantes del deporte, sabemos que este lugar de Cantabria es perfecto por sus actividades de multiaventura en pleno Parque Natural de Oyambre rodeados de marismas, rías, ríos, acantilados, playas y bosques con una flora y fauna de gran importancia ecológica.
En ella se hallan deportes como los descensos de barrancos a los pies de los Picos de Europa, con diferentes niveles en los cuales poder saltar, rapelar y lanzarse por toboganes. Pero también canoas por la ría o senderismo, recorriendo sendas de Cantabria que hacen con el entorno y sentir lo que se desprende de un entorno natural único.
Para su gastronomía, sabemos que la vocación marinera de San Vicente de la Barquera se aprecia en excelentes pescados y mariscos. Así, tiene su máxima expresión en el sorropotún o marmita barquereña, un guiso preparado a base de bonito y patatas.