España es el país por excelencia de los bares. Y uno de los máximos exponentes de ello es una localidad de Huesca que ostenta el récord de ser el pueblo con más bares por habitante. Esto lo hemos conocido de la mano de National Geographic. Porque sabemos que nos encanta ir cualquier día o un fin de semana a tomar algo refrescante o incluso, ahora que viene el frío, un café calentito para empezar bien el día. Y son estos establecimientos los que más abundan por las ciudades y pueblos de nuestro país. Uno de esos sitios es Sallent de Gallego, en Huesca.
Sallent de Gallego, en Huesca, el pueblo con más bares por habitante
Según datos del INE, España es el país que más bares tiene por habitante en todo el mundo, con un total de 277.539 establecimientos de origen gastronómico. Y el primero de todos ellos en la lista se encuentra en Huesca, a apenas una hora y media de la ciudad. Estamos hablando de la localidad de Sallent de Gallego, de 1554 habitantes, con una sorprendente cifra de 15.7 bares por cada 1.000 habitantes. O lo que es lo mismo; es mayor la media de bares que de habitantes por kilómetro cuadrado.
Un pequeño pueblo pirenaico que destaca por su oferta de restauración. Además, Sallent de Gallego cuenta con atractivos turísticos como el embalse de Lanuza y su proximidad a la estación de esquí Aramón Formigal – Panticosa.
Un encantador pueblo con miradas a la montaña
El pequeño y encantador pueblo de Sallent de Gállego, en Huesca, es una de las postales pirenaicas que no te cansas de mirar. Allí se ven un conjunto de casas con tejados de pizarra que se recortan a medida que miramos la montaña. Porque sí; poco hay como estos pueblos típicos de la zona de Huesca para el otoño, pero lo es más, incluso, para disfrutar y vislumbrar en temporadas como el invierno, cubierta de frío y nieve.
En él se encuentra el río Aguas Limpias, que divide el casco urbano de este bonito lugar en dos. A través de un puente medieval del siglo XVI, construido por el piquero guipuzcoano Juan de Barrabica, se accede a la otra barriada de Sallent, donde podremos encontrar lo más valioso de la arquitectura popular del valle de Tena, representada en varios edificios de origen infanzón levantados durante los siglos XVI y XVII.
Deporte y gastronomía
Para el deporte, y como un lugar típico a la más pura montaña, esta población de Huesca permite disfrutar de grandes zonas para hacer escalada, montañismo, treckking o senderismo, así como explorar otras actividades al aire libre.
Aquello que hay que comer en Sallent de Gallego está muy ligado a la propia orografía del lugar. Estas son la ganadería, la caza y la pesca, con la carne de vacuno o de cordero joven como las mejor valoradas, propias de la zona de Huesca.
Aquí tendremos platos típicos de Huesca como el Ternasco de Aragón, su comida estrella. Su carne es tierna y jugosa, y el sabor es inconfundible. Se prepara al horno de leña con patatas, vino y el propio jugo del ternasco. Para el pescado se encuentra el bacalao al ajoarriero, uno de los platos más característicos de la gastronomía local. Se elabora con ajo, cebolla, aceite de oliva y buenos huevos de corral. Tampoco podemos olvidarnos de las migas a la pastora, un plato que comparte con las migas extremeñas la base de pan desmigado y ajos, y a la que se le añaden las chacinas.