La nueva temporada de la principal liga de fútbol de Estados Unidos y Canadá (Major League Soccer) echó a andar a finales del mes pasado con dos importantes temas económicos sobre la mesa.
El primero, por supuesto, es la muy comentada posibilidad de que Lionel Messi se enrole en el Inter de Miami (un equipo que jamás ha ganado la MLS, por cierto).
Sí, de acuerdo, el asunto es sobre todo deportivo, pero no deja de tener un considerable trasfondo económico, dado que la operación implicaría probablemente que el astro argentino del Paris Saint-Germain comprara previamente el 35% de las acciones del club de Florida.
La posibilidad de que Messi se mude a Estados Unidos ha motivado una declaración de Phil Neville, manager del Inter, que podría rivalizar en claridad con las que hacía el oráculo de Delfos: “No voy a negar y decir que no es verdad la especulación de que estamos interesados en Lionel Messi”. No le ha ido a la zaga el Comisionado de la Liga, Don Garber, cuando ha sido preguntado por el grado de viabilidad y ajuste a las reglas de la Liga que tendría tal movimiento: “Los clubes tienen flexibilidad cuando se trata de hacer cosas únicas”.
Un estreno entre dudas
En todo caso, como el asunto afecta a un jugador que forma parte en estos momentos de un club europeo, está siendo seguido con razonable intensidad en el Viejo Continente. En cambio, no ocurre lo mismo con la segunda cuestión económica antes anunciada, que no es otra que la MLS ha iniciado esta temporada estrenando un acuerdo con Apple TV+ acerca de los derechos de transmisión televisiva de sus partidos vía streaming a nivel nacional que ha puesto patas arriba el mundillo del deporte y de la televisión del país.
El acuerdo es por 10 años, asciende a 2.500 millones de dólares y cubre los derechos audiovisuales de todos los partidos de la MLS en una nueva aplicación de streaming dentro del sistema Apple TV+, si bien 30 encuentros se emitirán de forma no exclusiva a través de la Fox en un acuerdo aparte. La MLS Season Pass cuesta 12,99 dólares al mes para los usuarios que ya están suscritos a Apple TV+ y 14,99 dólares mensuales para los que hasta ahora no lo estaban.
Muy bien, ¿y dónde está el problema, si es que lo hay? Pues, para empezar, en que ya se han jugado cuatro jornadas de la Liga y resulta entre sorprendente y sospechoso que ninguna de las partes implicadas haya ofrecido hasta ahora dato alguno sobre el número de espectadores que han visto los partidos; o, dicho de forma más prosaica, el número de «pases de temporada» que ha logrado colocar Apple TV+ entre los usuarios. Ni esta ha querido facilitar cifras, ni desea hacerlo la MLS, ni el servicio está siendo medido, como suele ser habitual en EE. UU. (y en muchos otros países), por la agencia Nielsen.
¿Y por qué es un problema? Pues, ante todo, porque los malpensados, que siempre los hay en estos casos, se malician que la resistencia a ofrecer datos se debe a que estos, como diría un analista de Bolsa, “están por debajo de expectativas”. Y para seguir, porque, al parecer, el flamante acuerdo entre la MLS y Apple TV+ tiene una cláusula de salida que esta podría ejercer si las ventas de los “pases de temporada” no llegaran a las cifras que considera aceptables, dejando así a la MLS como al gallo de Morón.
Un silencio sospechoso
El asunto resulta aún más delicado —y más sospechoso— porque no es solo que Apple TV+ y la MLS rehúsen dar cifras, sino que ni siquiera se avienen a confesar si esa cláusula existe o no.
El silencio de Apple TV+ casa bien con su habitual hermetismo en lo que se refiere a hablar de sus contratos. En cuanto a la MLS, la especulaciones han vuelto a poner a prueba la claridad y transparencia que tienen últimamente las declaraciones de su Comisionado.
En efecto, este se ha despachado diciendo que «nunca hemos hablado de cuáles son los términos específicos (del acuerdo) y no vamos a hablar de ellos ahora. Hemos firmado un acuerdo de 10 años y ambas partes estamos muy, muy comprometidas con ello. Estoy plenamente convencido de que Apple TV+ y nuestra liga van a estar juntas durante mucho tiempo.»
Como puede comprobar el lector, los misterios, trastiendas e incertidumbres que afectan a los contratos de los derechos televisivos del fútbol parecen ser un fenómeno común a ambos lados del Atlántico. Bien lo sabemos en lo que se refiere a nuestra Liga…