En medio del debate que hay en España sobre la salud del arbitraje nacional, comparando el colectivo con el del resto de ligas, había un punto que desesperaba a los aficionados. Teóricamente, en Primera División se amonesta más que en el resto de grandes ligas. Hay diversas teorías de por qué se ha llegado a este supuesto, así como varios datos que lo subrayan. Sin ir más lejos, los centrales titulares del Betis de la temporada pasada sumaban más expulsiones en conjunto que cualquier equipo de la Premier League. Eso sí, la frialdad de los números sirve para señalar hacia ambos lados. Y es que, este fin de semana, la Premier League ha batido su récord de tarjetas amarillas en un día. Nada más y nada menos que 45 veces el colegiado amonestó a un futbolista durante el sábado.
An astonishing 44 yellow cards 🟨🟨 were issued to players such as Spurs’ James Maddison and Newcastle’s Callum Wilson on a frenetic day of Premier League action on Saturday. ⚽️
The yellow card mayhem surpassed the previous single day record of 43 yellow cards in 1998. 🟨 pic.twitter.com/3l3QHQOa62
— Unibet Australia (@UNIBETAustralia) September 18, 2023
🟨 Un récord de amarillas que choca con la narrativa
Hubo seis partidos en la Premier League el sábado, y se sacaron 44 tarjetas amarillas y una roja (Ollie McBurnie fue el damnificado durante el Tottenham-Sheffield United). Desde 1998 estaba vigente el récord de 43 amonestaciones en una jornada. Un cuarto de siglo ha estado ahí, como reflejo de una Premier en la que reinaba un juego mucho más rudo. La actual élite inglesa, imán de talento, ya no era así. Pero es que este fin de semana ha demostrado que ese fútbol inglés más duro sigue estando ahí.
Partidos como el ya mencionado en el norte de Londres fueron tremendos, sumando 13 amonestaciones. Si bien pueden ser fruto de la tensión del encuentro (se cuentan más de la mitad en los últimos 25 minutos de choque), es evidente que a Peter Bankes se le fue de las manos el encuentro.
Oli McBurnie se marchó expulsado al final del Tottenham-Sheffield United, poniendo punto y final a un partido marcado por las amarillas.
A lo largo del fin de semana de fútbol, el panorama no fue mucho mejor. Se promediaron casi seis amonestaciones por partido de la Premier League, superando en casi una tarjeta a la media que ha presentado la liga española a lo largo de viernes, sábado y domingo. Y eso que, claro está, no ha sido tampoco una jornada exenta de amonestaciones en España. Muy lejos se quedan la Bundesliga con sus tres amarillas por choque, aunque también cabe subrayar que se mostraron más rojas que en las dos ligas anteriormente mencionadas. En un término medio está Italia, superando las cuatro amarillas por encuentro.
💭 ¿Es algo puntual de la Premier o un problema del fútbol actual?
Ante esta jornada demencial de la Premier, puede surgir la duda de si esto ha sido una simple anomalía. Puede darse una jornada así, por lo que no es suficiente para reflejar que no es solamente un problema del fútbol español. Pese a ello, es evidente que hay algo que rodea a los enfrentamientos de élite. Las pérdidas de tiempo, protestas y demás acciones susceptibles de ser amonestadas son frecuentes. Ya se vio a lo largo del Mundial de Qatar, y es bien sabido que las copas del mundo son un buen retrato del fútbol que se juega en un momento concreto. Por eso mismo, más que señalar a como se trabaja dentro de un colectivo arbitral en concreto, habría que buscar una respuesta conjunta.
Descuentos eternos, pérdidas de tiempo… ¿Cuánto dura el fútbol en Europa?
Esa respuesta, de cara a esta campaña, ha sido hacer los partidos más largos y ser más duros con las sanciones de cara a evitar que se cometan infracciones. Así, alargando el encuentro, las pérdidas de tiempo pierden sentido. Si bien se está implantando en este inicio, no parece la solución idónea de cara a atajar un partido. Buscando que haya más tiempo real en cada encuentro, poco a poco van tocando aspectos de cara a que el fútbol sea un deporte mucho más disfrutable y menos interrupciones. Por ello, poco a poco y en conjunto, el arbitraje se va amoldando a las necesidades del juego. Y ahí, más que banderas y señalamientos entre Premier y la liga española, debería haber un debate constructivo.
