La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) ha acordado prohibir la participación de atletas transgénero que ya hayan pasado la pubertad en competiciones femeninas de carácter internacional.
La medida entrará en vigor el 31 de marzo y afectará a la presencia en las competiciones que puntúen para el ranking mundial.
El presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Sebastian Coe, ha informado de que se creará un grupo de trabajo para seguir investigando las directrices de elegibilidad relativas a las personas trans y de que estas medidas estarán guiadas por el principio general de proteger la categoría femenina. Por supuesto, podrán ser revisadas en el futuro.
El Consejo Mundial del Atletismo también ha votado a favor de reducir la cantidad de testosterona en sangre que está permitida para las atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DDS), fenómeno conocido como hiperandrogenismo.
La medida se ha reducido de 5 a 2,5 nanomoles por litro y las atletas deberán mantenerla por debajo de ese nivel durante un mínimo de 24 meses antes de poder competir internacionalmente.
El “caso” de Semenya
Esta medida afectará directamente, entre otras, a Caster Semenya, una atleta sudafricana que presenta niveles muy elevados de testosterona por razones naturales.
Semenya lleva en disputa con la Federación Internacional de Atletismo desde 2019, año en el que entró en vigor el cambio de criterio sobre la elegibilidad para la competición de las atletas con altos niveles de testosterona y que la dejó fuera de los 800 metros, que es su especialidad.
La sudafricana tuvo que adaptarse a los 5.000 metros y olvidarse de competir en su anterior especialidad, en la que logró ser doble campeona olímpica y triple mundial.
Semenya acudió al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS). Sin embargo, este se pronunció, mediante un lado, en favor de confirmar la medida, que está recogida en el reglamento de la Federación Internacional de Atletismo, pues, pese a ser discriminatoria, se considera necesaria para proteger la integridad de las competiciones femeninas y busca resolver un complejo conflicto de derechos.
La sudafricana apeló la decisión del TAS ante el Tribunal Supremo Federal de Suiza, que desestimó el recurso, y actualmente está a la espera de que sea el Tribunal de Derechos Humanos quien se pronuncie sobre el caso.
Medidas provisionales
Se han establecido diversas medidas provisionales que afectan a otras atletas que se encuentran en situaciones similares a la de Semenya, como Francine Niyonsaba y Christine Mboma.
Entre las disposiciones incluidas al efecto en la normativa, se halla la salvedad de que deben reducir sus niveles de testosterona durante solo seis meses, y no 24, cuando no estén compitiendo en pruebas de longitudes situadas entre los 400 metros y la milla. Por el contrario, si lo hicieran, deberían respetar ese plazo mínimo de 24 meses.