La temporada pasada no fue fácil para el Barcelona, pero tampoco, particularmente, para muchos de sus futbolistas. Lewandowski, pese a que acabó con unas cifras dignas, fue puesto en tela de juicio porque la afición culé esperaba más de un futbolista con un talento inmenso, y porqué no decirlo, con un desorbitado salario. Sin embargo, a sus 36 años, el polaco se ha subido al resurgir del barco de Flick, con 9 goles y 2 asistencias en los primeros 10 partidos. Salta a la vista que es otro, aunque el año pasado a estas alturas también proyectaba unos números de escándalo.
🤔 Lewandowski también empezó bien el curso pasado
Lewandowski, tras ocho partidos ligueros y dos encuentros de Champions League, ha participado en un tanto, ya sea él el autor o el asistente, cada 89 minutos. Pocos jugadores en el mundo pueden alardear de semejantes números. Sin embargo, los delanteros se mueven por rachas y, aunque este inicio es ilusionante, no tiene por qué traducirse en una campaña sobresaliente. Solo hace falta tomar como ejemplo el curso anterior.
Los diez primeros envites también se repartieron en ocho de la competición doméstica y dos europeos. Anotó menos, sí (seis dianas), pero asistió más (4). Participó por tanto en 10 goles, en 786 minutos. O lo que es lo mismo, participó en un tanto cada 78 minutos, un registro superior al de la presente temporada.
Esto confirma que un buen inicio de temporada no tiene que ser un anticipo de un año glorioso. Lewandowski culminó el curso anterior con 26 goles y 9 asistencias, unos números notables, pero insuficientes para un killer que en su última campaña con el Bayern se fue hasta los 50 tantos. ¿Será capaz en la 2024/2025 de mantener la proyección e irse hasta, por lo menos, los 40 goles, o se estancará de nuevo? Es una pregunta sin respuesta, aunque en este curso se aprecian matices diferentes que invitan al optimismo.
⭐ Sin lesiones y con Flick todo es posible
Lo primero reseñable es que tras los diez primeros encuentros de la pasada campaña, Lewandowski cayó lesionado. Una lesión de tobillo le hizo perderse tres envites y después le costó coger la dinámica. En este inicio, en el que ha disputado casi todos los minutos, se le ve entero físicamente, pese a sus 36 años. Si el físico le respeta y no sufre ningún contratiempo, la racha podría continuar.
El otro motivo evidente para soñar con la mejor versión del polaco es el cambio de entrenador. El equipo de Hansi Flick ataca sin temor. Siempre quiere más. Y eso un delantero lo agradece. Además, Lewandowski tiene plena confianza en el proyecto de su técnico, con el que ya coincidió en el Bayern de Múnich. Ese año, de hecho, fue el mejor de su carrera. Tras ganar el triplete, solo la Covid-19 le impidió ganar el Balón de Oro.
De momento, con siete tantos, es el pichichi de LaLiga, por delante de Ayoze o Mbappé, entre otros. Y en Champions, pese a que no anotó frente al Mónaco, lideró la goleada del Barcelona frente al Young Boys con dos tantos. De momento, y pese a los fantasmas del pasado, la afición culé puede soñar con que Lewandowski mantenga su mejor versión toda la temporada.