Cádiz es conocida por contar con algunos de los pueblos más encantadores del sur de España. Entre ellos se encuentran los famosos pueblos blancos, característicos por sus casas encaladas, que cautivan con su arquitectura tradicional. Casitas blancas, playas doradas, castillos medievales son solo algunos de los aspectos que hacen que esta tierra sea uno de los destinos favoritos de los viajeros. Y entre todo ello, su rica gastronomía. Tanto, que National Geographic ha elegido el de Vejer de la Frontera como un bonito pueblo para visitar Andalucía y comer muy bien dentro de esta provincia.
Vejer de la Frontera, en Cádiz, un pueblo de monte y mar
Es aquí donde se encuentra Vejer de la Frontera, a apenas una hora de la ciudad de Cádiz. La misma puede presumir de ser el pueblo blanco más bonito de Cádiz, según National Geographic.
Encaramado a orillas del río Barbate, este pueblo fue declarado Conjunto Histórico Artístico. La villa se asienta en una bella colina donde fenicios, cartagineses, romanos y árabes no se quisieron perder ese encanto que desprenden sus calles.
Forjado en la altura, Vejer es un paisaje de monte y mar, de angostas calles empedradas, de casas pintadas de blanco, de tradición y costumbres incluso en lo que respecta a la gastronomía, como veremos más adelante. Su rica historia puede apreciarse en sus monumentos, entre los que destacan las murallas, el acueducto de Santa Lucía, la Torre del Mayorazgo y el castillo de Vejer.
En Vejer se captura la esencia de las médinas árabes
Como mencionamos, el ubicado en la provincia de Cádiz es un pueblo que captura la esencia de las medinas árabes. Las murallas que circundan su casco histórico, aunque construidas posteriormente, guardan vestigios de una época que abarcó más de 500 años de influencia árabe.
La fortificación, erigida en el siglo XI, y el entramado de sus callejuelas, similar al de los zocos y la multitud de arcos y patios que se reparten por ellas, son elementos clave que transportan a otro tiempo.
Por supuesto, no nos podemos perder su Plaza de España, donde su entrada se hace entre casas blancas que dejan a un lado la Casa Del Mayorazago, una casa solariega del siglo XVIII de estilo barroco con dos patios que es uno de los monumentos más emblemáticos. La plaza, que data del S.XV, viene a ser el centro de la vida del pueblo, un lugar con mucho ambiente donde hubo eventos taurinos durante el siglo XVI y XVII.
El castillo es otro imprescindble, el cual se remonta a los siglos X y XI y se encuentra situado en el punto más alto del pueblo. También fue residencia del Duque de Medina Sidonia en el siglo XIV.
Y si vamos al castillo, la iglesia del Divino Salvador nos llevará a otro rincón icónico del pueblo de Cádiz. Este templo, edificado sobre una mezquita, es el principal de Vejer y donde tienen lugar los principales actos de los vejeriegos: bodas, comuniones, bautizos… Está dividida en tres naves y se pueden distinguir dos períodos de construcción: gótico-mudéjar y gótico-tardío.
A pocos metros tenemos su playa, la de El Palmar, que comparte territorio con Conil de la Frontera por su cercanía y también con Zahora. Este lugar es una forma diferente de disfrutar del mar y la playa para los turistas que no estén buscando las mismas vacaciones de siempre. Una playa muy tranquila para disfrutar de un espacio único y acogedor.
Deporte y gastronomía
En cuanto al deporte, en Vejer de la Frontera se pueden hacer todo tipo de actividades. Tanto para los más motivados a la adrenalina como para los que buscan formas más tranquilas de disfrutar del aire libre. Estas son las de barranquismo, rafting, kayak, piragüismo, rutas de raquetas de nieve, rutas de senderismo y vías ferratas.
Y claro, la gastronomía. Al igual que Cádiz y el resto de su provincia, en Vejer se halla uno de los lugares más emblemáticos para disfrutar de la auténtica cocina de la zona, y probablemente una de las mejores de toda Andalucía.
Hablamos del asador La Castillería, un restaurante rural que basa su principal oferta en su parrilla donde las brasas trabajan excelentes cortes de carnes de todo tipo (vacuno, porcino y ovino). Porque de eso tienen, y mucha, en el local del núcleo vejeriego de Santa Lucía. Un sitio tranquilo, alejado del ruido y en el que su cocinero, Juan Valdés, es un gran conocido que maneja las brasas como pocos saben hacerlo para darle a la carne el punto de cocción óptimo.

Asador La Castillería
Junto a este icónico restaurante para comer la mejor carne, este lugar de Cádiz aporta una gran y variada gastronomía, como puede ser su clásico y típico almuerzo campero, un guiso 100% vejeriego cuyo origen está en las matanzas del cerdo donde se elaboraba a fuego lento con partes del animal que no tenían otros usos como el corazón, la lengua, el hígado, los riñones y carne del animal, aromatizado con especias. También la Berza de tagarninas, un plato común de toda la provincia. Aquí se hace con cardillos o tagarninas salvajes, según la temporada, y con morcilla.