Cuando hablamos de Castilla-La Mancha lo hacemos a través de la que es una de las regiones naturales más amplias de España. Una comunidad conocida por sus extensas y áridas llanuras, así como por su gastronomía y tradiciones tan representativas del pueblo castellano. Pero, ¿cuál es el pueblo más bonito de este territorio? Una empresa de renombre ha señalado que se encuentra en la provincia de Guadalajara.
Esta condecoración ha corrido a cargo de la prestigiosa Guía Repsol, una de las guías turísticas más conocidas en España, y una ayuda para los amantes del mundo de la gastronomía (y la geografía) de nuestro entorno. Esta vez lo hacen trasladándonos hasta un pequeñito pueblo de Guadalajara, llamado Pastrana, al que han considerado como el más bello de toda Castilla-La Mancha.
Pastrana (Guadalajara), el pueblo más bonito de Castilla La-Mancha
La región manchega cuenta con una gran variedad de pueblos llenos de vida, encanto y tradición. Cada uno de ellos tiene una identidad y unas costumbres características que convierten a Castilla-La Mancha en una Comunidad única y de gran valor cultural.
Uno de ellos, y el más destacado de esta Guía Repsol, es Pastrana, ubicado en la tierra de La Alcarria, dentro de la provincia de Guadalajara. Con él, su magnífico patrimonio histórico-artístico nos demuestra que fue testigo de momentos de gran opulencia, por lo cual se convierte en el destino ideal para todo aquel que gusta de la cultura y la arquitectura.
Sus calles están abarrotadas de palacios, conventos e iglesias de los siglos XVI al XVIII. Por ejemplo, El Palacio Ducal. Con todo, no en vano, ha sido declarado Conjunto Histórico-artístico en 1966 y uno de los Pueblos más bonitos de España.
Palacios, conventos e iglesias desde el siglo XVI
Este pueblo medieval de Castilla-La Mancha tuvo su momento de oro cuando se instalan durante el Siglo XVI las primeras fábricas de telas, especialmente las de seda. La fundación de algunos conventos de la mano de personajes como Santa Teresa de Jesús, así como de San Juan de la Cruz, aportó mayor prestancia a esta preciosa villa.
En su mejor forma, lo que vemos es que su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural porque conserva un nutrido grupo de bellos edificios. Y es que este pueblo de Guadalajara obtuvo el privilegio de Villa en el año 1369 otorgado por el rey Enrique II de Castilla, obteniendo, por tanto, su independencia jurisdiccional.
Pero la verdadera historia de esta aldea medieval y, la más escuchada, comienza en el año 1541, año en el que el rey Carlos I vende Pastrana a la condesa de Mélito, Ana de la Cerda, abuela de la Princesa de Éboli (de la que se hizo una serie), pasando de villa de realengo a villa de señorío.
La plaza del Deán, por ejemplo, es uno de los sitios obligados para visitar. Es una plaza monumental que se completa con el antiguo Convento de San Francisco. Desde aquí pueden apreciarse maravillosas vistas a los tejados del pueblo, a la parte trasera del Palacio Ducal, a la Vega del Arlés con el Convento a lo lejos y a las Ermitas del Calvario y del Sagrado Corazón.
Deporte y gastronomía
Más allá de su visita cultural, lo que vemos es que Pastrana es un buen lugar para disfrutar del turismo rural en España. Su ubicación permite conocer pueblos de La Alcarria de Castilla-La Mancha, y ofrece actividades de montaña, como rutas de senderismo o en bicicleta. De este modo, pasar unos días en esta localidad te dará la posibilidad de disfrutar de la tranquilidad de estos pueblos alejados del turismo de masas.
¿Y qué hay de su gastronomía? Pues, con seguridad, una de las mejores de la región de Guadalajara, como puede ocurrir en otras zonas como Atienza, Sigüenza o Campillo de Ranas.
Tanto, que los anfitriones no dudan en recomendar sus migas, nacidas originalmente en este pueblo manchego. Se trata de las típicas migas de pastor con mucho pimentón, ajo, huevos fritos, tocino, chorizo y uvas. Además, destaca las gachas, un plato con el que los vecinos realizan un concurso para conocer cada año quién las prepara mejor. También es muy popular el tomate de las huertas de Pastrana, reconocido como de los mejores de la comunidad. Y, junto al tomate, destaca el cabrito y el lechal al horno, dos productos muy típicos de la zona y de toda calidad. No dudes en visitar este pueblo de Castilla-La Mancha.