Guillermo Timoner (24 de marzo, 1926), una de las figuras fundadoras del ciclismo español, ha fallecido a los 97 años de edad. El deportista, nativo de Felanitx, misma localidad en la que nació la jugadora de la selección española Mariona Caldentey, adquirió la categoría de leyenda al coronarse en seis ocasiones campeón del mundo en pista (1955, 1959, 1960, 1962, 1964 y 1965), convirtiéndose así en el primer español en lograr tal reconocimiento. Su partida se produce poco tiempo después de la pérdida de otra estrella del ciclismo nacional, Federico Martín Bahamontes.
Timoner inició su trayectoria laboral como carpintero a una edad temprana, hasta los 14 años, cuando empezó a cimentar sus primeras victorias sobre una bicicleta. Su primera gran conquista fue en 1945, cuando se coronó campeón de España en Tortosa, un logro que le abriría las puertas hacia los campeonatos mundiales.
🚲 Dol a Felanitx, dol al ciclisme mundial. l'Ajuntament de Felanitx vol expressar el seu condol per la mort de Guillem Timoner. 🥇El primer campió del món de la nostra ciutat. Timoner sempre rodarà 🚴 en la nostra memòria. Descansi en pau. pic.twitter.com/2wcsdzkUyJ
— Ajuntament Felanitx (@AjFelanitx) August 17, 2023
Los años 1955 (Milán), 1959 (Ámsterdam), 1960 (Leipzig), 1962 (Milán), 1964 (París) y 1965 (San Sebastián), además de sus subcampeonatos mundiales en 1956 (Copenhague) y 1958 (París), conformaron un currículum impresionante, uno que el ciclismo español ni siquiera hubiera osado soñar, hasta que Timoner convirtió hazañas en una rutina constante.
Tras retirarse en 1970, sorprendió al mundo al regresar en 1984 para un último recorrido, más por el placer que por la sed competitiva. Durante ese periodo de retiro temporal, desempeñó el rol de seleccionador nacional y formó parte del equipo que representó a España en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Además, abrió su propio negocio de bicicletas en su ciudad natal de Felanitx.
Su legado está adornado con numerosas distinciones. Entre las más notables se encuentran la Medalla de Oro al Mérito Deportivo (1959, 1962 y 1964), la Medalla de Oro de la Ciudad de Palma y de Baleares (1964), el Siurell de Plata de Última Hora (1965), el reconocimiento Cornelius Atticus (1997) y el Premi Ramón Llull (1998). A estos magníficos logros se suma la distinción otorgada por la Casa Real como Maestre de la Real Orden del Mérito Deportivo (2003).
