Tras dos jornadas de tira y afloja con la liga española para inscribir a Dani Olmo, el Barça ya lo ha conseguido. Tarde, pero lograron evitar un problema que se estaba enquistando en exceso. Debido a la lesión de larga duración de Andreas Christensen, la competición ha aceptado que el español sea inscrito con esa ficha. Esta jugada por parte de la directiva culé ha provocado una ola de memes en redes sociales, así como una gran pregunta: ¿es legal lo que ha hecho el Barça?
🔄 Una ficha por otra en el Barça
Lo ideal, evidentemente, es que el Barça hubiese podido inscribir a Dani Olmo sin necesidad de sacrificar otra ficha. Sin embargo, la dramática situación económica del club ha forzado esta solución de emergencia. Y, realmente, es una solución brillante en el corto plazo. La directiva culé se ha aprovechado de la norma en la que pueden dar de baja a futbolistas lesionados para que otro use su ficha para competir. Está permitido, y es una regla de la que ya se beneficiaron hace unos años, fichando a Braithwaite del Leganés por una lesión de Dembélé a mitad de temporada.
Otra cosa es lo que suponga de puertas para dentro. Se dice que la lesión de Christensen en el tendón de Aquiles no es tan grave, que se alargará dos meses como máximo. Es decir, en el Barça han priorizado inscribir a Dani Olmo respecto a un jugador que debería estar de vuelta en octubre. Esto, si la información sobre las dolencias del danés es cierta, es una bomba de tiempo en las oficinas culés. El malestar de un futbolista se cambia por el de otro en un par de meses. Y, además, este tipo de inscripciones tienen truco, lo que complica su sostenibilidad en el largo plazo. De cara a la próxima ventana, el Barça debería volver a inscribir los jugadores, pues la regla está pensada para ser un parche, no algo que se alargue en exceso en el tiempo.
Si se complica la inscripción de los dos futbolistas (no sería una sorpresa, visto lo visto), ambos podrían pedir la rescisión de su contrato. Vamos, que podría acarrearle al Barça problemas legales y más contratiempos financieros. No deja de ser un parche que permite sortear los problemas hoy, pero no asegura hacerlo en el futuro. Es otro episodio más de la constante huida hacia delante en la que está envuelto el Barça por su precaria situación económica, que subraya sus errores del pasado y sus decisiones cuestionables de la actualidad.