En España, el turismo suele concentrarse en localidades famosas. Pero es verdad que, existen pueblos donde, a pesar de sus encantos, pasan desapercibidos. Uno de ellos es el que se encuentra ubicado en un remoto a la par que bello lugar de Andalucía.
Hablamos de un lugar que se halla en uno de los espacios protegidos más importantes de Huelva, el Parque Natural de la Sierra de Arcena. Y, aunque para muchos pase desapercibido, es uno de los mejores destinos que podemos aprovechar en esta temporada de otoño. Este pueblo de Andalucía es Zufre.
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Zufre, en Huelva, un bonito pueblo serrano de Andalucía rodeado de naturaleza
Porque en Andalucía existen hasta 19 localidades que tienen el sello de ser uno de los pueblos más bonitos de España. De ellas, tres se encuentran en Almería, cinco en Cádiz, uno en Córdoba, cuatro en Granada, uno en Huelva, dos en Jaén y tres en Málaga.
Porque Huelva, además de ser un buen lugar para buscar algo diferente en Andalucía, es una tierra de contrastes donde podemos encontrar desde cuevas con formaciones únicas a impresionantes parques naturales, pasando por preciosos pueblos de mar y de montaña con paisajes de piedra.
Esto es lo que sucede con la localidad de Zufre, que se sitúa a una altitud de 430 metros sobre el nivel del mar, ubicada en un entorno serrano, rodeada de espléndidos parajes naturales, dotada de estupendas vistas y con un coqueto e interesante casco histórico repleto de monumentos.
El origen de su nombre hunde sus raíces en su más que palpable pasado árabe, ya que proviene de la palabra ‘Sufre’, que en árabe significa tributo. Y es que no en vano, nos situamos en una localidad que posee unos orígenes claramente andalusíes, algo que se puede saborear en el caprichoso trazado de sus calles más antiguas , que forman un interesante dédalo de bonitos rincones.
Sus calles empedradas son declaradas como Conjunto Histórico-Artístico
De apenas 1000 habitantes, Zufre es uno de esos lugares que se ubica en el corazón de la Sierra alta de Aracena y Picos de Aroche, justo en el linde de una ladera. Cuando llegamos a Zufre, se siente que el pueblo se encuentra suspendido en la montaña. Es de ahí que muchos piensen que este pueblo de Andalucía es un gran balcón del mirador Paseo de los Alcaldes, con unas increíbles vistas tanto de la sierra, como del embalse de Zufre.
Aquí, podemos pararnos a ver la Iglesia de la Purísima Concepción. Se trata de un templo gótico declarado Conjunto Histórico-Artístico. Se encuentra en la plaza del pueblo, muy cerca del Ayuntamiento. En el interior de la Casa Consistorial encontramos una de las joyas de la corona de Zufre: dos sillas que utilizó en su día el Tribunal de la Inquisición.
Y todo el conjunto, se encuentra rodeado por una cerca almohade (siglos XII y XIII), de la que se conservan restos de muralla y la restaurada Torre de la Harina, localizada en la calle Vicente Ferrer.
De las antiguas murallas permanecen tramos aislados, muy disimulados entre las construcciones del pueblo. Algunos de los torreones fueron convertidos en el siglo XVIII en excelentes miradores sobre el valle, como los ubicados en la calle Carnecería.
En este pueblo podremos disfrutar de un encantador entorno natural, y de un gran patrimonio histórico. De hecho, sus calles empedradas (el 95%) de tradición islámica fueron declaradas en 2002 como Conjunto Histórico-Artístico. De ahí que se le coloque como uno de los pueblos más bellos de Huelva y de Andalucía.
Deporte y gastronomía
Para los amantes del deporte, podemos decir que en esta localidad onubense podemos practicar muchos deportes de montaña, especialmente para hacer rutas de bicicleta y senderismo.
En este sentido, los amantes del senderismo van a encontrar en Zufre una base perfecta para llevar a cabo la exploración de la comarca, pudiendo elegir entre muchas posibilidades, como recorrer caminos históricos entre encinas centenarias y con la presencia del agua siempre cercana.
En cuanto a la gastronomía, lo que sabemos es que es un pueblo donde podemos saborear la perfecta cocina de Andalucía y la más típica de la zona de Huelva. Esta es la basada en el pescado de río, con el que se hacen guisos de peces, con patata cocida y pan, aliñado con guindilla.
Son también comunes los guisos de menudo y chivo joven y la caldereta. Con los productos de la matanza se hace el gazpacho de invierno, a base de asadura. La carne de caza, especialmente el conejo, también es frecuente en los locales, al igual que las setas como los gurumelos y los tentullos a la plancha.