El Órgano de Control, Ética y Disciplina de la UEFA (CEDB) ha multado al Sevilla con 5.000 euros y la amenaza del cierre parcial del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por el comportamiento racista de uno de sus seguidores con el jugador del Manchester City, Rico Lewis.
El incidente tuvo lugar en el encuentro que el club andaluz disputó contra el equipo inglés en el Etihad Stadium el pasado 2 de noviembre.
El cierre parcial se llevaría a cabo si la conducta de los aficionados sevillistas se repite. Una “espada de Damocles” que estará sobre el club durante los dos años en los que sus aficionados estarán de manera especial bajo la atenta y vigilante mirada de la UEFA.
En el caso de que el suceso se repitiera, el organismo deportivo decretaría el cierre parcial del estadio por un total de hasta 1.000 asientos.
Un debut positivo, pero accidentado
Rico Lewis debutó precisamente el pasado 2 de noviembre en su “casa”. Se convirtió, además, en el jugador más joven (tiene solo 17 años) en anotar un tanto en la Champions League, pues marcó el gol que suponía momentáneamente el empate parcial de un encuentro que terminó 3-1 a favor de su equipo.
El defensa del City fue sustituido en el minuto 85 y, mientras caminaba hacia su banquillo, recibió gritos racistas procedentes de la grada donde estaban los seguidores del Sevilla.
El Manchester City y la Greater Manchester Police (GMP) señalaron a dos aficionados sevillistas como autores de los insultos. Ambos, fueron arrestados bajo la sospecha de haber cometido delitos de orden público agravados. Sin embargo, la policía, una vez hechas las pertinentes investigaciones, confirmó a un diario local que uno de ellos fue liberado sin cargos y el otro recibió una amonestación tras admitir los hechos.
Comunicados de los dos clubes contra el racismo
El City emitió un comunicado público declarando que “no toleraremos ningún tipo de discriminación en nuestro estadio y estaremos ofreciendo todo nuestro apoyo a Rico después de estos viles incidentes”.
Gracias a las imágenes facilitadas por el Manchester City, el club español identificó al aficionado a través de su departamento de seguridad y le abrió un expediente que se cerró con su expulsión como socio de la entidad. Se da la circunstancia de que el aficionado en cuestión era socio del Sevilla desde hacía poco más de dos meses.
A través asimismo de un comunicado público, el club sevillista ha subrayado su compromiso de tolerancia cero con cualquier conducta discriminatoria que tenga lugar tanto en su estadio como en los campos visitantes. Además, “recuerda que en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán jamás ha habido episodios racistas o xenófobos y su afición, tanto en casa como fuera, se ha significado siempre en la lucha contra el racismo”.