«Estoy muy decepcionada con mi nivel de hoy, he sido un completo desastre». Estas palabras pronunciadas por Paula Badosa tras caer frente a Emma Navarro en los cuartos de final del US Open quizás respondan más a la frustración (perdió el segundo set cuando marchaba 5-1 arriba) que a la realidad. En cualquier caso, no hacen justicia al nivel que ha exhibido en los últimos meses, aunque siempre es buena noticia esa autoexigencia. Solo así, a base de trabajo, la española está cerca de retornar donde merece. Un largo camino, entre lesiones, en el que ha estado apoyada por un hombre: Pol Toledo.
🌟 Pol Toledo, un tenista desconocido que brilla como técnico
Su nombre es desconocido para el gran público, e incluso para algunos aficionados a la raqueta. Sin embargo, hasta hace muy poco (2022), Pol Toledo competía en las pistas. Lo ha hecho lejos de los focos, porque como muchos otros no ha conseguido vivir del tenis. Pese a todo ha insistido y ha disfrutado de este deporte durante más de una década, entre torneos ITF y Challengers, llegando a estar entre los 400 mejores en 2018.
El tenis, está claro, es su vocación. Y tras decir adiós a las pistas con 28 años, en menos de doce meses le surgió la oportunidad de entrenar a Paula Badosa. La española, tras su etapa de ansiedad y malos resultados, había optado en los últimos años por técnicos de menos renombre como Jorge García o Joel Cannell. En abril de 2023 decidió apostar por Pol Toledo, al que conoce desde la infancia. «Somos amigos desde que jugábamos al tenis de pequeños», confesó Pol Toledo a Relevo durante el torneo de Wimbledon.
No ha sido un camino de rosas. De hecho, la lesión de espalda ha lastrado y de qué manera a Paula Badosa, que ha sumado un puñado de renuncias y retiradas en el último año. Pol Toledo, según recoge el mismo medio, le pidió paciencia Paula Badosa. «Tú céntrate en entrenar cada día, en mejorar, en escuchar y en estar abierta… todo lo demás vendrá», le comentó. Esa tranquilidad y paciencia que es capaz de transmitir el entrenador es la que ha propiciado que el estrés de la catalana disminuya y su rendimiento en la pista mejore.
Recientemente en El Larguero, Paula Badosa quiso ensalzar la figura de Pol Toledo: «Él siempre ha estado a mi lado. Me parece que es de lo mejor que he tenido nunca como entrenador y como persona, que eso es muy importante». De algún modo, ahora que se ha asegurado regresar al Top 20 tras el US Open y que las felicitaciones llegan de nuevo, la española ha querido compartir esas muestras de cariño con su amigo y entrenador: «La gente suele alabar al jugador, pero sin el entrenador detrás no sería igual».
💪 Paula Badosa vuelve a asustar
Algo hizo click en Paula Badosa desde el torneo de Roma. Tras semanas sin enlazar triunfos, en Italia consumó tres consecutivos. Tras ceder frente a Sabalenka en Roland Garros y alcanzar los cuartos de final en Hamburgo, pisó la segunda semana en Wimbledon. Ahí, tras ver su evolución, tomó la controvertida (y acertada) decisión de renunciar a los Juegos Olímpicos. La española se ahorró consumir una de las posibilidades de usar el ranking protegido y esquivó un cambio de superficie que podría haber hecho peligrar su físico. Prefirió centrarse en el circuito, en los puntos, y la jugada salió bien.
En Washington volvió a ganar un título dos años y medio después. Y aunque en Toronto no logró la machada ante Ostapenko, en Cincinnati firmó las semifinales, mostrando batalla frente a la número seis del mundo, Jessica Pegula. En Wimbledon, por mucho que las sensaciones del último envite no hayan sido buenas, lo cierto es que los cuartos de final le ayudan en su camino al Top 10.
Tras escalar 80 posiciones en lo que va de año, Paula Badosa juega con ventaja: no defiende puntos de aquí a final de año. De momento, antes de Pekín, el próximo WTA 1000, la española seguro que elige inmiscuirse en algún otro evento de menor entidad como los WTA 500 de Guadalajara o Korea. Lo que parece evidente es que si mantiene este nivel, o si lo eleva un poco más en los momentos determinantes, de nuevo podrá pelear por alcanzar ese ansiado sueño del Grand Slam.
