La Union Nationale des Footballeurs Professionels (UNFP), es decir, el sindicato que agrupa a los futbolistas profesionales en Francia, ha recordado a los directivos del PSG en un comunicado público que “presionar a un empleado —por ejemplo, empeorando sus condiciones de trabajo— para obligarle a marcharse de la empresa o a aceptar lo que quiere el empresario constituye un acoso moral que la legislación francesa condena firmemente”.
El motivo expreso de esta advertencia es obviamente la decisión del club parisino de no convocar a Kylian Mbappé para la gira que el equipo va a hacer este verano en Japón, y apartarle por tanto de la dinámica normal de la plantilla, por su negativa a renovar su contrato.
Un “apartamiento” que ha llevado al sindicato francés a amenazar con “emprender acciones civiles y penales” contra al club presidido por Nasser Al-Khelaïfi.
Entre la ironía y la dureza
El comunicado de la UNFP es particularmente duro y no está exento de ironía. Por ejemplo, dice que la manía que tienen los clubes franceses de apartar a los jugadores que consideran “indeseables” cada 1 de julio le recuerda el estribillo de un viejo éxito del verano del famoso cantante francés Michel Polnareff. Pero la cosa no va de broma ni el sindicato se la toma así.
Los “indeseables” son los jugadores que los clubes franceses quieren sacar sus equipos por lo civil o por lo militar, o presionarles para que renueven, a pesar de que tienen contratos suscritos en debida forma. “Contratos que han sido firmados libremente y de mutuo acuerdo entre empleador y empleado”, subraya la UNFP.
Sin embargo, la normativa vigente en el país vecino permite que los clubes puedan “apartar” a esos jugadores de los entrenamientos del resto de la plantilla, entre el 1 de julio y el 1 de septiembre —si bien garantizándoles la aplicación de condiciones homologables—, a la espera de encontrarles una salida. Una vez transcurrido ese periodo de dos meses, deben forzosamente ser reintegrados al trabajo normal del equipo.
Por eso, el sindicato francés ironiza sobre una práctica que viene a ser algo así como “la canción del verano”. Y, aparte de considerarla injusta en sí misma —“desde que empezó a contaminar el fútbol francés, no hemos cesado de denunciarla”— se opone frontalmente a que sea aplicada de manera inaceptablemente sistemática, lesiva y torticera contra los jugadores.
Porque de una práctica sistemática se trata: en la temporada pasada, hasta 187 jugadores de la Ligue 1 sufrieron esta medida. O sea, algo así como el equivalente a casi diez plantillas…
Valor para enfrentarse al PSG y a Catar
En particular, la UNFP recuerda al respecto el artículo 507 de la Carta del Fútbol Profesional francés —firmada en 1973, tras la primera huelga de los futbolistas del país— que rige las relaciones entre la Federación Francesa de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional, las organizaciones patronales y los trabajadores del sector del fútbol.
Ese artículo 507 señala que “salvo por razones médicas, ningún club podrá mantener a ningún jugador con contrato profesional (…) fuera de los dispositivos establecidos en el club para la preparación y la formación colectiva de los jugadores profesionales o de élite”; y que, en particular, entre el 1 de julio y el 1 de septiembre, “todos los jugadores con contrato profesional deben beneficiarse” de las condiciones adecuadas de preparación y entrenamiento.
Lo que la UNFP sugiere en su comunicado es que, cuando los clubes utilizan la norma de “apartamiento” antes citada, no siempre cumplen como debieran lo establecido en el articulado.
En especial, ha reaccionado fuertemente contra una torpe frase (una más) pronunciada por Al-Khelaïfi: «¡los jugadores que no están en Japón no forman parte del club!”.
Se trata evidentemente de una “boutade” que ha provocado otro comentario entre irónico e indignado del sindicato (y en el que, por cierto, se apunta indirectamente a Luis Enrique): “No hay nada que puedas hacer al respecto, querido Presidente, (Mbappé y los demás jugadores “indeseables”) siguen teniendo contrato con el PSG… Como mucho, no entran en los planes del entrenador, lo que, en el caso del máximo goleador de la historia del club parisino y mejor jugador del mundo, bien puede considerarse un argumento falaz”.
En definitiva, la UNFP recuerda que hay hasta una decena de jugadores del PSG apartados del trabajo del grupo, que no han viajado a Japón y que, por tanto —Al-Khelaïfi dixit— “no forman parte del club”: Timothée Pembélé, Colin Dagba, Ismaël Gharbi, Abdou Diallo, Layvin Kurzawa, Leandro Paredes, Georginio Wijnaldum, Keylor Navas, Édouard Michut y, por supuesto, Kylian Mbappé.
No obstante, espera que el “apartamiento” del capitán de la selección francesa “quizá anime a las autoridades deportivas y políticas —solo ‘quizá’, porque hace falta valor para enfrentarse al PSG, a Catar y a todos los demás— a ocuparse por fin de esta cuestión, a menos que resulte que en Francia se puede impedir impunemente que los asalariados ejerzan sus actividades profesionales”.