Las jugadoras de la WNBA han tomado una decisión clave para capitalizar el notable crecimiento que está experimentando la liga. Tras la conclusión de las Finales de 2024, donde las NY Liberty se consagraron campeonas, la Asociación de Jugadoras de la WNBA (WNBPA) anunció su intención de abandonar el actual convenio colectivo. Este movimiento ha sido esperado y resulta significativo.
El convenio colectivo vigente, que data de 2020, tenía como fecha de finalización 2027. Sin embargo, tanto las jugadoras como la liga contaban con opciones para rescindir el acuerdo anticipadamente, con el 1 de noviembre de 2024 como límite para hacerlo. Así, las disposiciones del actual acuerdo se mantendrán hasta el final de la temporada 2025, y todas las partes tendrán hasta el inicio de la campaña 2026 para negociar un nuevo pacto.
Las negociaciones deberán abordar diversos aspectos, como el porcentaje de los ingresos que se destinará a las jugadoras a través de sus salarios, las escalas salariales, las bonificaciones por premios individuales, las licencias por maternidad y las condiciones de viaje, entre otros.
Uno de los temas más discutidos en los últimos años ha sido la normativa de priorización. En el anterior convenio, los propietarios impusieron la condición de que las jugadoras debían regresar antes del campamento de entrenamiento para evitar sanciones, incluso si estaban jugando en otras ligas. Con las inyecciones de capital que se prevén, resolver este aspecto del convenio será crucial para muchas jugadoras, así como para los clubes en Europa.
Si no se llega a un acuerdo antes del inicio de la temporada 2026, existe el riesgo de un paro total de la competición, conocido como lockout.