La búsqueda de destinos para el verano suelen ser aquellos que nos permiten disfrutar del sol, el mar y la tranquilidad. Sin embargo, no todo tiene por qué ser un lugar de costa típico con arena y chiringuitos. También hay sitios con mucho encanto, pueblos sin playa que siguen siendo perfectos para pasar unos días de descanso en estas vacaciones. Y uno de ellos está en Huesca.
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De hecho, el portal especializado en viajes Sensación rural ha elegido uno que se encuentra en la provincia de Huesca como el mejor de todos los de España para descansar y pasar con unos días agradables. Hablamos de Aínsa.
Aínsa, en Huesca, un pueblo para disfrutar del verano
Así, además de viajar hasta lugares de playa y costa muy pintorescos, en España también tenemos sitios de montaña para veranear. Los cuales, además de destacarse por su belleza, ofrecen una oportunidad única de experimentar la auténtica cultura, gastronomía y tradiciones españolas, como también hacer actividades de turismo rural que apoyen a las comunidades locales.
Es por esto que nos hemos acercado hasta la localidad de Aínsa, en Huesca, catalogado por Sensación rural como el pueblo más bonito de nuestro país. Ese está ubicado en la comarca de Sobarbe, a apenas hora y media de la capital oscense, en la comunidad de Aragón.
Con poco más de 2000 habitantes, Aínsa es el pueblo más grande del municipio, donde posee una situación privilegiada en la confluencia de los ríos Cinca y Ara. Y es un punto de partida estratégico para visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta y, atravesando el Biello Sobrarbe, el Parque Natural de la Sierra los Cañones de Guara.
Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1965, a este bonito rincón de Huesca se le conoce también por ser una villa medieval. Destaca sobre todo su Plaza Mayor, presidida por el ayuntamiento y por la iglesia románica de Santa María. También por su monumental castillo, la muralla o las históricas Casa Arnal (siglo XVI) y Casa Bielsa (siglos XVI y XVII).
Una villa medieval llena de encanto a su alrededor
El conjunto amurallado de Aínsa fue en su origen rodeado por un foso. Solo se podía acceder al recinto atravesando un puente levadizo, un patio de armas con cuatro torreones. De ellos también destaca la torre del homenaje, que actualmente alberga el Eco Museo de la Fauna Pirenaica.
A pesar de que la tradición señala el origen del pueblo de Aínsa en la toma de la plaza por el rey Garci Ximénez y sus tropas en el 724, las fuentes históricas sugieren que los musulmanes no se asentaron en esta zona de Huesca.
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Esta victoria, supuestamente, se produjo gracias a una cruz luminosa que se apareció. Hoy día se erige la Cruz Cubierta (siglo XVI) en el lugar donde se supone que acaecieron estos hechos.
De Aínsa es imperdible su casco antiguo, que sorprende por la belleza y antigüedad de sus edificios y monumentos. El núcleo original de la villa está formado por dos vías casi paralelas, la calle Mayor y la calle de Santa Cruz, además de por la Plaza Mayor, que se sitúa a continuación del castillo. En conjunto, el entorno de esta zona de Huesca esconde pequeñas aldeas, rincones con encanto y monumentos que bien merecen ser recordados.
Deporte y gastronomía
A diferencia de otros destinos veraniegos, bien es cierto que este lugar de Huesca no contiene algunas actividades acuáticas para hacer surf, por ejemplo. Pero sí otras distintas rutas de montaña para enamorarse de un lugar paradisíaco sin pasar demasiado calor.
Aquí destacan las de caminar, subir o descender las montañas de los Pirineos, pero también las de barranquismo, rafting, hidrospeed o piragüismo, experiencias realmente emocionantes para disfrutar de todo lo bello que rodea a sus paisajes.
Para comer, Aínsa, o L’Ainsa en aragonés, tiene una amplia oferta gastronómica basada en la cocina pirenaica, en los que sobresale por supuesto la carne (con el solomillo de vaca, el cordero como máximos exponentes), además de otras recetas tradicionales como las migas, los guisos y pucheros, las chiretas (elaboradas con tripa de cordero, que se rellenan de arroz y carnes) o los caracoles.